Antares Consulting organizó este jueves la décima primera edición de su jornada anual Gestión sanitaria en tiempos de cambio, dedicada a compartir ideas para contribuir a la mejora del sistema sanitario. El tema elegido para este año fue Value-based Healthcare: de la teoría a la acción.

Eduard Portella, presidente de Antares Consulting, destacó en su bienvenida que hay una impresión generalizada de que cada vez hay menosrecursos para la salud. El envejecimiento y la cronicidad además hacen que aumente el coste de la atención sanitaria y sociosanitaria. Ofreció una fotografía de la situación. Constato que hay una fragmentación de la asistencia, ante un paciente cada vez más informado y exigente. Habló de la "experiencia" de éste cuando está en el hospital. Se requiere que el servicio sea integral. "El paciente de hoy es distinto al que había antes, y de ahí la importancia de integrarlo", afirmó. A los profesionales les interesa adoptar decisiones basadas en criterios de valor, por ejemplo. "En el fondo estamos hablando de que, si juntos empujamos un sistema, construiremos algo más fácil y que nos una", admitió. Eso pretendía la jornada. El motor de desarrollo de Antares Consulting durante los últimos 21 años ha sido el interés y la pasión por los servicios de salud y el compromiso con los clientes.

_{Eduard Portella}

Aterrizar el Value-based Healthcare en una agenda de cambio realista fue el nombre de la conferencia que impartió Joan Barrubés,consejero delegado de Antares Consulting. Animó a los presentes a ser osados. Éste es un reto en cuatro etapas: empezar a medir resultados,rediseñar procesos orientados a resultados, plantear incentivos para alinear actores e incorporar hábitos para comprar por valor. Subrayó que a la hora de medir resultados, hay que cambiar la métrica actual. "Estamos en un sistema que mide la producción: ingresos, urgencias, cirugías. Y no medimos pacientes", lamentó. En el proceso en cuatro etapas hay que incluir al paciente, sobre todo si se quiere analizar la calidad de vida y la experiencia del paciente. La idea es medir en tres niveles: estado de salud alcanzado, proceso de recuperacióny sostenibilidad de la salud. En la fase de recuperación es dónde se pueden medir los datos relevantes para el paciente. De esta manera, los datos se encuentran fuera del hospital y requieren un espacio de tiempo mayor. Hay que registrar datos no sólo en el hospital sino en el proceso completo.

Después, hay que definir la cadena de valor del proceso asistencial, descartando lo que no genera valor y teniendo en cuenta los datos de la fase anterior. Aquí hay varios pasos: seleccionar un grupo de pacientes target basados en una condición médica, , crear un equipo de trabajo multidisciplinar (incorporando pacientes), definir el valor (los outcomes) esperado en términos de los pacientes, acordar las necesidades del paciente, consensuar y actualizar las guías de práctica clínica y protocolos para mejorar resultados y costes, analizar el proceso asistencial actual y evaluar su grado de aportación al valor final e identificar los requisitos de profesionales, tecnología y coordinación.

_{Joan Barrubés}

"A la gente le gusta compararse y salir bien en las comparativas. Trabajar en entornos profesionales", indicó sobre la etapa de instrumentos para alinear los actores alrededor del objetivo de valor. Hay que pagar por los resultados, "si nos creemos el discurso del valor". Es de sentido común. "Necesitamos que a los hospitales también se les reconozca por los resultados. España es de los pocos países europeos en los que se paga a los hospitales por presupuesto", criticó. Un reto es "hacer evolucionar nuestro modelo rígido de hospital" y retribuir por valor. La última etapa es comprar por valor, "en algunos casos", matizó. Lo que hay que comprar por valor son, entre otros, los productos farmacéuticos y alta tecnología de alto coste. En otros casos, hay que hacerlo por precio, sobre todo si el coste de comprar por valor es más caro. "Hemos generado los instrumentos, ahora hay que generar competencias para comprar por valor", determinó Barrubés. En resumen, cuatro propuestas para pensar menos en enfermedades y más en el tratamiento del paciente.