IM MÉDICO #56

im MÉDICO | 56 19 TASASDEMORTALIDADPORCAUSAS (Defunciones por cienmil, todas las edades) Mujeres Hombres Ambos Enfermedades del sistema circulatorio 264,66 241,06 253,09 Enfermedades cardíacas reumáticas crónicas 3,80 1,63 2,74 Enfermedades hipertensivas 39,66 20,23 30,14 Infarto agudo de miocardio 22,26 36,85 29,41 Otras enfermedades isquémicas del corazón 25,49 41,24 33,21 Insuficiencia cardíaca 48,71 32,73 40,88 Otras enfermedades del corazón 55,01 46,04 50,61 Enfermedades cerebrovasculares 60,27 48,53 54,52 Aterosclerosis 3,00 2,21 2,61 Otras enfermedades de los vasos sanguíneos 6,47 11,59 8,98 Fuente: Encuesta de morbilidad hospitalaria 2020. INE Los accidentes cerebrovasculares fueron la causa subyacente de 7% de las muertes en los países de la OCDE un52%enpromedioentodos lospaísesde laOCDEypaíses socios desde 2000. Para accidentes cerebrovasculares, así como para IHD, la reducción de algunos factores de riesgo (principalmente el tabaquismo) ha contribuido a que haya menos muertes, junto con la mejora de los índices de sobrevivencia después de un episodio agudo, loque refleja unamejor calidad de la atención. Mortalidad evitable En 2019, en todos los países de la OCDE, más de tres millones de muertes prematuras de personas de menos de 75 años pudieron haberse evitado con mejor prevención e intervenciones de servicios de salud. Esto representa más de una cuarta parte de todas las muertes. La principal causa tratable de mor tal idad en 2019 fueron las enfermedades circulatorias (principalmente infartos y accidentes cerebrovasculares), que representaron el 36% de las muertes prematuras susceptibles de tratamiento. La prevalencia de las enfermedades de las válvulas del corazón aumenta con la edad. Tanto es así que, cerca de una de cada ocho personas de 75 años o más padece alguna valvulopatía moderada o importante. Como explicó en nota de prensa el Dr. Lluís Asmarats, cardiólogo del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona y ponente del congreso anual de la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (ACI-SEC), la estenosis aórtica degenerativa es la enfermedad valvular que con mayor frecuencia requiere tratamiento quirúrgico o percutáneo en Europa, seguida de la insuficiencia mitral. “La TAVI (implante valvular aórtico por vía percutánea) se ha establecido como el tratamiento de elección de la estenosis aórtica degenerativa a partir de los 75 años, aunque puede considerarse también en pacientes de alto riesgo quirúrgico independientemente de la edad”, detalló el especialista en cardiología. El principal beneficio del intervencionismo valvular radica en su naturaleza mínimamente invasiva. “Muchos de estos procedimientos se realizan con anestesia local y sedación, con cierre vascular percutáneo, lo que permite en muchos casos un alta precoz en 24 o 48 horas y, sin duda, una recuperación más rápida de los pacientes”, aseguró el Dr. Asmarats. Por otro lado, el Dr. Luis Nombela, cardiólogo del Hospital Clínico San Carlos, repasó las novedades en intervencionismo estructural no valvular. “En este campo, la estrategia terapéutica que más se ha desarrollado ha sido el cierre percutáneo de la orejuela izquierda porque han aparecido nuevos avances técnicos y nuevos dispositivos que nos han permitido ser más eficaces en cuanto al porcentaje de pacientes a los que se les puede realizar este procedimiento y, sobre todo, disminuir el número de complicaciones y obtener un mejor resultado sin dejar fugas”, señaló. El cierre percutáneo de la orejuela izquierda se realiza fundamentalmente en pacientes de edad avanzada que tienen fibrilación auricular, la arritmia más prevalente en la población general, y problemas de hemorragias. Para el Dr. Nombela, el principal reto en este campo va a ser “ampliar las indicaciones a pacientes que no han tenido sangrados previos o con riesgo hemorrágico no tan alto”. Una de cada ocho personas de 75 o más años padece alguna valvulopatía moderada

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