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El 90% de las personas con diabetes tipo 2 tiene obesidad o sobrepeso

Expertos reunidos en el 7º Congreso de Diabesidad, que cuenta con el apoyo de Novo Nordisk y está organizado por la SEEN, la SEEDO y la SED, reclaman que “es necesario considerar a la obesidad como una enfermedad y que cuente con un abordaje integral mediante la prevención y el tratamiento”.

08/06/2018

Nueve de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad. Sin embargo, a pesar de los datos de prevalencia y del problema de salud pública que suponen la obesidad y el sobrepeso, ni en nuestro país, ni en Europa, la obesidad está considerada como una enfermedad, algo ...

Nueve de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad. Sin embargo, a pesar de los datos de prevalencia y del problema de salud pública que suponen la obesidad y el sobrepeso, ni en nuestro país, ni en Europa, la obesidad está considerada como una enfermedad, algo que los profesionales y las sociedades médicas reclaman. Una situación ante la que la doctora Anna Novials, presidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED), recuerda que "en personas con sobrepeso u obesidad, el consumo de alimentos ricos en carbohidratos genera una sobrecarga de trabajo para el páncreas, lo que produce su debilitamiento y, en última instancia, una escasez de insulina. Esto deriva en hiperglucemia crónica y, por lo tanto, en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Y precisamente la diabetes representa un mayor riesgo de desencadenar enfermedades cardiovasculares".

Por tanto, la obesidad y la diabetes son una peligrosa combinación desencadenante de numerosas patologías. Y para poner en conocimiento de todos los profesionales implicados en su abordaje los últimos avances en fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la Diabesidad, así como debatir sobre diferentes interrogantes, se celebra en Madrid el 7º Congreso de Diabesidad. El mismo, con el apoyo de Novo Nordisk, está organizado por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Diabetes (SED).

En este contexto, Irene Bretón, presidenta de la SEEN, insiste en que "la obesidad es una enfermedad que no siempre se considera como tal o no se reconoce su importancia, tanto en las administraciones como por parte de la ciudadanía. No se ve como una enfermedad devastadora, que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un deterioro evidente de la calidad de vida. Hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre 10 y 12 años de vida".

Asimismo, el doctor Francisco Tinahones, presidente de la SEEDO, llama la atención sobre que la obesidad no es sólo un problema de los adultos: "Cada vez es más frecuente en la población infantil y juvenil. Estamos viendo adolescentes obesos con diabetes tipo 2, algo impensable hace años".

Y en lo que estas tres Sociedades coinciden es en que "es necesario considerar a la obesidad como una enfermedad y que cuente con un abordaje integral mediante la prevención y el tratamiento".

En esta misma línea, el doctor Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, reconoce que "después de 100 años trabajando e innovando en el ámbito de la diabetes, la evolución natural de nuestra compañía era encontrar soluciones óptimas para el tratamiento de la obesidad, como una de las principales comorbilidades de la diabetes. Y así, hoy en día nuestro objetivo es mejorar el abordaje de ambas mediante opciones terapéuticas, instrumentos y programas de apoyo que son el resultado de haber escuchado y aprendido de las personas que las padecen y quienes les atienden".

Cambio de hábitos

Entre las numerosas complicaciones en las que puede derivar la obesidad se encuentran las de origen cardiovascular. "Por eso, es importante prevenirla y con ello el desarrollo de diabetes tipo 2, la cual también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular", afirma la doctora Anna Novials. En concreto, las personas con diabetes tipo 2 tienen hasta tres veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que las personas sin diabetes.

Esto se debe a que la diabetes es una enfermedad metabólica que tiene una relación directa con la enfermedad cardiovascular lo que convierte a esta, la enfermedad cardiovascular, en la principal causa de muerte de las personas con diabetes. "Es decir, la obesidad no es un problema estético. La misma empeora la calidad de vida y provoca numerosas patologías, entre ellas la diabetes", incide el doctor Tinahones.

En estos casos, junto al tratamiento, la dieta y el ejercicio son otros de los pilares básicos. Aunque estos expertos reconocen la dificultad para conseguir cambiar el estilo de vida del paciente. Y en cuanto a los hábitos nutricionales la doctora Irene Bretón explica que, "hay que aprender a comer mejor, no es sólo cuestión de comer menos. Tenemos que adaptar las calorías que ingerimos a lo que vamos a gastar y mejorar la calidad nutricional de nuestra alimentación, en base a la dieta mediterránea. Es el patrón dietético que ofrece más beneficios cardiovasculares y por lo tanto es especialmente recomendable para esta población con tanto riesgo cardiovascular. Pero siempre estableciendo objetivos individualizados".

Aunque también muy importante es el ejercicio físico. Sobre este el doctor Tinahones matiza que "el mismo dependerá de la edad, el nivel de entrenamiento físico y la existencia de otras patologías. Para la mayoría de los adultos se recomiendan 150 min o más de actividad física de intensidad de moderada a fuerte por semana, distribuida en al menos 3 días/semana y ejercicios de fuerza".

Optimismo ante las innovaciones terapéuticas

Si con las modificaciones en el estilo de vida y el ejercicio físico no se consiguen los objetivos marcados, hay que comenzar el tratamiento farmacológico. "La virtud del buen control de la diabetes se encuentra en el término medio, el mejor control posible, evitando hipoglucemias", explica la doctora Novials. Las mismas son el principal riesgo que conlleva la convivencia diaria con esta patología.

En palabras de estos profesionales, es importante buscar alternativas de tratamiento adaptadas a la vida de cada paciente de forma que se alcance un control metabólico y glucémico eficaz que mejore su calidad de vida. En este sentido, aseguran que "el arsenal terapéutico para tratar la diabetes ha crecido notablemente y, especialmente para las personas con diabetes de tipo 2, disponemos de muy buenas opciones que ayudan a limitar los problemas para un adecuado control de la glucemia".

Es el caso de la utilización de GLP-1 que puede tener efectos beneficiosos desde las fases más precoces de la enfermedad hasta las más avanzadas. El doctor Tinahones aclara que "este grupo terapéutico de fármacos es muy valioso tanto para diabetólogos como para endocrinos, ya que permite reducir la glucemia sin inducir hipoglucemias, las cuales aumentan el riesgo de problemas cardiovasculares y diversas complicaciones. Y, además, induce pérdida de peso por reducción del apetito ya que actúa a nivel del sistema nervioso central induciendo la saciedad y retrasa el vaciamiento gástrico. Todo esto, junto a una reducción de la presión arterial, neutraliza en gran medida los efectos adversos cardiovasculares que produce la diabetes y mejora de forma notoria la calidad de vida del paciente con diabetes tipo 2".

No obstante, todos destacan la necesidad de invertir más tiempo en la educación del paciente y la investigación. "Es una labor de todos, profesionales y personas con obesidad y diabetes, mejorar la adherencia a los tratamientos, y para esto debemos emplear más tiempo en explicar los beneficios y cómo logarlos. Y la apuesta por la investigación debe ser fundamental ya que los nuevos tratamiento avanzan en función del conocimiento que se adquiere en la patogenia de estas patologías", concluyen.

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