IM MEDICO #66

55 La revista Radiología ha publicado recientemente un artículo al respecto titulado Eficacia y seguridad de la embolización de arterias uterinas en el manejo de la hemorragia posparto, avalado por los especialistas de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). La doctora Lonjedo detalla cómo entre las ventajas principales de esta técnica nos encontramos con que se trata, precisamente, de una intervención mínimamente invasiva, por lo que la recuperación es“prácticamente inmediata, ya que no se abre ninguna cicatriz en el cuerpo”. En cuanto a las contraindicaciones, las que pudiera haber están relacionadas con “la imposibilidad de navegar por las arterias o por las alteraciones de la coagulación graves”. Un 98% de éxito La incidencia en Europa de la hemorragia posparto, según el parto, oscila entre el 3,36% tras el parto vaginal y el 2,83% tras la cesárea. El grado de eficacia de esta técnica es del 98%. “Se aplica desde hace ya años como tratamiento de urgencia en la hemorragia posparto”, avanza la doctora, que considera “necesario” que el hospital cuente con radiólogos intervencionistas de urgencia para dar solución a este problema. “Si la causa de la hemorragia posparto es la atonía del útero, es decir, que el útero no se contrae de manera eficaz después del parto, la posibilidad tras la embolización con material reabsorbible es alta”, matiza la especialista.“No obstante -agrega-, hay otras causas menos frecuentes de hemorragia posparto que pueden condicionar la viabilidad del útero posteriormente. Lo que es cierto es que la alternativa quirúrgica es la histerectomía, no dejando ninguna posibilidad a un embarazo posterior”. Y es que hasta la introducción de la embolización de arterias uterinas, cuando las medidas conservadoras como la administración de fármacos uterotónicos o el balón intrauterino no funcionaban, se empleaba el tratamiento quirúrgico (ligadura de arterias uterinas o histerectomía -extracción del útero-) como solución, imposibilitando, por lo tanto, un posterior embarazo. Un camino hacia la accesibilidad en todos los territorios Esta técnica, sin embargo, del mismo modo que supone en muchos de los avances médicos y científicos, no es aplicable de la misma manera y en iguales condiciones en todos los países del mundo. Cuando se da la cifra de que, aproximadamente, el 5% de las mujeres que dan a luz pueden experimentar hemorragia posparto, este dato engloba a los países subdesarrollados. Esta avanzada técnica necesita, explica la doctora en este sentido, “de una tecnología que nos permita realizar cateterismos en ese momento del parto y esto está disponible los países occidentales con una atención hospitalaria terciaria en nuestras circunstancias, lo que sí que favorece esta técnica es la preservación uterina frente a la histerectomía, en los casos graves de hemorragia posparto”. Se trata, además, de una técnica bien desarrollada, que utiliza catéteres de perfil muy bajo y un material que se reabsorbe. “La mejoría en el desarrollo y la facilidad de realizar estos procedimientos cuando sean necesarios” son algunas de sus características. La evolución de la técnica debe continuar en el camino hacia “la accesibilidad de todas las pacientes a los hospitales en los que hubiera radiología intervencionista de urgencia”. Factores que intervienen Existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades de que aparezca una hemorragia posparto. Algunos de estos factores son “la edad temprana de embarazo, al tiempo que la edad más madura; las técnicas de inseminación in vitro; el mal control durante el parto; antecedentes quirúrgicos previos; el antecedente de una hemorragia posparto previa, así como parece que hay una relación con un incremento en la población de raza negra de esta patología”. La edad de la paciente, en concreto el retraso de la maternidad, no solo interfiere en el sangrado sino también en otros aspectos, como ya se ha abordado en numerosas ocasiones, como la fertilidad. Otros factores que también condicionan la fertilidad son la alimentación de la mujer en búsqueda de embarazo o el estrés. “Al mismo tiempo existe hoy en día, en los países civilizados, un buen control de todo el embarazo y es una asistencia en caso de embarazos de riesgo, que nos permite adelantarnos y realizar un soporte adecuado de “ESTA TÉCNICA CONSISTE EN TAPAR LAS ARTERIAS UTERINAS QUE CATETERIZAMOS DESDE UNA ARTERIA PERIFÉRICA, NORMALMENTE LA ARTERIA FEMORAL QUE ESTÁ EN LA INGLE” la mujer durante todo su embarazo”, matiza la especialista. La doctora Lonjedo explica que la atención con embolización no es una técnica exclusiva de la Ginecología, sino que también se da en distintas especialidades. “También realizamos embolizaciones de otros territorios con otras especialidades médicas como interlocutores”, explica, añadiendo: “Realizamos embolizaciones cuando hay un sangrado intestinal, cuando hay un sangrado nasal o cuando hay un sangrado pulmonar, entre otros. También realizamos embolizaciones en pacientes con traumatismos severos, por lo tanto, trabajamos con los cirujanos generales, con los traumatólogos, con los neumólogos, otorrinolaringólogos, etcétera, siendo la embolización un tratamiento habitual en las urgencias de causa hemorrágica”. En definitiva, y como dato a destacar, la doctora Lonjedo recuerda que la radiología intervencionista supone, en el caso de los sangrados, “una asistencia mínimamente invasiva y con un índice de solución del problema con la embolización del vaso sangrante de una manera muy eficaz”. “En el caso de la hemorragia posparto -finaliza-, añade la posibilidad de mantener la fertilidad, pues la alternativa quirúrgica cuando no funcionan los métodos mecánicos es la histerectomía”. +

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