8 ECONOMÍA DE LA SALUD fortalecer los sistemas de salud locales y abordar todos los determinantes sociales de la salud. Se necesita un enfoque integral y coordinado para mejorar la capacidad de los sistemas de salud globales para tratar las enfermedades más agravadas por el cambio climático. “Necesitamos fuertes esfuerzos de mitigación para evitar los impactos más graves del cambio climático en la naturaleza, la economía y las personas”, advierten Shyam Bishen, Head of Healthcare del World Economic Forum y Terry Stone, Global Leader of Health and Life Sciences de Oliver Wyman. Sin embargo, la mitigación por sí sola no es suficiente, de manera que, grosso modo, la iniciativa del Foro Económico Mundial se centra en lograr que los sistemas de salud sean más resilientes y adaptables a los impactos del cambio climático. En concreto, se centra en tres pilares clave: generar evidencia para el cambio, promover sistemas de salud más resilientes e incentivar la acción. Con ese fin analiza los impactos humanos y económicos prevenibles del cambio climático en once enfermedades y afecciones: malaria, dengue, cólera, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de estrés postraumático, retraso del crecimiento, hipertensión, enfermedad cardíaca isquémica, muertes y lesiones, enfermedades relacionadas con el calor y asma. Tras una exhaustiva exposición los autores del documento determinan que “una mejor prevención, mejores diagnósticos y nuevos tratamientos podrían reducir a la mitad los impactos del cambio climático en la salud”. La evaluación se centra en identificar áreas donde la innovación médica podría tener un impacto significativo. En este sentido, los hallazgos demuestran oportunidades significativas para mejorar la prevención, en particular en el desarrollo de vacunas. En el caso del dengue, por ejemplo, se han logrado excelentes avances, especialmente con la precalificación de la vacuna TAK-003 por parte de la OMS en 2024. Un mayor desarrollo podría extender este éxito a vacunas para otras afecciones médicas. Por su parte, el diagnóstico se beneficiaría de una mejora continua, en particular del desarrollo de herramientas asequibles, precisas y fáciles de usar en el punto de atención. En entornos con recursos limitados, la falta de pruebas diagnósticas rápidas y definitivas limita la intervención oportuna y el tratamiento eficaz, por ejemplo, para las enfermedades relacionadas con el calor y el asma. En términos de tratamiento, abordar la farmacorresistencia sigue siendo una necesidad apremiante debido a la baja adherencia al tratamiento y la limitada efectividad de las terapias, lo que obliga “SE NECESITA UNA INVERSIÓN APROXIMADA DE 65.000 MILLONES DE DÓLARES EN PREVENCIÓN, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO INNOVADORES DURANTE LOS PRÓXIMOS CINCO A OCHO AÑOS” entre innovadores en ciencias de la vida, diferentes agencias gubernamentales y naciones, organismos reguladores y organizaciones no gubernamentales, así como actores de los sistemas de salud, inversionistas y el mundo académico. La integración de datos climáticos y de salud impulsará aún más la innovación, conectando a científicos de diferentes campos de la salud y el medio ambiente, a la vez que crea plataformas y otras herramientas digitales para recopilar y difundir los datos. Así pues, se requerirá el desarrollo de sistemas de distribución e infraestructura eficaces para difundir nuevos protocolos de tratamiento y concienciar al público, a fin de apoyar la transición hacia sistemas de salud resilientes. Los países en vías de desarrollo, los más vulnerables a la crisis climática Otro punto que destaca el informe, como ya hemos mencionado, es que las poblaciones más vulnerables de las economías menos desarrolladas sufrirán las consecuencias más graves de las enfermedades provocadas por el clima. Parte del desafío mundial de la atención médica consistirá en adaptar los protocolos y servicios de tratamiento a los entornos locales,
RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=