IM MÉDICO #51 ANUARIO 2021

im MÉDICO | 51 [ ANUARIO 2021 ] 81 Apesar de que el manejo de los pacientes graves de Covid-19 ha mejorado en el mundo, oleada a oleada y variante a variante, el arsenal terapéutico para tratar la enfermedad sigue siendo escaso. Ante una atención casi exclusiva para las vacunas, responsables en alto porcentaje del retroceso de la patología, la necesidad de contar con fármacos potentes una vez que ha debutado, no deja de ser apremiante, especialmente para los colectivos de pacientesmás vulnerables como son las personasmayores y aquellas que tienenpatologías crónicas o el sistema inmune debilitado. Pocas opciones terapéuticas Como bien saben todos los hospitales del país, el Covid-19 carece de una cura rápida y concluyente. Al tratarse de una infección vírica, los antibióticos están descartados y únicamente los casos leves cuentan con una terapéutica bastante funcional, a base de analgésicos, como ibuprofeno, paracetamol u otros antiinflamatorios no esteroides (AINE); jarabes y otros preparados para la tos; y la indicación de reposo y la ingesta de líquidos. Para hacer frente a los casos graves de Covid-19, y de forma bastante temprana, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA) aprobó el uso de emergencia de Remdesivir (Veklury) para intentar contrarrestar el Covid-19 en pacientes adultos hospitalizados y niños de más de 12 años ingresados. La FDA también dio su visto bueno al uso de Baricitinib (Olumiant) porque reduce la inflamación y tiene actividad antivírica, en personas hospitalizadas por el Covid-19 que utilicen respiradores mecánicos o necesiten oxígeno suplementario. Para el Covid-19 de leve amoderado con riesgo de agravamiento se autorizó la infusión intravenosa única que se administra de forma ambulatoria. Ya sea de Sotrovimab, anticuerpo monoclonal, o la combinación de los dos anticuerpos llamados Casirivimab e Imdevimab. Para reducir el riesgo de incurrir en enfermedad grave o de fallecer. Combinación ésta que se debe administrar poco después de la aparición de los síntomas del Covid-19 o antes de la hospitalización. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) también validan la administración de Dexametasona, corticoide indicado para personas hospitalizadas por formas graves de enfermedad y que reciben oxígeno suplementario o ventilación mecánica. El fármaco previene la disfunción de los órganos y las lesiones pulmonares debidas a la inflamación. En general, los estudios disponibles estiman que este corticoide reduce en un 30% el riesgo de muerte en las personas que utilizan respirador y en un 20% en las personas que necesitan oxígeno suplementario. Así mismo, se puede sustituir la dexametasona por otros corticoides como prednisona, metilprednisolona o hidrocortisona. En ocasiones se pueden administrar Baricitinib o Tocilizumab con dexametasona, en personas con ventilación mecánica u oxígeno suplementario. Mientras que, en otros casos, se puede administrar Remdesivir con dexametasona a personas hospitalizadas que esténutilizando ventilaciónmecánica oquenecesiten administración de oxígeno suplementario. Dentro de la inmunoterapia, se permite el empleo en uso de emergencia de la terapia de plasma de personas convalecientes Llegan Molnupiravir y Paxlovid para evitar hospitalizaciones, UCI y muerte con altos niveles de anticuerpos, por estar los pacientes en la primera etapa de la enfermedad o porque tengan un sistema inmunitario debilitado. En el capítulo de los intentos fallidos, Famotidina no resultó candidata a ofrecer una eficacia apreciable, mientras que Ivermectina, no aprobado por la FDA, resultó potencialmente peligroso en dosis altas. Por otro lado, la Hidroxicloroquina y la Cloroquina, fármacos empleados frente a lamalaria que fueron autorizados inicialmente para el Covid-19, luego vieron revocada su autorización al ser incluso perjudiciales para el corazón. Aunque hoy se estudia, si podrían servir para prevenir la infección por SARS-CoV-2 antes o después de la exposición al patógeno. Así mismo, también es parte del tratamiento hospitalario la terapia antiinflamatoria por ser la fuerte inflamación el principal rasgo de la enfermedad grave. También están en estudio Amlodipina y Losartan para tratamiento o como prevención del Covid-19, además de otros principios activos existentes. Baricitinib y Sotrovimab Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado dos fármacos para el tratamiento del Covid-19. Con mención a que las vidas que puedan contribuir a salvar dependerá de la disponibilidad y acceso que se consiga para estos medicamentos. En primer lugar, el ya citado Baricitinibestá indicado para casos severos y críticos de Covid-19. Como parte de los inhibidores de los Janus kinase (JAKi) suprime la sobre estimulación del sistema inmune y debe ser administrado junto a conticosteroides. Se trata de un fármaco oral empleado en artritis reumatoide como alternativa en esta patología crónica a los antagonistas de los receptores de la interleucina 6, como recomendó lamisma OMS en julio de 2021. En segundo lugar, el organismo supranacional recomienda Sotrovimab (Xevudy) de GlaxoSmithKline y Vir Biotechnology Inc., anticuerpomonoclonal a usar en casos de Covid-19media omoderada, pero con alto riesgo o sospecha de hospitalización próxima. Estando indicado para personas de edad avanzada, inmunodeprimidas y sujetas a patologías crónicas como la diabetes, la hipertensión, la obesidad o que no hayan sido vacunados contra el SARS-CoV-2.

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