IM MÉDICO #51 ANUARIO 2021

im MÉDICO | 51 [ ANUARIO 2021 ] 71 una inmunotrombosis, es decir, trombosis mediadas por el sistema inmune; que ya es lo que se sospechaba desde los trabajos iniciales del mes de marzo, cuando se produjo la primera de estas trombosis, y podríanestar asociadas a esteprocesode apariciónde anticuerpos contra el factor plaquetario 4 (PF4), que hoy en día lo consideramos el criterio analítico, diagnóstico o casi diagnóstico, de la entidad. Por tanto, en resumen, nos da un poco de luz de por dónde podría ir el tema”, responde. Lepreguntamos si haydiferenciaentre laprimeradosis, lasegunda o la tercera. Afirma que, desde el punto de vista del estudio, no, porquees un trabajo invitro sobreestos fármacos. Desdeel punto de vista clínico, de qué es lo que pasa, sí tenemos respuesta. “El riesgo con las vacunas de adenovirus es notablemente más alto en la primera dosis que en la segunda. Es aproximadamente entre 1020 veces más alto en la primera que en la segunda”, sostiene. Con respecto a la tercera, disponemos de poca información. Una enfermedad relativamente frecuente Hay que tener presente que las terceras dosis se están llevando a cabo con vacunas de RNA, todas. No se están empleando ni AstraZeneca ni Janssen para tercera dosis, “con lo cual, en el peor de los casos, el riesgo sería mucho más bajo”. Insiste que en sería “en el peor de los casos”porque“lomás probable es que sea todavía más bajo”. Le consta que hay alguna sospecha de trombosis post tercera dosis, pero también que, al menos en los pocos casos que hay reportados, son casos debaja sospecha.“Puedeserquesehaya hecho la trombosis porque la trombosis pasaba por ahí. No olvidemos que la trombosis es una enfermedad relativamente frecuente. Cuando se vacunan tantos millones de personas, a alguna le toca por azar tener una trombosis cerca”, avisa. De ahí la importancia de la farmacovigilancia. En la primera ola de la pandemia, estuvimos en unas circunstancias especiales de confinamiento estricto. No movernos puede favorecer las trombosis no asociadas. El hecho de tener factores de riesgo de trombosis hizo que algunas personas de riesgo de trombosis sufrieran la trombosis sin necesidad de tener relación con la vacuna, aunque no quiere decir que no haya. Reverter hace hincapié en que“el riesgo de trombosis postvacuna esmuy bajo”. Hay medicamentos que usamos habitualmente, como algunos destinados al dolor de cabeza, a la regla o anticonceptivos, que pueden tener muchos más efectos adversos relacionados con la trombosis que la vacuna. “Y aptitudes, estilos de vida, como, por ejemplo, el fumar. También es muchomás riesgoso. Lo primordial es decir ´vale, si nome vacuno, estoy en riesgo de padecer Covid-19´. El Covid-19tieneunaprobabilidaddehacer trombosisquepuedeoscilar, entre lospacientes ingresados, entreel 10yel 40%, por loqueel riesgo, comparadoconunospocoscasospormillón,pasaaserprácticamente del 20%, en promedio. Uno de cada cinco frente a cuatro por millón. La diferencia de riesgo es brutal”, apunta. Su conclusión es que “no vacunándonosnoestamosprotegiéndonosde latrombosis, estamos exponiéndonos amás riesgo”. Respecto a las lecciones aprendidas en los dos últimos años; Reverter considera que, desde el punto de vista médico, sobre todo en el tema de comunicación y actualización de datos, se ha dado un cambio radical. “Hemos pasado a tener información de una manera brutal, libre, sin restricciones. Hay un acuerdo de todos los publicadores que los temas relacionados conCovid-19 sondeuso libre. Todospodemosacceder, yhasidoincreíble lavelocidadenlaque sehaproducidotodaesta información”, expone. Anivel relacionado con las vacunas, “aparte de las evidencias de que funcionan bien, la velocidadenque se identificó laposible causade trombosis asociada alavacuna, elmecanismo, fueenormementeespectacular”.Después, desde el punto de vista de sociedad, hemos aprendido mucho. “El teletrabajo; que somos una sociedad globalmente, y como seres humanos, frágil;quetenemosunriesgodequenospasencosasgordas y que hoy en día se extenderán a gran velocidad”. Una es que hemos percibido lo esencial que es la investigación. Se ha creado una vacuna, “no diré de la nada, porque había cosas trabajadas de anteriores epidemias de virus de la misma familia, de coronavirus”, con “un efecto maravilloso” en un tiempo cortísimo. Respecto a la investigación,“lahemostasiaestádesarrollandounos cambios muy importantes, está siendo disruptiva”. Hay cambios de medicamentospara lospacienteshemorrágicosconhemofilia, con fármacos nuevos que van por vías hasta ahora impensadas, que no trabajadas, que están algunos ya funcionando. Otros en fase de desarrollomuy avanzado. Se está ya realizando terapia génica, sustituyendo los genes para que los pacientes sinteticen lo que les falta. “Esto también es espectacular. Desde el punto de vista de la trombosis, está amaneciendo una nueva línea de anticoagulantes. Están relacionados con el factor 11 y el factor 12, que hasta ahorano habían sido tratados como dianas para el tratamiento y que están demostrando, al menos en los estudios que hay hasta el momento, que pueden ser anticoagulantes conmuchomenor riesgo hemorrágico que los que tenemos ahora”, comenta Reverter. Esto es muy interesante, pero todavía está pendiente de que lo confirmen los estudios. En cualquier caso, “resulta muy atractivo explorar líneas nuevas”. ¿Cuál sería el mensaje que le gustaría transmitir a sus colegas médicos acerca del riesgo de sufrir trombos por las vacunas o por el Covid-19? “Lamayoría de los médicos ya está convencido de que, conrespectoalCovid-19,el tratamientoantitrombóticoconheparinas en el momento de los ingresos es obligatorio, porque si no el riesgo es altísimo. Actualmente, en todas las partes deben estar haciendo tratamientoyaconprevención. Sepuedediscutir ladosisporquetodavía, aunqueyahay, bastantes evidencias, aúnnoesdefinitiva ladosis que se necesita”, reflexiona. Deja claro que se necesita tratamiento de prevención. “El Covid-19 sintomático, moderadamente grave, necesita estar con profilaxis antitrombótica”, asevera. Respecto a las vacunas, la información es menor. Remarca que hay que decir que las personas se deben vacunar, que“no hay que tenermiedo a la trombosis”. Reconoce que habrá algún caso, pero que el riesgo es tan bajo que el beneficio supera muchísimo a los riesgos. En relación con revacunar, o sea, hacer segundas y siguientes dosis a los quehanhecho trombosis,“aunqueaúnnotenemosevidenciaal 100%, todos los datos apuntan a que no va a haber problemas para revacunarlos, es decir, para completar vacunaciones”. Por tanto, ser conscientes de que esto se produce. Ser conscientes de que, si se produce, hayque tratar los casosdemaneradistintaa las trombosis normales. Eso sí, “no hay que tenerle miedo a la trombosis. Se dará enmuy pocas ocasiones”.

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