IM MÉDICO #51 ANUARIO 2021

im MÉDICO | 51 [ ANUARIO 2021 ] 78 CSIC sintética en la que hemos puesto todas las señales para que el gen de la proteína del virus se integre, se produzca, sea reconocida como ‘extraña’ por el sistema inmune y se genere la protección. No hubiéramos podido ponernos a desarrollar esta vacuna si no hubiéramos llevado casi 30 años trabajando en las vacunas frente a la leishmaniasis. Se necesita todo el conocimiento acumulado durante años”, remarca el prof. Larraga. Una ventaja adicional que presenta esta vacuna basada en ADN recombinante radica en que el proceso de escalado industrial ya se ha realizado previamente, “lo que adelantaría notablemente la fase industrial de fabricación, las pruebas en humanos y su producción posterior”, según este investigador. Otra de sus cualidades es la resistencia que muestra a cambios de temperatura (hasta 60º en dos meses y tras ese período sigue siendo efectiva), como se ha comprobado en el modelo animal, lo cual favorece la distribución del producto a cualquier país del mundo, además de que su coste es bastante asequible si se compara con el de las vacunas que se están empleando actualmente. “La fabricación de nuestra vacuna no conlleva un coste elevado, algo en lo que también hay que pensar, ya que los costes derivados de las que se están administrando, en estos momentos, a la población son muy altos, y muchos gobiernos no se pueden permitir pagar un precio tan caro. Además, cuanto más asequibles, mayor capacidad de compra y más protección entre la población”, subraya el prof. Larraga. Asimismo, teniendo en cuenta que es sintética y aunque sea una síntesis complicada, se puede adaptar con facilidad a cualquier cepa venidera de coronavirus, en un tiempo razonable. “En unas seis-ocho semanas se puede modificar”, concreta este experto. En cuanto a la vía de administración se ha previsto que sea intramuscular, “con una herramienta muy utilizada en Oriente (Corea, Japón, etc.) como es la electroporación, empleada para una inmunización masiva. Tiene la ventaja de que con un mínimo equipo sanitario se pueden inocular hasta 5.000 personas diariamente. Con nuestra vacuna sintética protegemos, además, a los animales que se utilizan como modelo de la enfermedad al cien por cien frente a una infección letal del virus. Ahora estamos haciendo los experimentos de determinación de dosis y vamos a empezar los experimentos con primates que son fundamentales para comenzar las pruebas clínicas con voluntarios”, según destaca el prof. Larraga. Por tanto, se puede decir que la vacuna se encuentra en fase preclínica a la espera de que sus creadores puedan comprobar si es esterilizante. “Si es así, y se confirma las veces requeridas, tres en concreto, tendríamos una vacuna esterilizante al no reproducirse el virus. Ello significaría que tras administrar nuestra vacuna a una persona no se infectaría y, por tanto, no transmitiría la infección. Estamos trabajando en ello y estamos muy esperanzados”, concluye dicho investigador. La inmunidad ideal es aquella que se produce en la propia mucosa, de forma que al virus no se le permite acceder a las células y, por tanto, se impide desde el principio la infección

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