IM MÉDICO #56.2 ESPECIAL INMUNOLOGÍA

im MÉDICO | 56.2 43 Por el momento solo se puede apelar a la esperanza de que la terapia CAR-T consiga ser realmente efectiva en enfermedades autoinmunes como el lupus. Esta técnica aún experimental se presenta como la siguiente evolución en los tratamientos frente a distintas patologías oncológicas, hematológicas e inmunitarias, ofreciendo buenos resultados hoy en día, sobre todo, en lo que concierne a neoplasias hematológicas. Peroenningúncaso sepuedehablar todavíadeque laCAR-T cure. El términomás aproximado sería indicar una remisión sostenida (como ocurre con algunos pacientes oncohematológicos que llevan años sin manifestaciones clínicas de su enfermedad) y, salvando la distancia en cuanto a avances entre diferentes especialidades, es lo que en la actualidad quiere subrayar la Sociedad EspañolaMultidisciplinar deEnfermedadesAutoinmunes Sistémicas (SEMAIS) tras los resultadospresentadosporungrupode investigadores de la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania). El grupoalemánha conseguido la remisióndel lupus eritematoso sistémico en cuatromujeres y un hombre, que permanecían con laenfermedadactivapesea lautilizacióndediversos tratamientos convencionales, mediante esta terapia. En palabras de Ricard Cervera, vicepresidente segundo de la SEMAIS y jefe del Servicio de Enfermedades Autoinmunes del Hospital Clínic de Barcelona, es fundamental “remarcar claramente que son los inicios de estas investigaciones” conun seguimientocortoenel tiempodeapenas meses, teniendo en cuenta que el lupus es una enfermedad crónica. Y aunque habla de resultados “esperanzadores”, se muestra prudente: “Tenemosquever simásadelantecontinuaesa respuesta que ha habido en estos primeros meses de tratamiento”. De lo que no le cabe duda a Cervera es que este estudio permite abrir “una nueva vía de investigación a unos tratamientos más específicos, efectivos y seguros en los pacientes con lupus”. En concreto, los cincode los que se hace referencia endicho ensayohan presentadouna remisiónde supatología, “unestadoenel cual los síntomas y anticuerpos del lupus desaparecen, pero pueden reaparecer tiempodespués”. Ni siquiera estepuntoes algonovedoso, ya que con otros tratamientos algunos pacientes han conseguido la remisión “por determinados periodos de tiempo”. No obstante, desde la SEMAIS se destaca que esta terapia podría mejorar el tratamiento en pacientes con lupus, especialmente en los casos más graves y resistentes a los tratamientos actualmente utilizados. Algo muy similar a lo que defendió a finales de este octubre el especialista de Reumatología del Hospital del Mar y coordinador de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas de dicho hospital, Tarek Salman, en el marco del XIV Curso de Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y Síndrome Antifosfolipídico (SAF) de la Sociedad Española de Reumatología (SER) en colaboración con GSK. “Hayquedejar claroque, enningúncaso, [la terapia CAR-T] se trata de un tratamiento en primera línea, sería para pacientes refractarios”, explicó. En su opinión, hay otras terapias “menos agresivas y conmenos efectos secundarios para poder tratar el lupus como el belimumab, rituximab y ahora el anifrolumab”. En concreto, el lupus eritematoso sistémico tiene una prevalencia a nivel global de 1 por cada 2.000 habitantes por país, según estudios epidemiológicos a los que se refiere Cervera. Si se eleva Es fundamental “remarcar claramente que son los inicios de estas investigaciones” al conjunto de patologías que estudian en la especialidad, entre el 10% y el 20%de la población general desarrolla o desarrollará a lo largo de su vida una enfermedad autoinmune. Una puerta hacia la personalización La principal característica de la terapia CAR-T radica en que está dirigida a atacar las células patológicas productoras de la enfermedad. Es decir, linfocitos T que eliminen las células dañinas responsables de una gran parte de enfermedades autoinmunes; “sobre todo, si están producidas por alteraciones de los linfocitos B”. Sin embargo, en esta familia de patologías puede ocurrir que muchas de las células potencialmente dañinas “se esconden” dentro del propio organismo, consiguiendo eludir todavía su destrucción por parte de los linfocitos T. Esta personalización es, si cabe, más importante en el caso del lupus. Este puede presentarse en una gran variedad de síntomas distintos encadapersona: “Incluso losmédicosque tratamosaestos pacientes llegamos adecir que nohay dos iguales”, añade Cervera. Desde los riñones, la sangre, la piel, el sistema nervioso… la enfermedad puede afectar “en unmomento a un órgano y después, a otro, conmanifestaciones de más leves amás graves”. Bajoestapremisa es “muy importantepersonalizar encadapaciente el tratamiento” que hay que administrar. Gracias a los avances en investigación clínica, se puede vislumbrar un futuro en el que se apliquen distintos tratamientos en función de los biomarcadores y en los datos analíticos biológicos que permitan predecir de alguna forma la evolución del paciente. El Clínic, referencia en CAR-T Por otra parte, el desarrollo de esta técnica es aún muy costoso, lo que limita su uso a “aquellos hospitales que tienen la capacidad dehacer trasplanteautólogodemédulaóseaal serparecido”, según Salman, para el que en España hay dos centros de referencia en este sentido: “EnHospitales comoel ClínicdeBarcelonay enel Hospital de laSantaCreu i Sant Pauhandiseñadounas CAR-Tpropias o institucionalesquehanabaratado latécnicaengranmedidaporque ya no tienen que enviar las células extraídas al extranjero”. Al respecto, Cervera, como jefedel Serviciode Enfermedades Autoinmunes del Clínic, reconoce que están tratandode desarrollar “un programa de investigación en enfermedades autoinmunes”. El gran escollo es que realizarla en esta especialidad, además de compleja, “esmuycara”. Aunque confía enque sepuedadisponer de los medios necesarios “en los próximosmeses” para comenzar un programa similar al que hace pocos años se realizó en enfermedades oncohematológicas “yquedio losmagníficos resultados que tenemos actualmente”.

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