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La formación MIR también es responsabilidad de adjuntos y jefes de servicio

En la clausura del curso "Formación Docente para Tutores MIR", organizado por la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC), se lamentó que los tutores de los residentes no tengan tiempo suficiente para hacer su labor docente. Una misión en la que deben ser acompañados, además, por los adjuntos y jefes de servicio de los hospitales.

12/11/2018

En el encuentro, que contó con el patrocinio de Mutual Médica y se desarrolló en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC), también se detectaron carencias humanísticas en la selección de los futuros médicos y especialistas MIR, además de escaso tiempo para la formación de los médicos internos residentes. En ...

En el encuentro, que contó con el patrocinio de Mutual Médica y se desarrolló en la sede de la Organización Médica Colegial (OMC), también se detectaron carencias humanísticas en la selección de los futuros médicos y especialistas MIR, además de escaso tiempo para la formación de los médicos internos residentes.

En nombre de la FFOMC, el doctor José Ramón Repullo Labrador, su director técnico, felicitó a los 576 nuevos tutores MIR. Al ser la realización del curso la confirmación de su compromiso profesional con sus compañeros médicos y una muestra más, y muy importante, de su desempeño vocacional.

Citó por ello también al doctor Francesc Feliú, responsable de la vocalía de la OMC de médicos tutores. Una ausencia justificada, explicó Repullo, por estar realizando una cirugía programada, coincidente con el seminario y la clausura del curso.

Dr José Ramón Repullo Labrador

El doctor Repullo, que destacó la importancia que supuso crear el sistema MIR en su momento, no ocultó en absoluto que se trata de un modelo necesitado de mejoras. Dentro de una profesión que se ha tecnificado mucho, con riesgo de deshumanizarse en algunos aspectos. Como ejemplo de ello, citó la jornada del día previo, dedicada por la OMC a los cuidados paliativos. Según la cual, parece que los médicos están adquiriendo una especie de tanatofobia, o aversión a hablar de la muerte, como si no fuera un proceso natural.

A continuación, la doctora María Nolla Domenjó, directora del área de Formación Continuada del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, resaltó que la presión asistencial priva del tiempo establecido para que los tutores MIR puedan hacer su cometido, incluso contraviniendo la normativa vigente. Por lo que dejó claro que, aunque el tutor es el profesional de referencia en la formación de especialistas, los adjuntos y jefes de unidades y servicios también tienen una importante misión docente que cumplir.

Dra. María Nolla Domenjó

Elogió Nolla el modelo formativo implantado en el Hospital de Cruces de Vizcaya (Baracaldo), al ser muy sistemático. Y puso también como ejemplo las facultades de Medicina de EE.UU., en las que se pide para acceder a la carrera dotes personales como el compromiso social y las habilidades humanas. Entre las que destacó la comunicación médico-paciente. Un déficit formativo que ya detectó George Miller en los años 70s del siglo XX.

El doctor Jesús Morán Barrios, presidente de la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (SEFSE-AREDA), explicó que la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) contribuyó de manera importante a normalizar la formación médica. Con el debe al presente, estimó, de que ni el MIR ni las Ofertas Públicas de Empleo (OPEs) incluyen entrevistas personales, ya sea para residentes o para entrar a trabajar en el SNS. Porque, según su opinión, tener un expediente académico brillante no es siempre garantía de poder dar respuesta adecuada a todas las situaciones que se le plantean a un médico. De manera que, como se observa en los talleres de profesionalismo, aunque los residentes R1 ó R2 llegan con mucho ímpetu de cambio, el sistema no permite aprovechar todo ese potencial.

Dr Jesús Morán Barrios

Para controlar la subjetividad en la evaluación de la formación, Morán Barrios apostó por las pruebas psicométricas y las escalas verbales, con dos rúbricas. Por lo que se puso en línea con la doctora Nolla, al afirmar que la evaluación formativa debe ser interna en las unidades clínicas.

Sobre los criterios de evaluación establecidos por el Ministerio de Sanidad, el ponente afirmó que no responden a un sistema de validación sumatoria, ni se realizaron los pilotos de prueba para su definición, por lo que no garantizan el necesario rigor psicométrico que se debería esperar de ellas, razonó el ponente.

Para hacer un buen trabajo evaluador, el presidente de la SEFSE-AREDA aseguró que hay suficientes textos de referencia y que los jefes de estudios y los responsables de los servicios asistenciales deben escuchar a las sociedades médicas, transversales y específicas.

También participó la doctora Isabel González Anglada, jefa de estudios del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid, en la clausura del curso. Para quien una de las primeras demandas de los residentes es que se les informe de su evolución formativa y de aquellos puntos de mejora que identifiquen los tutores. Como logro de su hospital, habló de 7 horas para formación de residentes para los tutores, gracias a contar con el respaldo de la gerencia del centro.

Lo que le permite como jefa de estudios, por ejemplo, bloquear con antelación de algunos meses la agendas de dichos tutores, con lo que es tiempo formativo se respeta escrupulosamente. De manera que, afirmó, la adecuada formación hace que el propio hospital funcione mejor, incluso en sus aspectos clínicos.

Dra. Isabel González Anglada

La visión de la jefa de estudios estuvo contrapesada por la de una tutora participante en el curso. Se trató de la doctora Paloma Pulido Rivas, tutora de residentes de Neurocirugía del Hospital de la Princesa de Madrid, además de alumna del curso de la FFOMC. Quien, desde su experiencia relató el mal trago que a veces supone evaluar negativamente a un compañero residente.

No obstante, y en el plano positivo, también vio como algo muy favorable la coordinación que hay en su hospital dentro de las neurociencias: Neurología, Neurocirugía, intensivos, cuidados críticos en área neurológica, radiología intervencionista y radiología diagnóstico y anatomía patológica. Con sesiones interdisciplinares todos los jueves, para poner en común los casos de los pacientes que han pasado por dos, tres o más servicios. Algo que valoran muy positivamente los residentes, así como los cursos de formación continua, aunque su certificación futura pudiera ser cuestionada. De manera que los residentes aprenden mucho de los adjuntos, y a la inversa.

Dra. Paloma Pulido Rivas

Como integrante del público, el jefe de estudios de UDMFyC del INGESA (Instituto Nacional de Gestión Sanitaria) de Melilla, el doctor Karim Ghaxi El Hamouti, afirmó que las pautas publicadas por el Ministerio de Sanidad pueden ser de ayuda, aunque echó de menos las reuniones periódicas que convocaba con los responsables de la formación MIR.

En cuanto a las dificultades para la docencia de los tutores MIR, señaló la presión asistencial que se traduce en menos tiempo para esa formación. Aunque concedió que, con 12 residentes en la ciudad autónoma, la situación es más agobiante comparativamente en Andalucía, donde hay mucha población.

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