IM MÉDICO #56

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES im MÉDICO | 56 56 ¿Qué relación existe entre la salud mental y la enfermedad cardiovascular? Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en los países desarrollados1. Entre estas enfermedades se encuentra el infarto agudo de miocardio como una de sus principales expresiones clínicas. Además, si tenemos en cuenta las últimas tendencias, es esperable un aumento en su incidencia en los próximos años2. Esto se cumple también en España, donde en 2020 las ECV seguían siendo la primera causa de muerte, ocasionando el 24,3% de las defunciones. Dentro de las ECV, la cardiopatía isquémica continúa siendo la causa más frecuente de muerte total en nuestro país, suponiendo el 6% de la mortalidad en España3. De igual manera, en Europa, la salud mental es una de las principales preocupaciones de salud pública en términos de prevalencia, carga de enfermedad y discapacidad. Se estima que los trastornos mentales afectan a más de un tercio de la población europea4 y unos 450 millones de personas en el mundo padecen un trastorno mental o de comportamiento en un momento dado de su vida. El estudio más representativo en nuestro medio a este respecto incluye a treinta países europeos y señala que las tres alteraciones más frecuentes son los trastornos de ansiedad con 69,1 millones, la depresión unipolar con 30,3 millones y el insomnio con 29,1 millones. En España, en concreto, se puede afirmar que el 10% de la población padece al meEnos un trastorno mental en la actualidad y que algo más del 15% lo padecerá a lo largo de su vida5. Es llamativo además el infratratamiento de la ansiedad y la depresión en nuestro país, lo cual contribuye a incrementar los costes sociales y económicos de la enfermedad mental6. La depresión es un desorden emocional que incapacita a la persona para llevar a cabo las actividades funcionales y sociales diarias y la inhabilita en mayor medida ante la presencia de enfermedades crónicas7. Aparece en mayor proporción en personas que han sufrido un infarto que en la población general8 y se ha propuesto como factor pronóstico en dichos pacientes9. Además, no sólo se ha registrado tras la presencia de un evento cardiovascular, como cabría esperar, sino que se ha consolidado como variable de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedad coronaria en la población general10. La American Heart Association recomienda que la depresión sea reconocida como factor de riesgo de forma similar a la dislipemia, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo. Sin embargo, en lo que se refiere a la ansiedad y el estrés, la evidencia de esta asociación es controvertida11,12,13. Algunos

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