Fue presentada este martes por Pedro Sabando, médico emérito y exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, en un desayuno informativo de Foro Nueva Economía como una persona de valores. Sabando le puso deberes a María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Aseguró que "queda certificado que es una persona con un perfil adecuado para desempeñar su responsabilidad como ministra de Sanidad, pero su mesa está cargada". Apuntó problemas que tiene que abordar como, entre otros, los de la coordinación sanitaria de 17 sistemas sanitarios, el de la financiación sanitaria, el de la reforma de la Atención Primaria y el del gasto farmacéutico con los nuevos medicamentos. "Yo sé que vas a afrontar con éxito este desafío", concluyó el presentador.

En su intervención, Carcedo se centró sobre todo en la parte social de su Departamento. En el público; estaba padre Ángel, fundador y presidente de la organización humanitaria Mensajeros de la Paz. "Una aspiración irrenunciable para un Gobierno como el nuestro es el eje de la justicia social", señaló la ministra. Reflexionó sobre el diseño y la gestión de una parte del sistema de protección social. A su juicio, la desigualdad constituye un desafío.

Hizo hincapié en que invertir en políticas sociales y sanitarias es económica y socialmente beneficioso para la sociedad. "Nuestro Sistema Nacional de Salud(SNS) es un potente actor económico", declaró. Aseveró que el SNS genera una actividad económica en sectores de alta capacidad de innovación. La inversión en Sanidad supuso en 2016, de acuerdo con sus datos, el 6% del PIB, que llega al 9% si se suma al gasto privado. Igualmente, una inversión pública de 67.600 millones de euros. La inversión en tecnología sanitaria fue de 7.500 millones de euros. De los cuales, 5.200 los invirtió el sector público. Este sector es "pionero en innovación", y genera 24.000 empleos, entre directos e indirectos, en su mayoría muy cualificado y de calidad.

"A pesar de los recortes, y en buena medida gracias al esfuerzo del personal que trabaja a su servicio, el SNS ha sido considerado uno de los mejores del mundo por la revista especializada `The Lancet´. España destaca para bien en muchos indicadores de salud, como la esperanza de vida al nacer. Somos el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida, pero las previsiones es que seremos el primer país en 2040", alegó. Remarcó además que, con 2,7 muertes por cada 1.000 nacidos, España tiene una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo. Si bien, lamentó que las políticas de austeridad redujeron la capacidad del sistema sanitario y de los servicios sociales para garantizar una mayor igualdad de oportunidades. Avisó asimismo de que tenemos indicadores altos en resistencia bacteriana, en obesidad infantil y en deterioro cognitivo y de que en 2017 se incrementó el consumo de tabaco y alcohol entre los jóvenes tras años de descenso. Certificó que el gasto sanitario y social en prevención conlleva un ahorro futuro. Los hábitos de vida negativa son "la principal causa de la mayoría de las enfermedades crónicas". Éstas representan el 70% del gasto sanitario total y originan el 80% de las consultas de Atención Primaria y el 50% de las hospitalizaciones.

Carcedo subrayó que el Gobierno está trabajando en la "eliminación de las barreras económicas que suponen los copagos farmacéuticos, empezando por aquellos que afectan a las personas más vulnerables, como ha recomendado el Defensor del Pueblo", que es Francisco Fernández Marugán y estaba en la sala. En el turno de preguntas, la ministra aclaró que pretenden eliminar los copagos farmacéuticos para las rentas más bajas en el contexto de los Presupuestos Generales del Estado de 2019.

Al final de su intervención, Carcedo dedicó unas breves palabras al sector farmacéutico, que estaba representado en el desayuno informativo por Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). La industria lo estaba por Humberto Arnés, director general de Farmaindustria. "Nuestro potente sector farmacéutico es una de las piedras angulares del SNS, sobre la que pivotan ambicioso programas de investigación e innovación que pueden servir de base para generar un continuo estímulo a la economía", expresó la ministra. A su juicio, el farmacéutico es, y debe seguir siendo, un sector comprometido, firme y responsablemente, con la ciudadanía y la viabilidad de nuestro sistema sanitario, contribuyendo a que éste sea más eficiente y valioso.

Le preguntaron después si la Sanidad universal es realista, si hay riesgo por tener 17 sistemas de Sanidad distintos y por su opinión sobre la opción de recentralizar la Sanidad. Consideró que el "secreto" de nuestro SNS es su diseño, "sobre todo que se soporta en Atención Primaria". "En otros países, en la mayoría Europeos, existe la accesibilidad, pero son sistemas más caros que el nuestro", reflexionó. Puntualizó que somos el país que, junto con Holanda, que tiene la mayor accesibilidad. "La recentralización no asegura. Estamos viendo que nuestro sistema es muy eficiente. Forma parte del entramado constitucional nuclear. Conserva tres elementos fundamentales para garantizar la homogeneidad: una cartera común de servicios, un sistema de formación de profesionales homogéneo y un sistema de centros de referencia. Son mecanismos de cohesión del sistema que están vigentes", concluyó al respecto.

Anunció que el próximo Consejo Interterritorial se realizará en enero y que "no hay ningún tema excluido", sin dar pistas si se dedicará exclusivamente a hablar de financiación.

Recientemente, Bruselas evidenció que no tiene previsto modificar el marco normativo sobre medicamentos homeopáticos. Ante eso, Carcedo sostuvo que España, como Estado miembro de la Unión Europea, ejerce sus responsabilidades de la Directiva sobre medicamentos. "Y hemos abierto el plazo para el registro de los medicamentos homeopáticos", matizó. Nuestro país está actuando "con la máxima responsabilidad y rigor en aras de la salud de los pacientes, pero evitando la publicidad engañosa". Indicó que, en el último Consejo de Ministros de Sanidad Europeo, han pedido, junto a Dinamarca, "mayor rigor de los productos sanitarios". Su objetivo es que haya "la máxima tranquilidad de la ciudadanía y transparencia".