IM MÉDICO #55

im MÉDICO | 55 63 mentará un 17% la tasa media de estos equipos sanitarios por cada 100.000 habitantes. El principal fin, según el Ministerio de Sanidad, es “preparar al SNS para prevenir y afrontar amenazas sanitarias globales”. Fenin recoge datos del perfil tecnológico hospitalario desde 2009, publicados en sendos informes anuales. Dicha publicación repasa el estado de 13 familias tecnológicas sanitarias (TAC, PET, resonanciamagnética, mamógrafo, ecógrafo, radiología...), concluyendoque “Españamantieneel deteriorodel equipamiento sanitariohospitalario conniveles deobsolescenciaque, enalgunas modalidades, lo sitúan en el penúltimo lugar de los países de la Unión Europea”. Así pues, áreas como las unidades quirúrgicas y las de cuidados de pacientes críticos se beneficiarán especialmente de esta partida presupuestaria. Por ejemplo, el 67% de los equipos de soporte vital superan 10 años, mientras que las recomendaciones de la UE señalan que el porcentaje no debería ser mayor del 10%). “Una situación inadmisible”, en palabras de Fenin, puesto que, además, más de la mitad de los equipos sobrepasan la década. De la misma forma, la falta de inversión ha originado que en algunas regiones la tecnología obsoleta supere más de cinco veces el máximo recomendado, una radiografía que ha empezado a dar pequeños signos de mejora a raíz del Plan Inveat. En este sentido, la irrupción de la pandemia del coronavirus ha sido una bofetada sin manos, en tanto que un revulsivo para acelerar la implantación de las innovaciones en el sistema sanitario español, pero la tecnología es solo una pieza más del engranaje de los hospitales. El desafío es mucho más global. $;=C; ?F <C?H?MN;L M;HCN;LCI No hay duda, y así lo refleja ISS España en su informe ‘Bienestar Sanitario’, que una de una de las consecuencias colaterales de la pandemia está siendo la transformación de los hospitales, los centros de atención primaria y en general del paradigma de la atención a la salud de los ciudadanos. Mientras médicos y enfermeras trabajaban sin descanso en los pacientes Covid-19, otros profesionales de áreas no asistenciales hacían lopropiopara buscar espacios donde colocar más camas; conseguir respiradores; desarrollar nuevos sistemas de limpieza e higiene eficaces contra el contagio; facilitar recursos de soporte psicológico a pacientes y profesionales o articular métodos de información telefónica para familias. El impacto de la emergencia sanitaria global que se desató a finales de febrero de 2020 ha acelerado procesos de cambio en el cuidado de la salud que parecían estar en un segundo plano y que ahora se muestran como fundamentales para rebajar la presión que ha recibido el conjunto del sistema sanitario. “La pandemia ha marcado, sin duda, un punto de inflexión en la valoración y laatenciónde los criterios, las estrategias, las acciones y los servicios considerados comonodirectamente asistenciales”, señala el documento. Buena parte de estas iniciativas giran alrededor de un gran concepto nodriza: el bienestar sanitario, que pretende trascender el ámbito estrictamente asistencial para fijarse en cómo se puede mejorar la salud, la experiencia y la seguridad de pacientes y profesionales desde actuaciones no asistenciales, como la humanización, el diseño de los espacios o el trabajo de los servicios de limpieza, restauración y mantenimiento. “Hoy existe el convencimiento unánime de que la contribución de estos ámbitos es esencial para garantizar los mejores resultados de la actividad estrictamente asistencial en los hospitales y la optimización de la salud y calidad de vida de profesionales y pacientes”, subrayan los expertos consultados en el informe, que coinciden en la necesidad de consolidar y desplegar el concepto de bienestar sanitario a partir de una visión integral. Y es un punto de vista que trasciende al ámbito español. “No podemos esperar el final de la pandemia para reparar los daños y prepararnos para el futuro. Tenemos que construir las bases de una Unión Europea de la Salud más fuerte que permita a los 27 países colaborar paradetectar, prepararsey responder colectivamente”. Estas declaraciones pertenecena la intervenciónde Ursulavonder Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en la Cumbre Mundial de la Salud del 25 de octubre de 2020. La mandataria europea ya fraguaba por aquel entonces la creación de la Unión Europea de la Salud, una iniciativa conjunta que pretende facilitar que todos los países de la UE se preparen y respondan juntos a las crisis sanitarias, dispongan de suministros médicos innovadores y a precios asequibles, y colaboren para mejorar la prevención, el tratamiento y el seguimiento de enfermedades como el cáncer. Como no podía ser de otra manera, la innovación es un pilar fundamental en este marco. Por eso, el espacio europeo de datos sanitarios (EEDS), uno de los pilares centrales de una Unión Europea de la Salud fuerte. El EEDS ayudará a la UE a dar un salto cualitativo en cuanto a cómo se prestan a las personas los servicios de atención sanitaria en toda Europa. Permitirá a las personas controlar sus datos sanitarios, tanto si se encuentran en su país de origen como en otro Estado miembro. De este modo, se fomenta un auténtico mercado único de servicios y productos sanitarios digitales. Además, se proporciona un marco eficiente, fiable y coherente para usar los datos sanitarios en investigación, innovación, elaboración de políticas y reglamentación, a la vez que se garantiza el pleno cumplimiento de las estrictas normas de protección de datos de la UE. /IMN?HC<CFC>;> jI<D?NCPI I ONIJ—; Al mismo tiempo, la sostenibilidad juega un papel protagonista en esta nueva era post-covid en todos los ámbitos, incluido el sanitario.Tras lapandemia seestá empezandoa tomar conciencia de que, si el sector salud fuese un país, sería el quinto emisormás grande del planeta. Así lo resalta el informe de la OMG Salud Sin Daño que mide la huella climática del sector de la salud y cómo contribuye a la crisis climática global. Grossomodo, indica la publicación, el uso de combustibles fósiles tiene un rol central en la huella climática del sector de la salud, por eso el sector necesita hacer la transición a energías limpias y renovables para alcanzar los objetivos del AcuerdodeParís y alcanzar emisiones netas cero para el año 2050, o antes.

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