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La familia y el entorno: claves en el abordaje multidisciplinar de la diabetes

Según un reciente estudio, quienes cuentan con un alto apoyo familiar tienen 2,7 veces más de probabilidades de lograr un buen control metabólico que quienes tienen menor apoyo.

08/11/2018

Un reciente estudio realizado en México demuestra la importancia del apoyo de la familia para las personas con diabetes. De acuerdo con la investigación, en la que han participado tanto pacientes como familiares, las personas que padecen diabetes tipo 2 que reciben un alto apoyo familiar, tienen 2,7 veces más ...

Un reciente estudio realizado en México demuestra la importancia del apoyo de la familia para las personas con diabetes. De acuerdo con la investigación, en la que han participado tanto pacientes como familiares, las personas que padecen diabetes tipo 2 que reciben un alto apoyo familiar, tienen 2,7 veces más probabilidades de lograr un buen control metabólico, a diferencia de los que tiene un apoyo medio o bajo.

Los expertos coinciden en que el entorno próximo del paciente -familia, pareja, amigos- brinda un soporte importante, siempre que ayude a reforzar los comportamientos que favorecen la adhesión al tratamiento. "Sin duda, el soporte de la familia y de los amigos es fundamental para que las personas afectadas puedan sobrellevar bien una enfermedad, la diabetes, que les va a acompañar el resto de su vida", afirma la doctora Cintia González, endocrinóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

El apoyo de la familia es esencial en el caso de las personas dependientes, como los niños y algunas personas mayores, ya que además de precisar un entorno que promueva hábitos saludables, necesitan asistencia para llevar un buen control de sus niveles de azúcar en sangre y tomar decisiones cotidianas que les permitan ajustar el tratamiento.

En este sentido, existe una serie de pautas que los familiares encargados de asistir a un paciente dependiente deben seguir: conocer la enfermedad y su tratamiento; comunicarse fácilmente con el equipo médico; determinar qué aspectos del tratamiento serán responsabilidad del paciente y cuáles deberán estar bajo la suya; enseñar al paciente a manejar mejor su enfermedad.

El apoyo a la persona con diabetes por parte de su familia se ve reflejado en el momento de acudir a la consulta, ya que "las personas con diabetes, especialmente de tipo 1, suelen venir acompañados por la madre, el padre o la pareja. Existe un interés claro por implicarse, entender lo que está pasando y poder ayudar", indica la doctora González.

"La diabetes es una enfermedad crónica que no es fácil de llevar, es necesario tomar muchas decisiones al día, a la semana, al mes y al año, relacionadas con la enfermedad. Evidentemente, para esto se necesita el apoyo de un equipo profesional, pero con quien convive el paciente día a día es con su familia y es fundamental que ésta se implique para hacer más llevadero el control de esta enfermedad", sostiene la especialista.

Una condición que afecta a toda la familia

De acuerdo con la Federación Española de Diabetes, en España hay casi 6 millones de personas que padecen la enfermedad, aunque un porcentaje importante de ellas no está diagnosticado. Para hacernos a la idea del alcance de esta enfermedad, que no sólo afecta a la persona que la sufre sino a también a su entorno más próximo, podríamos estimar que habiendo unos 18 millones de hogares en el país, un tercio de los hogares tendría un miembro con diabetes, siempre y cuando no hubiera más de una persona con esta condición por familia.

Por ser una enfermedad crónica y necesitar para su control un cierto estilo de vida, el diagnóstico de diabetes no sólo afecta, pues, a quien la padece. De acuerdo con la doctora González, el impacto de la diabetes en la vida familiar depende del tipo de diabetes y de la edad de diagnóstico. "Las personas con diabetes tipo 1 suelen empezar a edades tempranas y aquí el impacto puede ser inicialmente negativo. Cuando un niño pequeño empieza con diabetes esto influye en la vida de los padres porque son ellos quienes están pendientes y llevan el control de la enfermedad", afirma la endocrinóloga.

La situación es diferente en los casos de diabetes tipo 2, que suele diagnosticarse en edades más tardías. "Como las personas son adultas, probablemente impacta menos en la familia, puede que influya incluso de manera positiva en los hábitos", señala la doctora González, y agrega: "uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la diabetes tipo 2 es llevar un estilo de vida saludable relacionado con la alimentación y la actividad física. Esto hasta puede ayudar a que la familia adopte también esos hábitos sanos".

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