IM MÉDICO #75

34 NEUMOLOGÍA están siendo reemplazados por regímenes más cortos y totalmente orales. El esquema BPaLM, que combina bedaquilina, pretomanid, linezolid y moxifloxacino, es un tratamiento de seis meses que ya está cambiando la vida de los pacientes con tuberculosis multirresistente (TB-MDR). La IA en la lucha contra la tuberculosis Uno de los avances más destacados mencionados por Caylà es la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. La IA y el análisis de grandes volúmenes de datos “pueden desempeñar un papel crucial en la detección y control de la tuberculosis, mejorando tanto la rapidez como la precisión del diagnóstico”. Entre los usos más prometedores de la IA se encuentran el análisis de imágenes médicas, como las radiografías de tórax, para detectar signos de tuberculosis, incluso en fases iniciales de la enfermedad. Asimismo, la IA permite “acelerar la identificación del M. tuberculosis en muestras de esputo mediante visión por computadora o técnicas moleculares automatizadas”. Otro campo de aplicación es la predicción de brotes a través de modelos predictivos que utilizan datos epidemiológicos, que “permiten a la IA predecir áreas con alto riesgo de brotes”. La innovadora tecnología tiene el potencial de transformar el control de la enfermedad en varios frentes al “desarrollar sistemas automatizados que alerten a las autoridades sanitarias sobre posibles aumentos inusuales en los casos”, mejorando así la capacidad de respuesta ante brotes. Por otro lado, el uso de “aplicaciones móviles alimentadas por IA” permite el seguimiento de pacientes, el envío de recordatorios para la toma de medicamentos y la detección temprana de signos de abandono del tratamiento. Mediante Big Data, se identifican patrones de abandono y perfilan a los pacientes con mayor riesgo de interrumpir su tratamiento. En términos de optimización de recursos, “el análisis de datos puede guiar la distribución de medicamentos y personal médico hacia las zonas más afectadas”, asegurando una asignación más eficiente. Por último, la IA también juega un importante papel en la investigación, ayudando a “identificar nuevas moléculas con potencial antimicrobiano” y a rediseñar terapias más efectivas, especialmente frente a cepas resistentes. Mejorando la adherencia al tratamiento Uno de los mayores desafíos en el manejo de la tuberculosis es la adherencia al tratamiento. Los pacientes, especialmente aquellos en situaciones sociales vulnerables, como indigentes, presos, y personas con adicciones, a menudo tienen dificultades para cumplir con los largos regímenes de tratamiento. Por ello, es esencial desarrollar soluciones personalizadas, tal como observamos que “en heroinómanos, los programas de mantenimiento con metadona fueron muy eficientes”. Aparte de los tratamientos convencionales, la supervisión directa del tratamiento (TDO, o DOT por sus siglas en inglés) se ha convertido en una herramienta indispensable para garantizar que los pacientes con factores asociados a abandono del tratamiento sigan el régimen terapéutico correctamente. “En general, a los pacientes con estos factores de riesgo conviene ofrecerles TDO, lo cual puede ser mediante el ingreso en un centro adecuado de control o a nivel ambulatorio”, agrega. Más recursos y políticas públicas eficaces A pesar de los numerosos avances, la tuberculosis sigue siendo una “enfermedad olvidada” en muchos países, a pesar de que su carga mundial continua siendo alta. En 2023, se estimó que hubo más de 10 millones de casos y 1,2 millones de muertes. Joan Caylà remarca la necesidad de un cambio en las políticas públicas para que esta enfermedad sea una “prioridad política”. Finalmente, recuerda que la tuberculosis no es una enfermedad del pasado. “Es vital no subestimar la tuberculosis y seguir atentos a sus síntomas, especialmente en zonas urbanas con alta vulnerabilidad socioeconómica”, concluye. La detección temprana y el tratamiento adecuado son claves para controlar esta enfermedad, que representa un reto global aunque haya experimentado avances en términos de diagnóstico y tratamiento. + “NO SE PODRÁ ALCANZAR EL OBJETIVO DE LA ESTRATEGIA DE LA OMS END TB DE DISMINUIR LA INCIDENCIA DE TUBERCULOSIS EN ESPAÑA Y EN LOS PAÍSES DE EUROPA OCCIDENTAL EN UN 50 % ENTRE 2015 Y 2025”

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