IM MÉDICO #56

im MÉDICO | 56 7 En busca de las bases biológicas de la Covid persistente El Instituto de Salud Carlos III publicó una definición consensuada de la Covid persistente. Es muy similar a la de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El estudio que ha promovido el Instituto para ello busca las bases biológicas de la enfermedad. “Lo primero que hay que hacer es definir a qué le llamo enfermedad. Una vez que hemos llegado a una definición consensuada y metodológicamente robusta de lo que queremos estudiar, a partir de ahí lo que hacemos es entrar en el análisis biológico, en el análisis molecular, en el análisis fisiopatológico de qué es lo que subyace a ese conjunto de síntomas que hemos definido. Y éste es el objeto del proyecto”, describe Cristóbal Belda. Han definido qué conjunto de síntomas reúnen las personas a las que van a estudiar. Es el inicio de una enfermedad desconocida y que, “seguramente, como tantas enfermedades que se han ido describiendo a lo largo de los años, tendrá complementos, tendrá variantes y tendrá todo tipo de caracterizaciones”. ¿Cuál sería la hoja de ruta de esta investigación? “Me está pidiendo que calcule la hoja de ruta de una actividad científica. Lo primero era definir el grupo de personas sobre las cuales vamos a trabajar. El siguiente paso es analizar biológica y molecularmente a estas personas, ver si somos capaces de predecir el motivo de que en unas personas aparezcan unos síntomas y en otras aparezcan otros síntomas. Buscar herramientas terapéuticas que permitan mejorar los síntomas que tienen estas estas personas. A partir de ahí, ser capaces de intentar buscar mecanismos predictivos de saber con suficiente antelación qué persona que tiene una infección aguda por SARS-CoV-2 puede desarrollar una Covid persistente”, responde. En el momento en el que se pueda identificar un mecanismo predictivo, “habrá alguna diana terapéutica sobre la cual actuar”. Al fin y al cabo, “no deja de ser la hipótesis de intentar conocer cuál es la consecuencia para ir hacia atrás”. Sería un proceso de ingeniería inversa. municación eran los que ibandirigidosaesaaudienciaynuestros mensajes estaban redactados en un registro que era para esa audiencia. Nuestra audiencia se haampliadoyhemos tenidoque empezar a incorporar una serie demensajes,queyacomenzaban a calar dentro de nuestra forma de entender nuestra relación extramuros antes de la pandemia”, pronuncia. La realidad es que la organización sigue siendo la misma, perose lesha incorporado una audiencia nueva. El principalmensajeparaellaes que “la ciencia protege la salud”. Le decimos que nos acaba de dar el titular de la entrevista.“Es quenohayotra.Esasídesencillo”, piensa. Actuaciones reforzadas Belda señala que“el Instituto, en estos momentos, sigue desplegando las mismas actuaciones que desplegaba antes de la Covid-19”. “Más reforzadas, lasmismas actuaciones que desplegó durante la Covid, ya adaptadas a una realidad que yo creo que somos todos conscientes, que es completamente distinta, y preparándose para lo que va a ser el Instituto de Salud Carlos III de los próximos años”, añade. Éste es un organismo financiador de la ciencia orientada a la salud. “Y esto es una cosa que hemos seguido haciendo durante la Covid”, asegura. Deacuerdocon suspalabras, aumentaron lafinanciación para sus grupos, para los grupos de investigación que les piden financiación y, además, sumaron financiación para investigar contra la Covid. Deja claro que “no se detrajo ni un céntimo de la investigación general; cáncer, cardiovascular, neuro, enfermedades raras, etcétera”. La financiación frente a la Covid se mantiene, aunque con un sentido de urgencia diferente a la inicial. “Lo que teníamos que investigar cuandonohabíavacunas, cuandono se sabíanadade la enfermedad, eraunacosa. Hoyendía, loque tenemosque investigar soncosasdiferentes, porqueyasehaalcanzado larespuestaenalgunaspreguntas yhansurgidootraspreguntasdiferentes”, puntualiza. Por otro lado, siguen lanzando proyectos estratégicos que les permiten adentrarse dentro de lo que es la reforma que ideó Raquel Yotti, actual secretaria general de Investigación y directora general del Instituto de Salud Carlos III durante las situaciones más complicadas de la pandemia, junto a su equipo. Consiste en un plan estratégico para incorporar una serie de capacidades nuevas a la organización con la intención de reforzar nuestro Sistema Nacional de Salud y nuestro Sistema de Salud Pública con la puesta en marcha del laboratorio de máxima seguridad, el laboratorio de bioseguridad 4, el Centro de Investigación en TerapiasAvanzadas y lanueva EscuelaNacional deSanidad,“junto conotraseriede reformasque internacionalizanel Instituto, conuna presencia mayor, y que incorporan a los pacientes y a sus familias en el discurso normal que un centro de investigación debería tener y que de hecho tiene”. En resumen, los tres grandes momentos son “financiación, ciencia y llevar a cabo las reformas que inició la doctora Yotti y que están soportadas por el Plan”. El presupuesto del Instituto de Salud Carlos III roza los 600millones de euros para el año 2022. Ahí hay que incluir el soporte de la infraestructura, el de la gestión, el de la luz y otras partidas. “Si nos vamos aadministraciones anteriores, no llegábamos a los 300”, avisa Belda. Se ha duplicado. Uno de los proyectos estrella es IMPaCT, que tiene como misión establecer los pilares para facilitar el despliegue efectivo de Medicina de Precisión en el Sistema Nacional de Salud.“Es labase de la estrategiade la cienciaorientadaa lamedicinapersonalizadade precisiónyahí laactividadcientíficaorientadaalasaludtienemuchísimoquedecir”, defiendeBelda, quees oncólogo. Seha construido con tres secuencias de convocatorias públicas de subvenciones. La de este año es la tercera, donde ya teóricamente deberían

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