IM MÉDICO #75

53 EL RETO DE LA INCONTINENCIA URINARIA La incontinencia urinaria tiene un alto impacto en la calidad de vida de quien la padece. Afecta a alrededor de 400 millones de personas en el mundo. En España, en concreto, hay más de seis millones de personas con incontinencia de las que dos millones son crónicos. Este problema permanece en muchas ocasiones oculta. Esta situación provoca infra diagnóstico y falta de foco en los sistemas de salud lo cual impacta enormemente en la calidad de vida y en los presupuestos necesarios para manejar esta patología. Desde la Asociación Española de Urología (AEU), están decididos a mejorar la calidad de vida de las personas y sus cuidadores. Éste es el objetivo del Plan de Actuación Consensuado: Cuidados enfermeros para la continencia y el manejo de la incontinencia urinaria, que se presentó en el pasado mes de febrero. “Es un reto y un honor poder trabajar en un plan que facilita herramientas de sensibilización sobre el impacto de la IU y ayuda a los profesionales sanitarios a aplicar sencillos procesos de atención, basados en evidencia, en su práctica clínica. Animo a todos los servicios de salud y sus profesionales a trabajar con él e implantarlo a través de programas específicos en Atención Primaria”, dijo entonces el Dr. Manuel Esteban Fuertes, jefe de Servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y expresidente de la AEU. La detección temprana es crucial, puesto que muchas formas de incontinencia son tratables, especialmente si se abordan en las primeras etapas del inicio del problema. Las soluciones aportadas pasan primero por sensibilizar a todos los actores del sistema nacional de salud, desde autoridades a profesionales sanitarios con especial foco en enfermería. Igualmente, por implementar formación específica para implantar planes de cuidados personalizados y establecer referentes en incontinencia urinaria en los centros de salud. El cáncer de próstata es el principal campo de aplicación. La prostatectomía radical robótica está obteniendo mejores resultados en términos de pérdida sanguínea, estancia hospitalaria, recuperación de la continencia urinaria y preservación de la función eréctil, gracias a la magnificación visual y la precisión de los movimientos. “La urología es la especialidad con mayor experiencia y evidencia científica que demuestra que la cirugía robótica mejora los resultados funcionales de la cirugía oncológica; sobre todo, la tasa de incontinencia urinaria en el caso de la prostatectomía radical”, ha declarado el Dr. Adrián Husillos, jefe de Servicio de Urología del Hospital Universitario Infanta Elena. A su juicio, “la robótica se puede aplicar a todas las cirugías oncológicas (nefrectomía parcial, cistectomía radical, etc.) y funcionales (colposacropexia, reimplante ureteral, etc.) de esta especialidad”. En cáncer renal, con la nefrectomía parcial robótica, se logra una mayor conservación del parénquima sano, con mejor control del sangrado y menor tasa de complicaciones. Del mismo modo, se ha extendido su uso en cistectomía radical con derivación urinaria intracorpórea, un procedimiento complejo en el que la cirugía robótica ha demostrado ser factible y segura en centros de alto volumen. Asimismo, la robótica se está abriendo paso en cirugías funcionales, como la pieloplastia en estenosis de la unión pieloureteral o la sacrocolpopexia en el prolapso de órganos pélvicos, especialmente en mujeres. Por un lado, el robot Da Vinci SinglePort (SP) permite realizar intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas a través de una única y pequeña incisión. Por otro lado, los nuevos desarrollos, como los sistemas robóticos compactos y modulares Incontinencia urinaria Cálculos urinarios Cistitis / Otras infecciones urinarias 2.253.269 674.057 2.021.261 CASOS DE AFECCIONES UROLÓGICAS EN ESPAÑA · 2023 Fuente: Base de Datos de Clínicos de Atención Primaria (BDCAP). Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social Elaboración: IM Médico (Hugo RAS, de Medtronic, Versius, de CMR Surgical, o TouMai, de MicroPort MedBot) prometen mayor accesibilidad. A medida que las tecnologías evolucionen, se espera una mayor integración y adopción de nuevas plataformas robóticas, así como su consolidación en el terreno de la cirugía urológica. Lo que es evidente es que la urología será aún más personalizada, digital y basada en datos. La integración de la IA con la historia clínica electrónica y los sistemas de imagen permitirá predecir complicaciones, optimizar tratamientos y mejorar el seguimiento de los pacientes. En oncología, con el desarrollo de biomarcadores moleculares y perfiles genómicos, se podrá estratificar mejor el riesgo, anticipar la respuesta a terapias y diseñar estrategias terapéuticas específicas. En ese sentido, el uso de terapias dirigidas y combinaciones con inmunoterapia ya está revolucionando el tratamiento del cáncer de vejiga avanzado y del carcinoma de células renales metastásico. El reto para los profesionales es adaptarse a las nuevas herramientas. La telemedicina y las apps de salud móvil están cobrando peso en el seguimiento de patologías crónicas como la HBP o las infecciones urinarias recurrentes. Todo esto aportará ventajas en lo que a control de síntomas, adherencia al tratamiento y comunicación médicopaciente se refiere.

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