El libro "Diez temas candentes de la Sanidad española en 2019", cuyo subtítulo es "garantizar la calidad de la asistencia sanitaria ante los desafíos demográficos y tecnológicos", aborda problemas seculares del sistema sanitario. Su última versión, que tardó siete años en gestarse, da continuidad a un proyecto técnico de pensamiento sanitario, que tuvo sus dos anteriores hitos en 2006 y 2012.

El proyecto, que fue presentado en la sede madrileña del Círculo de Empresarios, contó con la intervención del ex ministro de Sanidad, Julian García Vargas, que expuso los puntos más importantes de la obra, después de haber participado en la elaboración y revisión de sus contenidos.

Julian García Vargas

Para García Vargas el cambio demográfico y tecnológico que afronta el país hace ineludible conocer a fondo la atención prestada a la salud desde los sucesivos presupuestos generales del Estado. Hasta un punto de recursos públicos y privados que ascienden al 9% del PIB nacional, con desglose del 6% público y el resto privado. Expresión, según su opinión de que el crecimiento de las pólizas de las aseguradoras han descongestionado el SNS, a través de la generación de casi 8 millones de clientes a los que habría que sumar la mayoría de funcionarios del sistema MUFACE, que optan por la sanidad privada. Habida cuenta de que el gasto sanitario previsto para la horquilla de 2020-2022 no alcanzará los 70.000 millones de euros anuales.

En general, el ex ministro se mostró partidario de potenciar la colaboración público-privada para racionalizar los recursos sanitarios del país, centrar la atención en la experiencia del paciente, estimular el músculo corporativo de las empresas sanitarias, incorporar la innovación terapéutica con criterio de sostenibilidad, reforzar la Atención Primaria y coger la ola de cambio que representan la inteligencia artificial, el Big Data, la telemedicina y la medicina personalizada de precisión.

García Vargas también explicó que hay suficientes argumentos en las cerca de 200 páginas del libro para apoyar la propuesta de FENIN de convocar un plan Renove de tecnología sanitaria, dado el estado desfasado u obsoleto de los equipos de diagnóstico y tratamiento de muchos hospitales españoles.

El ex ministro apostó igualmente por la creación de una Agencia de Información Sanitaria de carácter nacional que supervise indicadores de calidad asistencial y eficacia terapéutica aceptados y evaluados en todos los territorios.

Una propuesta formulada para poder comparar resultados entre territorios, sectores (público y privado) y hospitales. Abandonando, por tanto la mera productividad cuantificada en número de intervenciones y altas hospitalarias, por ejemplo.

García Vargas también comentó que las páginas del libro animan a que se eliminen rigideces en la contratación del personal estatutario, mediante fórmulas sutiles pero continuadas como la introducción de nuevas categorías de médicos, por ejemplo, hoy reducidas únicamente a jefes de servicio y de unidades y adjuntos.

Respecto al gasto farmacéutico, concepto que gana peso dentro del gasto sanitario año tras año, García Vargas entendió que debe ser revisado especialmente en lo tocante a la eficacia de los fármacos de alto coste, para la adopción de figuras de compra de medicamentos como los acuerdos de riesgo compartido, los techos de gasto y los pagos por resultados.

En cuanto a los médicos, el ex ministro afirmó que no es cierto que falten en España, al haber una demografía médica de 3,9% médicos por cada 1.000 habitantes, superior al 3,3% de la media europea, según datos de la Organización Médica Colegial (OMC) extraídos de informes de la OCDE.

A pesar de esa población total de médicos, el libro detectó abundancia de hematólogos frente a otras especialidades deficitarias en efectivos como neurocirugía, urología, anatomía patológica, cirugía plástica, otorrinolaringología, oftalmología, neurología, dermatología, cardiología, cirugía general, medicina del trabajo, medicina interna, obstétrica y psiquiatría. Un fenómeno quizás agravado por la posible salida de cerca de 24.000 facultativos españoles para trabajar en el extranjero, entre los años 2011 y 2018.

Para los médicos del SNS, en general, García Vargas estimó procedente, aunque difícil de conseguir, flexibilizar su marco estatutario mediante cambios progresivos que incluyan los incentivos de retribución en atención al mérito demostrado en la práctica profesional.

El libro también detecta enfermeras insuficientes en España, al existir sólo 5,5 de estos profesionales por cada 1.000 habitantes, muy por debajo de las 8,4 que tienen el conjunto de países de la OCDE como media.

John de Zulueta y Pedro Nieto

El presidente del Círculo de Empresarios, y el director de su grupo de trabajo, John de Zulueta y Pedro Riesgo, respectivamente, concedieron al bipartidismo político de las últimas décadas la virtud de haber mantenido una sanidad muy prestigiada en Europa y en el resto del mundo, a pesar de haber sido demasiado timoratos en gobernanza y haber suplido las reformas con recortes.

Los dos directivos patronales se felicitaron porque España fuera considerado por el Instituto Bloomberg como el país más saludable del mundo para vivir, principalmente por sus hábitos de vida más idóneos que los de otros países y, probablemente, por haber sabido contener el gasto sanitario mediante una buena gestión de los recursos disponibles, especialmente durante la última gran crisis padecida.

En su defensa del sector sanitario privado, los dos responsables del Círculo señalaron como muy significativo que los dos únicos aceleradores de protones de última generación que van a instalarse en el país tengan como destino dos hospitales no públicos.

El libro argumenta, entre otras, que la inversión en española en TIC de salud es muy baja porque no se alza por encima del 1,2% del gasto sanitario. De manera que apuesta por que se dé un impulso a los servicios online para el ciudadano. Desde la certeza de que el futuro de buena parte de atención sanitaria no será presencial. Como demostraron los dos millones de visitas virtuales que realizó la organización de veteranos de Estados Unidos o los 14 millones de consultas realizadas por la aseguradora norteamericana Kayser Permanente en el mismo país un año más tarde.

En este contexto tecnológico, el libro destaca figuras como Additum Blockchain para la generación de valor por parte de distintos agentes de un mismo sector como es el sanitario.

En el terreno clínico, otra de las cuestiones candentes de la sanidad es la lenta transición hacia una medicina personalizada y de precisión. A pesar de que ya se sabe que hay más de 6.000 cuadros clínicos asociados a genes concretos y que hay cerca de 5.000 genes causantes de alteraciones reconocibles.

Para avanzar en esa medicina más focalizada en cada paciente concreto, la obra recoge la estrategia del Servicio Nacional de Salud inglés (NHS), que busca pasar de dianósticos difusos basados en síntomas a la caracterización individual de cada paciente según sus causas subyancentes. Para pasar también de una efectividad que oscila apenas entre el 30 y el 60% a respuestas clínicas de mayor éxito y con menos efectos secundarios.

El libro contó para su materialización con el patrocinio de compañías como Amgen, Celgene, Asisa, Medtronic y Siemens Healthcare, entre otras.