IM MÉDICO #59

RESULTADOS EN SALUD im MÉDICO | 59 64 como en la realización de acuerdos, con el fin de no frenar la entrada de los medicamentos. Sus propuestas pasan, en primer lugar, por “el establecimiento de un procedimiento específico” para la financiación de los medicamentos. Lo que existe es una norma de carácter general, la Ley del Procedimiento Administrativo Común, que se aplica no sólo a medicamentos, sino también en otros aspectos de la Administración. “Al igual que existe en la Agencia Europea un procedimiento centralizado, con un proceso claro, predecible, con unas etapas, podría hacerse una réplica en nuestro sistema sanitario y tomarlo como ejemplo para establecer un procedimiento de financiaciónque fuerapredecibley transparentepara las compañías farmacéuticas”, sugiere. En él se podrían establecer etapas donde existeuna comunicaciónentre laAdministración y las compañías farmacéuticas que permitan acortar los tiempos. Otro de los puntos que menciona es precisamente el establecimiento de un proceso de acceso temprano. “Los pacientes no puedenesperar a tener ciertosmedicamentos. Tipificar quémedicamentos sonyestablecerunprocesodeaccesotempranopara losque aportanmayor beneficio a los pacientes es fundamental”, expresa. Otropunto sería una reforma de los criterios de financiación, que fueran claros y transparentes. Justifica que, “cuánto más claras estén esas reglas y las compañías farmacéuticas las conozcan, más factible es que, cuando tienen que presentar una propuesta, esté más alineada con lo que pide la Administración”. Y un punto adicional es la incorporación de los pacientes dentro del proceso de financiación. A los médicos, que conocen a los pacientes y los medicamentos, igualmente “hay que tenerlos en cuenta”. Todo esto pasa por un cambio de modelo. Por otro lado, “hay que mejorar los informes de posicionamiento terapéutico, que ahoramismo se utilizan como uno de los informes clave para tomar la decisión de financiación de fijación de precio”. Opina que hay que revisar su estructura para que contengan toda la información que necesita la Administración y que, a su vez, no sea restrictiva. Los pagos con resultados es otro de los puntos que está dentro de las propuestas que Farmaindustria ha transmitido a la Administración. “Sonmodelos que se emplean paramanejar esa incertidumbrequepercibe laAdministracióncuando losmedicamentosno estándesarrollados como les gustaríaoa lamanera convencional”, apunta. Esosmodelosdepagopor resultados se llevanacordando con las compañías farmacéuticas desde 2019. Otrosmodelos son los acuerdos de techo de gasto, que establecen un coste máximo anual por paciente, o los acuerdos que permiten una rebaja de precio cuando se va adquiriendo más volumen de envases. En resumen, “todos estos tipos de acuerdos permiten gestionar la incertidumbre económica y, en el caso de los acuerdos de pago por resultados, la incertidumbre de tipo terapéutico”. ¿En qué patologías pueden ser más beneficiosos para los pacientes los modelos de pagos por resultados? “Los modelos de pago por resultados, que están recogidos en muchos manuales, son más adecuados para los casos en los que la Administración percibe que un medicamento presenta incertidumbre porque la investigación clínica no arroja los resultados con una evidencia en línea a como se presenta en un medicamento clásico. Pero en estos casos, los medicamentos no deberían ser financiados con una restricción más allá de la indicación autorizada en su ficha técnica. Si solamente se selecciona el perfil de la población incluida en el ensayo clínico ahí no hay incertidumbre, la mayor incertidumbre procede de aquellos pacientes que por sus características no están incluidos en el ensayo clínico, pero sí lo están en la ficha técnica del medicamento autorizado. Carece de sentido que en la financiación se decida restringir la población candidata al tratamiento adicionalmente de lo que dice la ficha técnica y además establecer un acuerdo de pago por resultados”. especiales, que se llaman excepcionales, a los cuales luego les pone unos requisitos de seguimiento, para ver cómo funcionan en los pacientes”, señala Pineros. Hayque tomar ladecisióndefinanciacióndeesosmedicamentos, a pesar de haber sido autorizados rápidamente, cuando llegan a nuestro SNS.“Sepercibepor partede laAdministracióncomomedicamentosquenohansidoensayadosydesarrolladosdeunamanera convencional. Enestecaso, lamediciónde los resultados envida real puededespejar la incertidumbrepercibidapor laAdministraciónyno debe ser un frenoparafinanciar losmedicamentos”, manifiesta. De esta manera, propone “ser coherentes con lo que está haciendo la EMA y tomar la decisión de financiar con el compromiso de realizar unamedición de resultados en salud”. Sólo seis de cada diez medicamentos que aprueba la Comisión Europea están disponibles en nuestro país. El objetivo es que, cuando el medicamento se presenta para tomar la decisión de financiar, y la Administración no obtenga todos los resultados que legustaría, no seaun frenoparano tener esosmedicamentos financiados. Ladirectoradel DepartamentodeAccesopuntualiza que Farmaindustria se pone al servicio de la Administración para colaborar en loque precise, tanto en el desarrollode plataformas “Hay que mirar más allá de lo que supone el envase en sí, del coste unitario de un medicamento”

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