IM MÉDICO #60.2 ESPECIAL SALUD DIGITAL

im MÉDICO | 60.2 19 Colaborador en eHealth de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la telemedicina es un término amplio que abarca el uso de las tecnologías de la información para la transferencia de información médica con finalidades diagnósticas, terapéuticas y educativas entre los profesionales y los pacientes o entre los propios profesionales”. La percepción del Dr. Sanz, en este sentido, es que, actualmente, “hay un ‘batiburrillo de cosas’ y se ha quedado todo a medio hacer. Parece que hayamos ‘parado en seco de la noche a la mañana’, de querer hablar de telemedicina y de mejorar la Atención Primaria, todo ha quedado en una lluvia de ideas o ‘brainstormings’, y al final estamos igual”. Claves de su estancamiento ¿Pero cuáles son, realmente, las barreras que impiden el empuje de esta herramienta clínica? Los expertos consultados por IM Médico apuntan un amplio conglomerado de aspectos que pueden dificultar y desalentar tanto a los profesionales como a los propios pacientes a usar la telemedicina en el primer nivel asistencial. De acuerdo con el Dr. Carlos Durán, coordinador del Grupo de Salud Digital de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “existen muchas barreras que, evidentemente, limitan el uso de la telemedicina en el día a día”. Una a la que este experto hace referencia es “la interoperabilidad de los servicios sanitarios, el poder acceder a una historia clínica de otra comunidad autónoma. En realidad, el problema es que las CC.AA. no están ni al mismo nivel operativo ni al mismo nivel tecnológico, ni, incluso, en cuanto a la cartera de servicios”. A ello añade también la forma en que esta herramienta, desde su punto de vista, se instauró durante la pandemia. “No es lo mismo que se establezca como un programa, de manera progresiva o de prueba piloto, que implantarlo como una necesidad obligatoria”. De la misma forma, el profesor Saigí considera que no se han Herramientas digitales como la telemedicina fueron esenciales y solicitadas a lo largo de la pandemia de la Covid-19 para continuar brindando servicios básicos de atención médica a los pacientes y mantener el contacto más cercano posible tanto con ellos como entre los profesionales sanitarios. Tal es así que, incluso, hubo quienes pensaron que, en un horizonte no muy lejano, sustituiría gran parte de la consulta presencial, sobre todo, aquella que no precisa, necesariamente, un contacto físico. Sin embargo, con la vuelta a la normalidad, hay dudas sobre la continuidad del uso de dicha herramienta en Atención Primaria. “Teníamos esperanza en que tras la pandemia iba a cambiar la situación y optimizarse nuestra manera de trabajar, pero la triste realidad es que hemos vuelto a donde estábamos al principio”, recuerda el coordinador nacional de innovación digital en salud de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Dr. Francisco Javier Sanz. “Parece que nos hemos olvidado ya de la telemedicina cuando realmente podríamos seguir beneficiándonos de ella”, añade. En línea con lo anterior, Francesc Saigí, profesor de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), opina que “hemos perdido una gran oportunidad de derribar barreras e implementar la telemedicina en los centros de salud, hemos vuelto a tropezar con la misma piedra”. No obstante, el profesor Saigí no olvida la importancia del papel de la telemedicina en los últimos dos años. “Hemos conseguido derribar muchos muros que existían antes de la pandemia”, tal como subraya. “Sí que es cierto que le hemos sacado ventaja a otros dispositivos como el teléfono, aunque eso no se considere telemedicina, y se está utilizando como una herramienta más en nuestro día a día en la consulta cuando realmente lo que se pretende es, en vez de utilizar el teléfono, hacer más uso de la telemedicina”, indica el Dr. Sanz. Al respecto, conviene esclarecer qué abarca la telemedicina. De acuerdo con el profesor Saigí, también responsable del Centro Clarificar conceptos La telemedicina abarca un amplio abanico de términos y, en este sentido, conviene distinguirla de otros conceptos que, habitualmente, suelen entremezclarse en este contexto como teleconsulta, videoconsulta, etc. que distan de lo que, hoy en día, se entiende como telemedicina, definida, según la OMS, como “la prestación de servicios de atención médica a distancia con comunicación realizada entre proveedores de atención médica que buscan orientación clínica y de apoyo de otros proveedores de atención médica (telemedicina de proveedor a proveedor); o realizada entre usuarios remotos de atención médica que buscan servicios de salud y proveedores de atención médica (telemedicina de cliente a proveedor)”. Desde el punto de vista del Dr. Abdon Eguía, “es importante clarificar conceptos, porque no todos significan lo mismo. A la hora, por ejemplo, de hablar de teleconsulta, se entiende, como su nombre indica, una consulta a distancia. Es algo bastante sencillo, que puede servir también como un cierto control sobre síntomas que exprese un paciente cuando le preguntamos vía teléfono, vía internet, pero sin ir más allá de una conversación”. Mientras, como expone, “la telemedicina es una teleconsulta más amplia. Cuando se realiza telemedicina, por ejemplo, con un paciente con insuficiencia cardíaca, este tiene acceso a una tablet y dentro de esta, acceso a un programa que está conectado vía Bluetooth con otros dispositivos médicos. Cuando llamamos al paciente para la sesión de telemedicina, al mismo tiempo se pueden ver en el ordenador los resultados de una serie de parámetros como tensión arterial, saturación de oxígeno, etc.”, explica este experto. Asimismo, con la telemedicina se maneja una variedad de herramientas que permiten el uso de más datos o tener una mejor orientación diagnóstica. De ahí que se incluya el término de ‘medicina’ al permitir hacer diagnóstico y tratamiento de forma remota y en condiciones adecuadas.

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