IM MÉDICO #55

im MÉDICO | 55 119 De este nuevo planteamiento surge el proyecto pionero de mejora de la atención domiciliaria y de desinstitucionalización de personas mayores, `Vivir mejor en casa´, presentado recientemente, y gestionado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA). Su finalidad radica en buscar una mayor y mejor atención domiciliaria, explorar las barreras de la convivencia en la comunidad e incrementar la calidadde vida de las personas mayores con dependencia. La iniciativa persigue un doble objetivo: por un lado, lograr una mejora de la atención domiciliaria y retrasar el ingreso en residencias desde una perspectiva preventiva; y, por otro lado, preparar a laspersonasmayoresysuentornoparasalirde laresidenciayvolver a la comunidad, desde un punto de vista desinstitucionalizador. “El plan consta de dos componentes esenciales -según explica el Dr. Aguado- un componente preventivo, como es la mejora de la atención domiciliaria para retrasar el ingreso en residencias, y otro componente desinstitucionalizador, que permite preparar a la persona que está en la residencia salga de ella, contando con la participación de servicios sanitarios y sociales”. Atención al paciente mayor Bajo el título ‘El futuro de la atención a los adultos mayores con multimorbilidad’, se reflexionó en una mesa redonda sobre la visión del médico y del paciente ante la atención sanitaria en la edad geriátrica. Como detalló Alfonso Cruz Jentoft, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, “los ponentes hemos coincidido en la visión sobre el paciente mayor, que presenta una situación peculiar por la multimorbilidad, cada vez más frecuente, y que el sistema sanitario actual no maneja adecuadamente por una serie de motivos tales como no tener en cuenta sus deseos, por la faltade inclusiónde aspectos funcionales ymentales, además depor la complejidad intrínsecade este tipode pacientes a lo cual no ayuda un enfoque fragmentado de esta multimorbilidad”. A ello hay que añadir, según el también presidente de la Comisión Nacional de Geriatría, lanecesidaddemayor número de geriatras en Europa, ya que, según consideró, “ningún país está formando a los suficientes profesionales que se necesitan en esta especialidad, ni siquiera Gran Bretaña, que forma más de 600 al año. Aquí, en España, formamos algo más de 100 residentes, son muy pocos y ni siquiera las CCAAestáncubriendo todas las plazas. Vamos a tener un problema muy serio porque es obvio que este tipo de especialistas hace falta y no se va a poder disponer de ellos”. Por tanto, como planteó el doctor Cruz,”si al paciente no se le está tratando como sería deseable y no se dispone de suficientes geriatras ¿qué podemos hacer para mejorar su asistencia en un entorno tandifícil como en el que estamos?”. “Es unauténtico reto”, desde su punto de vista. El presidentede laSecciónEuropeade laSociedad Internacional de Geriatría yGerontología (IAGG-ER), el geriatra MarioBarbagallo, coincidió con la visióndel presidente de la ComisiónNacional de Geriatría, en cuanto a la carencia de geriatras en el conjunto de la UE. Afirmó que“el problema real enEuropa es que solo17países cuentan con la especialidad de Geriatría, de ahí, el intrusismo por parte de otras especialidades que consideran que pueden atender también al paciente anciano”. Sin embargo, como defendió, “la metodología empleada por los geriatras en la atención de estos pacientes esmuy diferente, ya que actúa como coordinador de sus patologías, ofreciendo una asistencia multidisciplinar”. Y es que, a su juicio, “necesitamos tratar no sólo la enfermedad sino a la persona que la padece para conseguir un envejecimiento saludable. Hay pacientes con enfermedades graves que piensan que tienen calidad de vida y otros que si la tienen realmente pero no la perciben. Es importante, al respecto tener en cuenta no solo síntomas físicos, sino también emocionales”, según manifestó. Por su parte, el presidente electo de la Sociedad Británica de Geriatría (BGS por sus siglas en inglés), el también geriatra Adam Gordon, puso el acento en la importancia de que los geriatras influyan en otros especialistas para reconocer y manejar la multimorbilidad del paciente mayor y asegurar así su atención en el futuro. El representante de la BGS recordó que “existen directrices para ayudar a gestionar lamultimorbilidad, principalmente enfocadas haciaunabuenaevaluacióngeriátrica integral”. No en vano, como señaló, siete de cada 10 adultos frágiles presentan multimorbi-

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