85 habilitaron varios carritos temáticos en el evento, cada uno centrado en un ámbito concreto del hogar: cocina, baño y habitación. En cada estación, los expertos explicaban los principales riesgos asociados, cómo identificar los compuestos más problemáticos y qué recomendaciones concretas se pueden trasladar a los pacientes para minimizar su contacto diario con estas sustancias. “Los disruptores endocrinos existen, están presentes, y lo importante es tomar conciencia e intentar reducir su exposición. No se trata de ser radicales, sino de disminuir, en la medida de lo posible, el contacto con estas moléculas que forman parte de nuestra vida cotidiana, desde la cosmética hasta objetos tan comunes como sartenes, velas o utensilios con recubrimiento de teflón”, afirma Arturo Álvarez. Papel clave del sistema endocrino Durante la jornada se abordó el papel clave del sistema endocrino en la salud humana y la preocupación creciente por el efecto adverso que algunas sustancias químicas -presentes en el entorno, los alimentos, los productos industriales y cosméticos- pueden tener sobre este sistema. La radióloga Myriam Montes señala: “Lo que nos preocupa es que están presentes en muchos productos de uso doméstico y en algunos cosméticos a través de los conservantes, los perfumes o incluso los propios envases. Y las fuentes principales donde nos van a llegar van a ser a través del aire, el agua y la tierra”. A pesar de las dificultades para establecer una relación causal directa debido a la complejidad de medir estas sustancias y al conocido efecto cóctel, existen evidencias que asocian la exposición prolongada a DE con un mayor riesgo de sufrir alteraciones hormonales, infertilidad, problemas del desarrollo, obesidad, diabetes tipo 2, trastornos tiroideos y cánceres hormonodependientes. Como destacó la dermatóloga Sara Gómez, el conocimiento disponible justifica adoptar una postura preventiva: “No hay certezas absolutas en muchos casos, pero sí un volumen creciente de estudios y la preocupación de entidades como la Comisión Europea o la FDA, que avalan la necesidad de informar, formar y aplicar medidas de precaución”. Uno de los aspectos más destacados del evento fue la presentación de soluciones prácticas para disminuir la exposición a los DE. Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer, de manera visual y aplicada, qué hábitos cotidianos pueden ajustarse para reducir el contacto con estas sustancias. Se compartieron recomendaciones concretas orientadas a fomentar cambios simples pero efectivos en la rutina diaria, como: • Utilizar cosméticos testados sobre DE, con fórmulas simplificadas, sin aceites esenciales ni conservantes problemáticos. • Evitar envases plásticos para el almacenamiento de alimentos y optar por vidrio o acero inoxidable. • Priorizar productos de limpieza ecológicos a base de vinagre blanco, jabón negro o bicarbonato. • Elegir textiles naturales como el algodón, la lana o el lino, y lavarlos tras la compra. • Escoger productos de higiene íntima sin plásticos, sin perfumes y con materiales naturales. • Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados o envasados y optar por frutas y verduras ecológicas. El comité también puso especial énfasis en la necesidad de extremar precauciones durante los primeros mil días de vida, desde la concepción hasta los dos años, un periodo especialmente sensible en el que tanto el feto como el lactante son más vulnerables a los efectos de los DE. “Los primeros mil días de vida son un periodo especialmente vulnerable, en el que estas sustancias pueden tener un mayor impacto. Sin embargo, también pueden afectar en otras etapas sensibles, como la adolescencia. Añadiría, además, el caso de pacientes oncológicos, cuyas barreras fisiológicas pueden estar debilitadas, especialmente aquellos con cánceres relacionados con el sistema endocrino, como el cáncer de mama o de próstata”, recuerda Myriam Montes. Este primer evento marca el inicio de una línea de trabajo que SVR desarrollará con continuidad. La compañía refuerza así su compromiso con la formación médica, la divulgación científica y la salud. Próximamente, está previsto un segundo encuentro en Madrid, que permitirá seguir ampliando el conocimiento sobre los DE entre profesionales y explorar nuevas estrategias de prevención aplicables desde la consulta y desde el hogar. Si quieres saber más, puedes contactar con SVR y/o su Comité Científico a través de este correo: comunidadmedica@svr.com
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