IM MÉDICO #57

im MÉDICO | 57 55 “Estamos empezando a entender, con nuevos estudios, que el asma es una enfermedad inflamatoria, y casi siempre queremos tratar la inflamación al mismo tiempo que tratamos los síntomas” “Si conseguimos que la gente entre en remisión, podemos evitar usar tratamientos biológicos durante 10, 20, 30 o 40 años”, afirma. Alcanzar ese horizonte sería lo ideal. Tratamientos actuales Son esos tratamientos biológicos los que le permiten hablar de una posible remisión clínica. No obstante, el problema aún presente sería que la sintomatología vuelve cuando se detiene la administración del medicamento. Para el doctor, es quizá uno de los aspectos “más emocionantes” de la investigación médica sobre nuevos tratamientos biológicos. Cuando se prueba uno, se trata de determinar si bloquea la señal “corriente arriba” e inhibe todos los procesos inflamatorios diferentes “durante el tiempo suficiente”. Es decir, parar el tratamiento y que la remisión continúe. “Paramí, ese sería el punto de cambio de paradigma para la enfermedad, cuando se alcance ese punto clínico”, zanja. Controlar el asma, controlar la inflamación Hoy, la clave para un buen control (incluso una remisión sin síntomas) del asma en grandes conjuntos de población son los esteroides inhalados. “No los usamos todo lobienquepodríamos”, reconoce Menzies-Gow. Una alternativa también recurrida es complementarlos con agonistas beta-2 de acción prolongada para abrir las vías respiratorias. “Estamos empezandoaentender, connuevos estudios, que el asma es una enfermedad inflamatoria, y casi siempre queremos tratar la inflamación al mismo tiempo que tratamos los síntomas”, explica. Global Initiative for Asthma De entre las múltiples guías sobre esta enfermedad, destaca la de GINA (Global Initiative for Asthma), que alerta sobre las altas dosis de terapia inhalada en pacientes y pone el foco en otros desencadenantes, como alérgenos en casa, mascotas, el humo de los cigarrillos, incluso la contaminación ambiental en las grandes ciudades. Por estas razones, GINA apuesta por “evaluar primero sistemáticamente a los pacientes para asegurar que siguen el tratamiento adecuado: que se ha tratado el fumar (si es un problema), los desencadenantes y que se optimizan los inhaladores y la terapia inhalada lo más posible”. Y, si se da el caso, sustituirlos por los tratamientos biológicos que haya disponibles. Para determinarlo, se miden “de manera rutinaria” los niveles de óxido nítrico en la respiración (FeNO), de donde se extraen los eosinófilos en sangre, FeNO (óxido nítrico inhalado) y también alergias. “Sobre la base de estos tres biomarcadores se decide el tratamiento biológico”, concluye. De ahí que la combinación de abrir las vías y tratar la inflamación con corticoesteroides estéofreciendo, enbase a los resultados de los estudios publicados, “la clave de controlar el asma”. Y ante la hiperactividad de las vías respiratorias, uno de los síntomas del asma, pero también ante la inflamación de eosinófilos o una propia inflamación alérgica, hay tratamientos como tezepelumab (AstraZeneca), que se dirige a la linfopoyetina estromal tímica (TSLP), una citoquina epitelial clave, que puede bloquear las citoquinas ‘corriente arriba’a nivel TSLP y que puede tener un impacto beneficioso en los pacientes. Citocinas epiteliales en el asma grave Un pulmón humano extendido por completo tendría el tamaño similar a una pista de tenis. El epitelio pulmonar cumple un papel “importante” al entrar en contacto con todo aquello que inspiramos y espiramos. “Todo lo que desencadena el asma (ya seanalérgenos, virus, humodecigarros, contaminación, infecciones bacterianas)”, dice el experto, entra primero en contacto con esta barrera pulmonar. Es donde se desencadenan las inflamaciones. Una reacción alérgica genera citocinas epiteliales, siendo las tres más importantes la linfopoyetina estromal tímica (TSLP), la interleucina 25 y la interleucina 33. Esas citoquinas epiteliales pueden causar inflamación alérgica, inflamación eosinofílica e hiperactividad de las vías. Abordaje del asma severa en la actualidad El neumólogo británico recuerda que en la última década ha habido “una transformación” en la manera de tratar el asma severa. En la actualidadmenciona que hay “cinco terapias biológicas diferentes”. Entre ellas, los anticuerposmonoclonales que combaten solo partes “muy específicas” de la inflamación o el paso de los corticoesteroides orales “como laprednisolona” para tratamientos a largo plazo en favor de los medicamentos biológicos. “La mayoría de ellos vienen en forma de inyecciones subcutáneas cadados-ochosemanas. Tresmedicamentossedirigenalosglóbulos blancos eosinófilos, otro al anticuerpo alérgeno IgE y otro se dirige a dos citoquinas, la interleucina-4 y la interleucina-13 y reducen la inflamación de tipo 2”, desgrana.

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