IM MÉDICO #51 ANUARIO 2021

im MÉDICO | 51 [ ANUARIO 2021 ] 24 Covid-19, “son los factores descritos hasta ahora que más se asociaron a presentar esta sintomatología”. Asimismo, señala la especialista, “el ingreso en UCI a causa de un síndrome de distrés respiratorio, la forma clínica más grave del Covid-19 se asocia a discapacidad funcional a largo plazo, tanto a nivel pulmonar como extrapulmonar”. Por otra parte, hace hincapié en que con otros coronavirus como el SARS y el MERS, con paralelismos fisiopatológicos con el Covid-19, “también se han descrito secuelas respiratorias, musculoesqueléticas y neuropsiquiátricas a largo plazo”. Con tantas variables no es de extrañar, por tanto, que los síntomas cambien de unos pacientes a otros, si bien hay algunos más comúnmente descritos, como “la falta de aire con esfuerzos físicos, la tos, la febrícula y la fatiga”, de los cuales, “pueden recaer y volver a remitir.” “Otros síntomas incluyen dolor en el pecho, dolores de cabeza, febrícula, trastornos neurocognitivos (dificultad para concentrarse), anosmia, dolores musculares y debilidad, molestias gastrointestinales, erupciones cutáneas, trastornos metabólicos (como mal control de la diabetes), eventos tromboembólicos y trastornos de salud mental (insomnio, depresión, ansiedad)”, añade. Del mismo modo, “la afectación cutánea puede ocurrir en forma de diferentes tipos de lesiones como erupciones máculopapilares, vesículas y urticarias”. Sí que es claro que “los síntomas pueden fluctuar o recaer con el tiempo”, aunque, como apunta Quirós, “todavía es pronto para determinar si las nuevas variantes, como la Ómicron, podrían dejar diferentes secuelas a las descritas con las cepas previas”. Además, la severidad a largo plazo de las complicaciones respiratorias, que son las más frecuentes, todavía se desconoce. “En algunos estudios de seguimiento a los seismeses tras la hospitalización, se objetivó que la distancia recorrida fue signficativamentemenor respecto al estándar de referencia en sujetos sanos, amenudodebidoaunadificultadpara respirar ante la realización de un esfuerzo. Los casos de insuficiencia respiratoria persistente suelen estar asociados a la gravedad de la enfermedad aguda y a la necesidad de haber requerido hospitalización o ingreso en unidades de críticos o semicríticos”, detalla. El importante papel de la neumología En ellas, el pulmón es el órgano más afectado por la infección por SARS-CoV-2, por lo que el papel de los neumólogos en su diagnóstico, manejo y seguimiento de forma específica es, en palabras de la experta, “crucial”. “Tanto los casos leves desde las consultas, como los casos graves, que precisan hospitalización, y los pacientes críticos, que requieren terapias ventilatorias no invasivas en unidades de semicríticos, así como los casos de Covid persistente, son tratados y seguidos por especialistas en Neumología”. Explica que el manejo de la insuficiencia respiratoria aguda es la labor principal de los neumólogos, así como el diagnóstico y tratamiento de las infecciones respiratorias. “En las unidades de cuidados respiratorios intermedios, UCRIs, los pacientesmás graves son tratados con terapias ventilatorias no invasivas, como el oxígeno de alto flujo, la CPAP, y la ventilación no invasiva (BiPAP)”. Durante la pandemia, “estas unidades lideradas por neumólogos han supuesto un gran avance en el manejo de los pacientes más graves, pudiendo evitar su ingreso en las UVIs, evitando intubaciones prolongadas con las complicaciones secundarias a la ventilación mecánica, y acortando los tiempos de ingreso con terapias menos agresivas y conmenos complicaciones”, remarca la facultativa. También destaca que “han ayudado a evitar el colapso de las UVIs y han supuesto una alternativa terapeútica para pacientes no candidatos a intubación y no reanimables”. Con respecto al Covid persistente, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) publicó un, Documento de consenso para el seguimiento clínico post-Covid-19, en diciembre del 2020, “siendo una de las primeras sociedades científicas en posicionarse al respecto”. Aun así, la evidencia respecto al tratamiento estándar es “limitada”, y muchos de los ensayos clínicos aleatorizados enfocados a dar respuesta a esta incógnita se encuentran en proceso. Al tratarse de un síndrome multisistémico con una gran variedad demanifestaciones y con orígenesmuy diversos, expone la especialista, “el tratamiento óptimo amenudo es individualizado y adaptado a la función, necesidades y capacidades de la persona afectada”. Por ello, el enfoque del abordaje debe de ser pluridisciplinar. “Dentro de las intervenciones terapéuticas recomendadas están la realización de ejercicio terapéutico adaptado, la terapia ocupacional para ayudar al paciente a realizar actividades de la vida diaria, así como el tratamiento sintomático de las diferentesmanifestaciones descritas (analgésicos, anticoagulación, oxigenoterapia..)” No obstante, los pacientes con Long Covid, además, sufren con frecuencia de problemas de salud mental, “por lo que es recomendable una evaluación psicopatológica y derivar a los especialistas en caso de requerirlo”, subraya Quirós. Al respecto, comenta que “la salud mental en general en la población a día de hoy es un problema importante que no se está abordando como precisa, y en concreto en el Covid persistente, tampoco”. Otra de las asignaturas pendientes es, a su juicio, el abordaje desde el punto de vista de la rehabilitación, con fisioterapia respiratoria y motora, “pues podría aportar mucho en lamejoría de los síntomas”. Sin embargo, “debido al colapso actual del Sistema Nacional de Salud y a la ingente cantidad de pacientes, no se está abarcando todo lo necesario”. Por último, concluye, “todavía hay muchos aspectos de la fisiopatología de la enfermedad que se nos escapan y esto hace que el abordaje aún no sea más específico como, esperemos, que llegue a serlo en un futuro cercano”. “Durante la pandemia, las unidades lideradas por neumólogos han supuesto un gran avance en el manejo de los pacientes más graves”

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