IM MÉDICO #75

42 NEUMOLOGÍA JOSÉ GREGORIO SOTO COORDINADOR DEL ÁREA DE ASMA DE SEPAR (Nº COLEGIADO: 114111015) El asma es una enfermedad crónica de alta prevalencia en España, que afecta aproximadamente al 4 % de la población y conlleva una significativa carga asistencial. “El 60 % de los asmáticos adultos presenta al menos una enfermedad concomitante, y un 12 % de ellos, tres o más”, apunta el doctor José Gregorio Soto, coordinador del Área de Asma de la SEPAR, desde el 2022, y jefe de Servicio de la Unidad Clínica de Gestión de Neumología y Alergia del Hospital Universitario de Jerez. La creación de la Unidad Funcional de Asma, integrada por profesionales médicos y de enfermería de neumología, otorrinolaringología y alergología, es prueba inequívoca del éxito y de la necesidad de un abordaje interdisciplinar. “La unidad cuenta con una actividad asistencial coordinada que beneficia el abordaje, tanto diagnóstico como terapéutico, de los pacientes más complejos”, asegura José Gregorio Soto, y continúa: “La actividad asistencial se desarrolla en consultas externas de nuestro centro. Así, dispone de dos consultas monográficas de asma: una destinada al asma de control difícil, y otra actividad no programada para pacientes que requieren atención preferente o urgente sin necesidad de ingreso hospitalario”. Estas unidades multidisciplinares son esenciales si tenemos en cuenta el uso de recursos sanitarios asociados a esta patología. “En España, la factura anual del asma asciende a 1.480 millones de euros, lo que supone alrededor de un 2 % del gasto sanitario. Un 70 % de este importe se deriva de un mal control del asma”, advierte. En los últimos años, se han producido numerosos y relevantes avances en el abordaje del asma, tanto en el ámbito de la innovación terapéutica como en la mejora del diagnóstico precoz. “Se han desarrollado tratamientos dirigidos a dianas terapéuticas específicas genéticas o biológicas, suponiendo un enorme progreso”. En cuanto a los procedimientos diagnósticos, “desde hace unos años, se puso en marcha el análisis del esputo inducido como técnica diagnóstica no invasiva propia de centros terciarios y de excelencia en asma”. No obstante, hay que mejorar el control y seguimiento de la afección. “Es una enfermedad que por su naturaleza intermitente está poco controlada y tiene un seguimiento inadecuado. De hecho, entre el 60 % y 70 % de los pacientes diagnosticados están mal tratados”. En un paso previo, también hay que ampliar la detección temprana. “Resulta imprescindible optimizar la precisión diagnóstica de los pacientes con asma grave y de mal control, caracterizar los fenotipos específicos de la enfermedad, y el abordaje de diagnósticos diferenciales”. También, añade, es preciso mejorar el manejo interdisciplinar incorporando especialistas de psicología y pediatría. Los casos de asma grave que, “aunque representan un porcentaje muy pequeño del total de asmáticos (alrededor de un 3 %), suponen hasta la mitad de los costes por asma”. Aquí, las unidades de asma grave multidisciplinares se configuran como el paradigma asistencial: “La atención sanitaria de estos pacientes en unidades especializadas ha generado una mejoría asistencial (efectividad), reduciendo notablemente los costes económicos (eficiencia)”. Para ello es fundamental contar con el respaldo de la administración sanitaria, asegura José Gregorio Soto: “Hay que avanzar en una acción coordinada que implique al Estado y a las CC. AA. respecto a las unidades de asma grave y el papel fundamental que desempeñan en términos de equidad en el acceso al diagnóstico precoz”. El envejecimiento de la población, la calidad del aire, el cambio climático o las futuras pandemias se presentan como los principales desafíos de la salud respiratoria. “Estas circunstancias estarán acompañadas de una tendencia favorable de innovación terapéutica que ayudará a la promoción de la salud”. Junto a ello, será clave monitorizar y evaluar los indicadores socioeconómicos de la población para identificar a los más vulnerables, orientar la atención a las necesidades del perfil de los pacientes con nuevas formas de trabajo multidisciplinar, incorporar las TICs y la digitalización, y una apuesta decidida por la inversión en I+D+i. “EL 60 % DE LOS ADULTOS ASMÁTICOS PRESENTA AL MENOS UNA ENFERMEDAD CONCOMITANTE, Y UN 12 % DE ELLOS, TRES O MÁS”

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