IM MEDICO #54

im MÉDICO | 54 77 Retos López Redondo considera que el principal reto para 2022, el que tiene que estar por encima de todo, es potenciar el mensaje de que “la ingeniería hospitalaria y la arquitectura es un conjunto de conocimientos ydisciplinasqueestánal serviciode lasociedad”. Para conseguirmejor asistencia y potenciar los tratamientosmédicos. En los 35 años de experiencia en el sector que el presidente de la AEIHposee, el papel de la ingenieríahospitalaria“haevolucionado bastante, ha cambiado mucho”. No sólo tiene una implantación en lo que es el mantenimiento, la gestión de activos, la gestión de instalaciones o la gestión de espacios donde se realizan los tratamientosmédicos odonde se tratan a los pacientes; sinoque tieneunadimensiónmuchomás allá, ya intervieneprácticamente en todos los aspectos, en todos los hechos y en todos los sucesos que se producen en el hospital. Piensaqueel Plan INVEAT (InversiónenEquiposdeAltaTecnología) vaasuponeruna inversióntremendadeequiposdealta tecnología y que en la implantación, ejecución, finalización y posterior mantenimiento de estos equipos tiene un protagonismo esencial la ingenieríahospitalaria.“Vaaparticipardesdeelprincipiohastaelfinal y,después,másallá, conlagestióndeldíaadíadeesteequipamiento”, matiza. Afirma que la disciplina de la ingeniería hospitalaria tiene muchísimas más aplicaciones, como la gestión de procesos, su optimización y el diseño de procesos asistenciales. A la hora de optimizar esos procesos y hacerlosmás eficientes,“la ingeniería tienemucho que decir”. Explica que“uno de los caballos de batalla es conseguir hacer más eficiente la asistencia y el uso de los recursos, sobre todo en la Sanidad española, que mayoritariamente es pública”. Las palabras flexibilidad y versatilidad se repitieron mucho en el último congreso en Gijón y“se repiten en cada uno de los trabajos que se están realizando”. La principal enseñanza de la pandemia ha sidoque“debemosdeestar preparadosparacualquier cosa”.“Ha llegadounapandemiacomopuede venir algoquenonos imaginamos, pero nos obliga a tener que adaptar o crear de repente nuevos espaciosasistenciales conunas condiciones totalmentediferentesa lasque tenemosahora”, puntualiza. Unode losmensajes principales que deja la pandemia es la flexibilidad. Otro, la eficiencia. “Tenemos que ser eficientes a la hora de cambiar el modelo asistencial y los ingenieros tenemosmuchoquedecir enestecambiodemodelo asistencial”, expone. En los hospitales, durante la pandemia, ha funcionado el modelo acordeón, con las diferentes olas. Cuando llegaba la ola, todos los recursos asistenciales se adaptaban para tratar sobre todo a pacientes Covid. Después, en cuanto la ola remitía, el hospital volvía a su configuración habitual. La tecnología está evolucionando de una manera exponencial. “Haysoluciones tecnológicasqueyaseestánaplicandoenhospitales y muchas más que se pueden aplicar. Hay tecnología tanto para el diagnóstico como para la gestión de datos informatizados y de almacenamiento de grandes bancos de datos”, indica. Muestra de ello es el BigData. Hay soluciones como la de instalar una pulsera inteligente a un paciente, o muchos, para estudiar su recorrido, almacenando todos los procesos que se le van haciendo en un gran banco de datos, para después poder sacar conclusiones y mejorar los procesos asistenciales. “Tenemos que ser eficientes a la hora de cambiar el modelo asistencial” Espacios que permitan flexibilidad ¿Cómo han de ser los espacios de instalaciones hospitalarias en la era post pandémica, en el futuro a corto plazo? Pedro Manuel López Redondo contesta que, “sobre todo, tienen que ser espacios que permitan esa flexibilidad”. Han de estar diseñados “en consonancia y en coordinación” con los procesos asistenciales. Recuerda que los procesos asistenciales van cambiando. Se van adaptando a nuevos medicamentos, a los nuevos tratamientos, a los nuevos perfiles de pacientes. “La ingeniería tiene que ir adaptando también la respuesta en cuanto a espacio físico, su equipamiento e instalaciones. Es muy importante que los nuevos espacios se diseñen en coordinación con esos nuevos procesos asistenciales y los nuevos paradigmas que se puedan dar en el tratamiento con los pacientes”, alega. Es primordial que sean flexibles para que los espacios no queden obsoletos en poco tiempo, sino que se puedan ir adaptando a esas posibles variaciones que vengan en el futuro, de la manera más rápida posible y eficaz a la hora de afrontar sucesos imprevisibles. Venimos de una época anterior en la que priorizamos mucho la habitación individual y hemos cambiado ese espacio a grandes salas de hospitalización diáfanas. “En efecto, ése es el carácter cambiante que tiene tanto a nivel asistencial, porque los tratamientos van cambiando como lo hace la demanda social. Es lógico que, cuando, en una situación donde no hay grandes problemas, la sociedad demande confortabilidad, como pueda ser la habitación individual. La pandemia ha llegado y de repente todo eso pasa a un segundo término. Lo que es prioritario en ese caso es que nos puedan atender con los recursos que se disponen, cuando hay una avalancha tal de demanda de pacientes que necesitan tratamiento”, razona. Por último, López Redondo pide tanto a las instituciones como a los responsables sanitarios de los diferentes servicios de Salud quehaganunesfuerzopor incorporar a la ingeniería, coordinarse con la ingeniería y crear equipos multidisciplinares a la hora de diseñar tratamientos y servicios sanitarios, donde la arquitectura hospitalaria esté presente. De ello;“resultaránprocesos, edificios e instalaciones muchísimomás eficientes”.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=