IM MÉDICO #55

CARDIOLOGÍA im MÉDICO | 55 86 Sin duda, la relaciónmás estrecha está entre el PM2.5 y la cardiopatía isquémica, tanto comodesencadenantede infartos demiocardio como con el desarrollo de placas de ateroma coronarias. En lamisma dirección, en los días conmás contaminación se han objetivadomás episodios demuerte súbita. Así que los efectos de la contaminaciónpueden ser tanto amuy cortoplazo (hablamos de horas a días), desencadenando un infarto demiocardio o una reagudización de insuficiencia cardiaca, como a largo plazo, por ejemplo, con la constatación de desarrollo de placas de ateroma silentes a lo largo de los años estudiadas mediante tomografía computarizada en poblaciones que viven en zonas altamente contaminadas. Se estima que más de 300.000 muertes anuales en Europa por cardiopatía isquémica están relacionadas con la contaminación. Otras publicaciones científicas han puesto de manifiesto la asociación entre la contaminación atmosférica y los episodios de arritmias ventriculares y fibrilación auricular, accidentes vasculares cerebrales, disección de aorta, relación con el desarrollo de diabetes mellitus tipo II e incluso una mayor mortalidad en los pacientes portadores de un trasplante cardiaco. Además, en términos de costes sanitario, según la European Public Health Alliance (EPHA), la contaminación del aire cuesta a cada uno de los españoles en términos de salud un total de 926 euros de media al año. Medidas con urgencia Eneste escenario, resultaurgente aplicarmedidas deprevención, tanto individuales como poblacionales. Podemos protegernos con dispositivos que nos cubran la nariz y la boca haciendo de filtro de las partículas, pero hay que estar atentos para saber qué tipo de partículas pueden llegar a filtrar estos distintos tipos de protección. También se pueden utilizar los purificadores de aire portátiles que pueden disminuir los niveles de contaminación en un área de muy poco alcance como es una habitación. Existen en el mercado distintos tipos de purificadores de aire en función de su eficacia y mecanismo, por lo cual hay que estar atento para saber que no todos los purificadores protegen de la misma forma. A nivel poblacional son necesarias medidas políticas que fomenten el teletrabajo, el transporte activo (a pie o en bicicleta), la construcción de edificios energéticamente eficientes, mejorar el manejo de los residuos, invertir en eficiencia energética o implantar zonas de bajas emisiones. Realmente nos encontramos delante de un problema de salud pública muy grave. Por ese motivo, a finales del 2021 las guías de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud disminuyeron los umbrales de las cifras de recomendación de distintos niveles de contaminantes. Es sorprendente que la Organización Mundial de la Salud aconseje niveles de concentraciones medias de PM 2.5 anuales inferiores a cinco micras por metro cúbico, cuando la legislación de la Unión Europea fija este umbral en 25microgramos por metro cúbico. La evidencia actual señala que siempre que se disminuyan los niveles de contaminación va a haber una ganancia en salud, por lo cual no existe un umbral, sino que hay que disminuir estos niveles de contaminación a los mínimos posibles. Revisando la situación en España, nos encontramos que la concentración media anual de PM 2.5 ha disminuido un 20.15% en los últimos 10 años (de 13.4 microgramos/m3 en el 2010 a 10.7 microgramos/m3 en el 2020). Si nos comparamos con el resto de Europa, hemos conseguido menores reducciones. La concentración media anual de PM2.5 en las zonas urbanas de la Unión Europea (UE) era de 19,4 μg/m3 en 2011 y las cifras, siendo superiores que en España en ese momento, han disminuido gradualmente hasta 12,6 μg/m3 en 2019 (reducción del 35%), según las últimas estadísticas publicadas por la agencia de estadísticas de la UE, Eurostat. El reto actual es llegar a cifras inferiores a 5 microgramos/m3 según la OMS, lo que supone disminuir en más de un 50% los niveles de PM 2.5 actuales. El impacto de la contaminación en la salud cardiovascular es claro y requiere medidas urgentes para mejorar esta amenaza inmediata tanto sobre nuestros pacientes como en la población en general. Los médicos, de la misma manera que tratamos la hipertensión arterial la hipercolesterolemia y fomentamos los hábitos y estilos de vida saludables, deberíamos recomendar a nuestros pacientes medidas de prevención contra la contaminación y reclamar estrategias políticas con el objetivo de conseguir la mejor calidad del aire posible en beneficio de todos. BIBLIOGRAFÍA • Bañeras J, Ferreira-González I,Marsal JR, Barrabés JA, RiberaA, LidónRM, DomingoE,Martí G, García-DoradoD; Codi IAMRegistry investigators. Short-term exposure to air pollutants increases the risk of ST elevation myocardial infarction and of infarct-related ventricular arrhythmias and mortality. Int J Cardiol. 2018 Jan 1;250:35-42. • Rajagopalan S, Al-Kindi SG, Brook RD. Air Pollution and Cardiovascular Disease: JACC State-of-the-Art Review. J Am Coll Cardiol. 2018 Oct 23;72(17):2054-2070. • Brauer M, Casadei B, Harrington RA, Kovacs R, Sliwa K; WHF Air Pollution Expert Group. Taking a Stand Against Air Pollution-The Impact on Cardiovascular Disease: A Joint Opinion From theWorldHeart Federation, American College of Cardiology, AmericanHeart Association, and the European Society of Cardiology. Circulation. 2021 Apr 6;143(14):e800-e804. El impacto de la contaminación en la salud cardiovascular es claro y requiere medidas urgentes

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