IM MÉDICO #56

SALUD MENTAL im MÉDICO | 56 84 De lo contrario el tratamiento se ve abocadoa las recaídas y el fracaso terapéutico. Ademásde ser un error olvidarse del dolor cuando se trata una adicción a opiodes. Los investigadores confían en que los tratamientos para el dolor crónico, conacción sobre la sensibilización central, conlleven un mejor abordaje de las adicciones a los opioides. Aunque el doctor Slatten no es muy optimista respecto a que se pueda actuar químicamente sobre la sensibilización central a los opioides. Actualmente, tratar una adicción a opioides cuesta 30.000 dólares por paciente en la Clínica Mayo. Algunas aseguradoras lo cubren y otras no, mientras que esta cobertura queda fuera del sistema de protección Medicaid para personas con rentas bajas en Estados Unidos. Según Pew Charitable Trust, la crisis de opioides costó en gastos hospitalarios 1,94 billones de dólares en 2021, sobre unos costes sanitarios totales de35billones dedólares, 14,8billones enprocedimientos judiciales y 92 billones en pérdidas de productividad. Sanitarios dañados por la pandemia Entre sus conclusiones, la primera jornada de la Fundación Humans para la Humanización de la asistencia sanitaria, tras miles de experiencias cara a cara con la muerte, durante la pandemia de Covid-19, estuvo que muchos profesionales sanitarios resultarondañados en su esfera psicológica. Undaño que, en opinión de la fundación debe ser reparado desde un conocimiento más preciso del dolor sufrido, las diferentes subjetividades, la humanización, el autocuidado y la salud mental del profesional como áreaprioritaria, desde laperspectivadel humanismoparticipativo y la multidisciplinariedad. Propósitos a los que Humans dedicó talleres específicos, según explicó su presidente, el doctor Julio Zarco. En línea con el proyecto ATHENEA, que es un proyecto de ayuda, información y asistencia gratuita a profesionales de la salud en busca de respuestas eficientes a las necesidades físicas, psíquicas, sociales y legales de los profesionales afectados por la Covid-19. La ciencia confirma la relación estrecha entre consumo de cannabis y enfermedades mentales También servirá de estímulo el certamen para trabajos científicos convocado por la Sociedad Española de Urgencias Psiquiátricas (SEDUP) y lacompañía Janssen, paramejorar laatenciónclínicaa los pacientes conproblemasdesaludmental, siempredesde lapremisa de que detectar para actuar antes siempre es actuar mejor cuando se trata de trastornos mentales. Estresados, desmotivados y escasos Además de compartir carencias de profesionales sanitarios dedicados a la salud mental, tanto España como Estados Unidos, se enfrentanadificultades de relevogeneracional quepermitanoptar a unamejor atención a corto, medio y largoplazo. Pero es en el país americanodondeestacuestiónestáadquiriendoperfiles altamente preocupantes. Tal como informó el departamento de servicios de Salud Mental y Adiccionesdel estadodeOhio (EEUU), lademandadeprofesionales para los servicios de saludmental subió el 353%entre 2013 y 2019, con mayor repunte en 2021. Esto se traduce en mayores esperas para ser atendidos con el consiguiente riesgo para los pacientes. Para Eric Morse, CEO de Centers in Cleveland, este déficit dificulta el manejo de casos, la disponibilidad de consultas y una suficiente atención psiquiátrica en personas con abuso de sustancias. Situación empeorada por la Covid-19 que también eleva las tasas de sobredosis y suicidio. Lospacientesqueno llegana ser atendidos enserviciosdeurgencia searriesgan, enel casodequeocurraunepisodio, aquealguienavise a la policía y sean detenidos y se les imputen cargos. Ladificultadparaconseguirprofesionalesennúmerosuficiente radicaenqueel sector espocoatractivoyno seencuentrangestoresde casos, generalmentebuscados contitulaciónsuperior enpsicología, trabajo social o sociología. Personas que perciben 40.000 dólares al año en concepto de salario para asumir una carga de trabajo muy estresante por tener que llevar personalmente 100 expedientes. Además, las aseguradoras que dominan el sistema asistencial norteamericanopidenuna licenciaespecíficayexperienciademostrable para cubrir estos perfiles. Barreras que impiden que no se puedan cubrir las vacantes por jubilación o cambio de carrera profesional. Realidadesdistintasparecenconduciraqueprofesionalesdedicados a la saludmental se sientan igualmente estresados y desmotivados a los dos lados del Atlántico. Sin que tampoco en ambos sistemas sanitarios seobservenestrategias de caladoybienfinanciadas para capear el tsunami de trastornos mentales que se avecina.

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