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Financiación hospitalaria y uso de TICs, principales desafíos tras la primera ronda con la Covid-19

Así se recoge en el último informe de Antares Consulting sobre la pandemia de Covid-19 y sus implicaciones y reflexiones.

06/05/2020

Como se recoge en el último informe de Antares Consulting, sobre la pandemia de Covid-19 y sus implicaciones y reflexiones, "Los hospitales han demostrado no estar diseñados para absorber una pandemia según su capacidad `normal´. Ni su infraestructura ni su capacidad de producción han sido suficientes". Esto no sólo no ...

Como se recoge en el último informe de Antares Consulting, sobre la pandemia de Covid-19 y sus implicaciones y reflexiones, "Los hospitales han demostrado no estar diseñados para absorber una pandemia según su capacidad `normal´. Ni su infraestructura ni su capacidad de producción han sido suficientes". Esto no sólo no se ha visto al actuar durante la fase clínica, sino que también anticipa problemas de financiación para dichos hospitales, especialmente, si utilizan sistemas de pago por acto o por Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD).

Entendidos dichos GRD como pagos en función de grupos de pacientes con la misma patología, dentro de la variabilidad por estancia media y coste medio por proceso de los hospitales generales que hay en España. Frente a otras modalidades de pagos en salud como son la capitación, el pago por evento (fee for service) o, de forma más evolucionada, los modelos de pago basados en resultados.

Los GRD nacieron en la Universidad de Yale, New Haven (Connecticut, EE.UU.) en el tercer cuarto del siglo XX, para la agrupación de pacientes con la misma patología, o iso-consumos similares o procesos clínicos equivalentes. Se trata de una metodología que es apta tanto para los hospitales públicos como para los privados. En el caso de los primeros ayudan a poder participar de una financiación centralizada, con un buen análisis de la productividad hospitalaria que hace posible una ejecución presupuestaria mejor informada y consecuente. Razón por la que ha sido adoptada por multitud de sistemas de salud en las economías desarrolladas del mundo.

Escasez de medios

Las limitaciones físicas y organizativas detectadas por Antares Consulting, se han manifestado durante la pandemia, tanto en la estructura de los hospitales, como en la tecnología específica requerida o los problemas de producción, suministro y reservas estratégicas. De forma especialmente visible a efectos de medios diagnósticos, sistemas de protección para los profesionales, camas de cuidados intensivos y dispositivos de respiración asistida. Según el trabajo liderado por la parte española por Joan Barrubés y Eduard Portella, entre otros.

Esta limitación afectó indudablemente también a los recursos humanos de los hospitales, que pudieron verse reforzados la contratación de 27.000 profesionales sanitarios que anunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el pasado 2 de abril, ante en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. Anunció que permitió tales contratos desde esa fecha a razón de tres meses prorrogables a otros tres, si las necesidades sanitarias de los centros sanitarios y la pandemia, en general, así lo reclamaran. Con lo que el ministro habló en esa fecha de un refuerzo humano y sanitario susceptible de ser contratado por las consejerías de Sanidad y Salud de las comunidades autónomas hasta un total de 79.000 profesionales. Entre los que figurarían las prórrogas de la contratación de los residentes en su último año de formación, con derecho a complemento retributivo acorde con las funciones desempeñadas, previa suspensión de las rotaciones por distintos centros. Medida para la cual, la Organización Médica Colegial (OMC) reclamó las condiciones de adjunto para aquellos médicos especialistas en su último curso de formación MIR.

Entre la incorporación de sanitarios barajadas por el ministro Illa también se contempló la posible contratación de 17.560 técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería, siendo estudiantes en segundo curso de ciclos formativos de grado medio, pendientes del título; y una cantidad estimada en 9.500 profesionales de distintas titulaciones sanitarias especializadas, con pruebas selectivas realizadas en 2020, plaza de residente asignada y nota mínima suficiente.

Aprender de la experiencia

Como idea señalada por la consultora se observó que la gestión es una capacidad crítica para los hospitales, a la par que es imprescindible ensanchar las estructuras hospitalarias y que ganen en flexibilidad para tratar a un enorme número de pacientes. Tal como se vio por las limitaciones diagnósticas y por el comportamiento de un patógeno que no sólo causa problemas respiratorios, ya de por sí muy importantes, sino que también abre la puerta a otras complicaciones de salud, como las digestivas y neurológicas.

En ese sentido, el trabajo estima que es necesario sobredimensionar las infraestructuras para hacerlas más polivalentes y tecnológicas en los servicios y unidades de cuidados intensivos, radiología y urgencias. De forma que las infraestructuras físicas también vean reforzados sus recursos humanos, para una correcta gestión de flujos de pacientes, sin descuido de los no pandémicos. Con una estricta observancia que debe ir desde el refuerzo del triaje a las subidas a planta, la estancia en UCI y las altas.

Desde esta perspectiva, la previsión hospitalaria debe sobredimensionar sus recursos críticos y crear también espacios de reserva. A partir de una gestión supra hospitalaria que monitorice el uso de dichos recursos para ganar en flexibilidad y agilidad organizativa, mirando por la funcionalidad polivalente de los espacios y atendiendo a la reorganización de los procesos de producción del material crítico con objeto de que sea más flexible.

Mientras que, de cara a lograr una adecuada contención del problema de salud pública desde fuera del hospital, se identifican las poblaciones de riesgo y se potencia tanto la Atención Primaria (AP) como la hospitalización a domicilio.

Calcular bien las camas hospitalarias

En línea con ese dictamen teórico de amplificación de estructuras hospitalarias, el ministro Illa declaró en rueda de prensa el pasado 3 de mayo que las comunidades autónomas deben tener un mínimo de 1,5 y 2,5 camas de UCI por cada 10.000 habitantes de cara a un hipotético rebrote de SARS-CoV-2 que pudiera producirse en las fases de desconfinamiento y pensando en el próximo mes de octubre. Dotación que deberá ir acompañada por otras tantas 37 a 40 camas para enfermos agudos, por la misma unidad de población (10.000 Hab.). En paralelo a refuerzo de la AP y la Salud Pública para la detección precoz de casos, con base jurisdiccional para todas estas medidas en la provincia.

Clima y planeta

Según el informe, la globalización y el cambio climático acrecientan desde hace tiempo el riesgo de pandemias de alta infectabilidad y letalidad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió en septiembre de 2019 con su informe `Un mundo en peligro´ que "el planeta se enfrenta a un número creciente de epidemias de enfermedades infecciosas provocadas por patógenos respiratorios virulentos". Entidades que pueden infectar a un gran número de personas con gran rapidez porque las infraestructuras mundiales de transporte facilitan una propagación extraordinariamente veloz.

Como recuerda también el informe de Antares, esta advertencia ya fue anticipada por el Foro Económico Mundial que, en su `Informe Global de Riesgos de 2016´, equiparó el peligro de pandemias respiratorias para la salud en el mundo, a la falta de agua o alimentos. Debido a que. "Las enfermedades infecciosas se encuentran entre las principales causas de muerte en todo el mundo y no se limitan a las fronteras nacionales. Su capacidad de propagarse rápidamente pone en peligro la vida social y económica, la seguridad y la Salud Pública, debido a la globalización, el internacional, los viajes a grandes distancias, el crecimiento urbano y los nuevos hábitos sociales".

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