IM MÉDICO #51 ANUARIO 2021

im MÉDICO | 51 [ ANUARIO 2021 ] 35 El Covid-19 ha abarcado tanto y en tanta cantidad que el sistema sanitario está hundido, aunque aún no muerto. Los profesionales sanitarios son“lapieza clave”para lograr salir de esta batalla en la que la pandemia nos ha metido como sistema sanitario y como sociedad. Una lucha en la que nuestros sanitarios han mostrado “estar dotados de una responsabilidad que han demostrado ampliamente saber asumir”, y es que no se trata solo del personal que ha atendido de manera directa los casos de coronavirus, sino que el Covid-19 ha marcado de manera integral a todo el sistema sanitario. Operaciones que han dejado de realizarse, atención sanitaria primaria que se ha pospuesto, personal que se ha derivado, aumento de la mortalidad en pacientes con enfermedades no relacionadas con el virus... En definitiva, un sistema sanitario desestabilizado donde lo‘no Covid’se ha visto dañado por lo‘sí Covid’. De todo ello han alertadodesde FACME, la FederacióndeAsociaciones CientíficoMédicas Españolas, quienes el pasado mes de noviembre presentaron un informe sobre el `Impacto de la Covid-19 en lo no Covid. Estrategias e intervenciones para re-priorizar la atención No Covid en el Sistema Nacional de Salud´. La doctora Pilar Garrido, presidenta de FACME, explica precisamente cómo es este personal sanitario la clave para la superación. Pero con él, también la necesidad de una mayor inversión, de la necesaria implicación de las administraciones y del apoyo de los fondos de recuperación europeos. “Los sistemas de salud en España necesitan mayor financiación y una nueva forma de liderar y gestionar el cambio para poder afrontar el reto que tenemos por delante”, detalla Garrido. Es por ello que, ante este panorama, volver a darle prioridad a la atención sanitaria que no es Covid es uno de los caminos por los que apuesta FACME. Un camino que parecía estar encauzándose pero que, inmersos en esta nueva ola, vuelve a dar pasos hacia atrás. “La atención a los pacientes Covid afectó en el momento de mayor impacto y sigue afectando a la asistencia de los pacientes con cualquier otra patología”, recuerda Garrido, quien explica que lo expuesto en noviembre vuelve a cobrar total actualidad, “puesto que ya estamos viendo cómo la planificación de la asistencia se ha vuelto a venir abajo”. “El planteamiento que hace FACME es implementar cambios estratégicos en el sistema con la ayuda de los profesionales sanitarios y con una asignación de recursos adecuada para poder hacer frente a circunstancias adversas sin consecuencias tan serias como hasta ahora”. Una intención que para llevar a cabo requiere que se involucren todos los agentes, “comenzando por las administraciones sanitarias”. “Como profesionales, en la pandemia hemos asumido un liderazgo muy beneficioso en términos de asistencia, que entendemos que tiene que mantenerse; que las decisiones deben ser compartidas y apoyadas por el conocimiento médico y científico, que consideramos fundamental para la reorganización del sistema y para que la priorización sea precisa. Ese es el gran reto”, agrega la doctora. Por ello, FACME plantea en su informe abordar el camino desde distintas líneas de actuación en las que el conocimiento y la experiencia adquirida en los dos años de pandemia puedan servirnos para mejorar como sociedad y como sistema sanitario. Líneas de actuación contra el hundimiento Se trata de cuatro líneas de actuación para no hundir la Sanidad y volver a recuperar la prioridad de un buen sistema sanitario. La primera de ellas parte de la recuperación de los pacientes demorados. “Desde FACME nos ofrecemos para colaborar en la creación de un observatorio para que ese proceso se haga en condiciones de calidad y seguridad”, explican. En primer lugar, habría que tener en cuenta que realizar una óptima recuperación requiere de un importante trabajo de dimensionamiento, valoración y priorización. El siguiente paso sería definir cuáles son los estándares generales para llevar a cabo“una estratificación, priorización y gestión de pacientes, siempre y cuando se planifique e implemente en unos plazos realistas”. Esta propuesta afectaría a todos los niveles de atención; es decir, tanto a la Atención Primaria en los centros de salud como en el entorno hospitalario y la atención especializada. Volverle a dar prioridad a la atención sanitaria que no es Covid es uno de los caminos por los que apuesta FACME

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