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La ingesta de fibra reduce la mortalidad en supervivientes de infarto de miocardio

Los cereales integrales, más eficaces que la fibra procedente de frutas y verduras.

27/05/2014

Hace casi 30 años el estudio DART analizó el impacto de la fibra dietaria en 2033 hombres supervivientes de infarto de miocardio (IM). Tras 2 años de seguimiento se concluyó que la ingesta de fibra no tenía ningún efecto sobre la mortalidad post-IM. Sin embargo, los criterios diagnósticos del IM ...

Hace casi 30 años el estudio DART analizó el impacto de la fibra dietaria en 2033 hombres supervivientes de infarto de miocardio (IM). Tras 2 años de seguimiento se concluyó que la ingesta de fibra no tenía ningún efecto sobre la mortalidad post-IM. Sin embargo, los criterios diagnósticos del IM y la gestión clínica de los supervivientes ha cambiado mucho desde entonces, lo que ha motivado el reexamen de esta cuestión mediante el análisis de cohortes de dos estudios previos que incluyeron un total de 1840 hombres y 2258 mujeres, inicialmente libres de enfermedades cardiovasculares y que sobrevivieron a un IM. La mediana del período de seguimiento post-IM en este estudio ha sido de aproximadamente 9 años y los resultados demuestran que iniciar una dieta rica en fibra tras un IM reduce la mortalidad por cualquier causa, siendo los cereales integrales los que ofrecen mayor beneficio, en comparación con la fibra procedente de frutas y verduras. Sólo los cereales integrales redujeron, además, la mortalidad por causa cardiovascular.

Aunque el contenido en fibra de la dieta pre-IM, por sí solo, no tuvo ningún impacto sobre la supervivencia post-IM, los individuos que incrementaron en mayor medida la ingesta de fibra entre el período pre- y post –IM son los que mostraron mayor reducción en la mortalidad, tanto cardiovascular como por cualquier causa. En hombres y mujeres, una ingesta mediana de 35,6 y 27,4 gramos de fibra por día, respectivamente, redujo la mortalidad por cualquier causa en un 25%, un porcentaje superior al observado en el quintil de ingesta más bajo.

El análisis está ajustado para un gran número de factores relacionados con el estilo de vida, ingesta calórica y de alcohol, proporción de ácidos grasos saturados e insaturados en la alimentación, medicación, comorbilidades y cirugía. La cantidad óptima de fibra diaria reportada en este estudio es muy similar a la que ya viene siendo recomendada para la prevención de accidentes cardiovasculares en la población general.

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