IM MÉDICO #55

im MÉDICO | 55 65 una primera fase de concienciación sobre la eficiencia de todos los recursosyunasegundafasequellevaalaacción,porejemplo,muchas reformasacometidasenlosedificiossanitariosyatienenencuentalos criterios de sostenibilidad”, concluyó. !F BIMJCN;F >?F @ONOLI S; ?MNŒ ;KO— Si bien el Covid-19 ha sido el estímulo que necesitaba el SNS para acometer las transformaciones que venía requiriendodesde hace años, cabe recordar que han sido el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas los factores que han dado paso a una nueva realidad sanitaria. Ante esta situación, los expertos demandan cambios en la organización asistencial para atender las necesidades de salud que presentan los pacientes en la actualidad. El nuevo modelo asistencial, centrado en las necesidades del paciente a lo largo de su proceso, implica una organización más matricial y en red, con menos compartimentos estancos, priorizando la asistencia ambulatoria y comunitaria. Son numerosas las iniciativas de reforma de los hospitales públicos enpaíses con sistemas sanitarios similares al Sistema Nacional de Salud (SNS), comoel KarolinskaHospital (Estocolmo, Suecia) conuna atención de“bloques de procesos”o la de los hospitales daneses con una “gestióndepartamental”(unidades clínicas). Lamisma existencia central del “hospital”está cuestionada. En España, poco se está haciendoparamodificar la estructura de la atención. Ante el aumento de la presión asistencial, la calidad y sostenibilidad del sistema pueden verse comprometidas a medio y largo plazo. Por eso, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en colaboración con la Fundación Instituto para la Mejora de laAsistencia Sanitaria (Fundación IMAS) ha iniciadoun proyecto para establecer las nuevas formas de organización del ‘Hospital del Futuro’. En la propuesta de SEMI e IMAS, el hospital del futuro en el SNS debe insertarse dentro de una red de servicios que garantice la continuidad e integralidad de la asistencia, primando el bienestar y la autonomía del paciente. “Los futuros hospitales debenmantener la calidad 24 horas al día, 7 díasa lasemanay365díasal año. Esmuy importantequese fomente lacontinuidadasistencial entreservicios y secolaboreenactividades educativas ypreventivasdirigidasa lapoblación; todoellomediante el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación. En definitiva, mejorar de forma continua la calidadde los servicios que prestanal ciudadano”, afirmó RicardoGómezHuelgas, presidente de la SEMI y director científico del proyecto. El hospital del futuro supone sacar al hospital fuera de sus muros. Invertir en educación para la salud, establecer redes asistenciales y fomentar la continuidadde cuidados. Las innovaciones tecnológicas facilitaránelmanejocomunitarioydomiciliariodepacientes crónicos complejos, así como el seguimiento de pacientes con factores de riesgo elevado. Además, dichas innovaciones tenderán a reducir las estancias y “ambulatorizar” los procedimientos intervencionistas, lo que llevará una menor necesidad de camas de hospitalización convencional. El hospital del futuro en el SNS deberá organizarse de forma que promueva la implicación de los profesionales en su gestión y esta premisano tiene solamente justificaciónen lamejorade la calidad yeficiencia, sinoquetieneunfundamentoético: elprofesionalismo. Además, deberá incorporar al paciente (y, en su caso, cuidador) como un agente activo en el manejo de su salud, adaptarse a las demandas de los ciudadanos e incorporar a las asociaciones de pacientes como agencias interesadas en la gestión del centro. Los hospitales del futuro en el SNS deberán también tender a eliminar la variabilidad no justificada en la práctica clínica, estandarizando los procesos asistenciales, auditarlos, y medir y hacer públicos los resultados. Para aquellos procesos y procedimientos donde hay evidencia de asociación entre volumen y resultados se debe regionalizar la asistencia, para lo que se requiere la disponibilidad de sistemas demovilidad adecuados. El desarrollo de plantillas vinculadas a la red asistencial facilitaría el acceso de profesionales de centros de “bajo volumen” a la complejidad tecnológica, así como facilitaría la disponibilidad de profesionales en hospitales locales. Un ejemplo de este modelo es la CardioRed 1 “Corazón a Corazón”. El proyecto, impulsadopor el InstitutoCardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid junto a los servicios de Cardiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá, del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés y del Hospital Universitario de Fuenlabrada, así como los 43 centros de Salud de cada una de estas áreas y el SUMMA 112, consiste en la creación de una Red Cardiovascular conjunta. Gracias a ésta, se da asistencia enprocedimientos de alta complejidaddeunamanera coordinada y eficiente entre todos los hospitales de la red. “Este sistema integrado facilita el aprovechamiento de recursos tanto humanos, como tecnológicos y de conocimiento, así como permite evitar la duplicidad de procedimientos de alta complejidad”, afirmó Julián Pérez-Villacastín, director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos. “Todo esto favorece una disminución de los costes al tiempo que asegura una atención de mayor calidad, incidiendo directamente en la satisfacción de los pacientes”, aseguró, Entotal, sesuman importantes recursosasistenciales:másde2.000 camas de hospitalización instaladas, 69 camas de UVI y más de cienprofesionales entrecardiólogos, cirujanos,médicosde familia y servicios de urgencias junto a otros especialistas, profesionales de enfermería y médicos residentes con capacidad para atender cualquier tipo de patología cardiológica simple o compleja. La Red Cardiovascular 1“Corazón a corazón”supone unmodelo novedoso por varios motivos. Ha sido impulsado por iniciativa de los propios profesionales“de abajo a arriba” (gestión clínica) y transciende las fronteras físicas del hospital convirtiéndolos en‘hospitales líquidos’al permitir el desplazamiento de los profesionales para atender a cualquier paciente de la Red. En este sentido, diversos estudios sugieren que un aumento del 5% en el trabajo en equipo entre profesionales sanitarios conllevaría un descenso del 3,3% en mortalidad, lo que significaría evitar hasta 40 muertes al año en un hospital medio. El objetivo fundamental de esta iniciativa que ejemplifica el ‘hospital del futuro’es lograr un cambio significativo y duradero en los centros y en la población que atienden, así como disminuir la variabilidad clínica en el diagnóstico y tratamiento de la patología cardiovascular.

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