IM MÉDICO #46.2 ESPECIAL MEDICINA INTERNA

im MÉDICO | 49.2 29 vez hay más compañeros que comparten que la gestión clínica es mucho más que el control externo. Conceptos como calidad, conciliación, sobrediagnóstico, estrategias denohacer…son cada vezmás familiares a los internistas. Y esto es, sin duda, bueno para nuestros pacientes”. Figura de enlace La Medicina Interna es, en pocas palabras, la especialidad clínica hospitalaria. Sin embargo, han sabido adaptarse a las necesidades de la población, y han aprendido que también pueden salir del hospital. Dentro del hospital, en palabras de Canora, “hemos adquirido nuevos roles más allá de ser los médicos hospitalarios de la mayoría de los pacientes. En muchos centros hay internistas de apoyo en unidades quirúrgicas que cogestionan los pacientes con los cirujanos; es lo que se conoce como unidades de asisten- cia compartida. Cada vez hay más servicios de Oncología que tienen como médico de apoyo a un especialista de Medicina Interna. En algunos hospitales, hay internistas encargados de la atención de pacientes con enfermedades poco frecuentes, bien sean enfermedades genéticas, autoinflamatorias y autoinmunes, metabólicas…En relación con esto, somos los internistas los que, enmuchos casos, terminamos siendo los médicos de aquellos ni- ños con enfermedades hereditarias que alcanzan la edad adulta”. De puertas para fuera, la Medicina Interna colabora con la Atención Primaria, si bien señalan que es un área que debe mejorar y potenciarse. Hay unidades de hospitalización a domicilio que consiguen muy buenos resultados en salud, así como en la satisfacción de los pacientes. En algunos casos están integradas también con profesionales de Atención Primaria. Otras veces el internista actúa como interconsultor directo con el centro de salud para resolver problemas de for- ma ágil. También, en hospitales que no disponen de servicio de Geriatría, el internista es el que hace el papel de enlace con los centros sociosanitarios, figura que se ha demostrado tan importante en esta pandemia. Retos Desde la SEMI no se imaginan una actividad asistencial futura sin gestión clínica. Desdeunpuntode vistademicrogestión, señalan que los médicos tienen que concienciarse de que, además de curar omejorar a los pacientes, tambiénes importante considerar su opinión, la de los familiares, sus valores, sus necesidades, el pronóstico vital y funcional. Hay estrategias internacionales que ayudan a conocer estos objetivos como ICHOM, ChoosingWisely o Right Care Foundation . Nuevas tecnologías Desde la SEMI señalan cómo el Covid-19 les ha enseñado que se requieren entornos seguros para controlar la transmisión de la infección y proteger a pacientes, familiares y profesionales. Durante las primeras semanas de la pandemia, se dieron cuenta de que tenían que utilizar otras formas de comuni- cación con pacientes y familiares. Para disminuir el riesgo, era necesario reducir las visitas hospitala- rias y mantener exclusivamente aquellas que fue- ran imprescindibles. “Las herramientas telemáticas fueron una excelente alternativa y creo que debemos mantenerlas” , afirma el coordinador. “En estos tiempos tan difíciles que hemos vivido nos hemos acostumbrado al teléfono, al mail con los pacientes, a las e-consulta, a las vi- deollamadas… Ahora que estamos en una situación epidemiológica mejor, debemos mantener las alter- nativas asistenciales que han resultado útiles y más seguras. Lanzo esta pregunta, ¿para dar el resultado de un análisis de sangre es necesario acudir a una consulta presencial? Si su respuesta es no, está us- ted ahorrando en tiempo y en recursos, tanto para el sistema como también para el paciente y familiares”. Otro aspecto importante en el ámbito de las tecno- logías en sanidad ha sido el de la gestión del dato. Se ha visto que la información de la que disponen no siempre es tan buena como se cree. En palabras de Canora, “cuando hemos necesitado conocer la si- tuación real de nuestros hospitales, se ha echado en falta una información estructurada que permitiera el análisis eficaz. Abusamos del texto libre en nuestra historia clínica, por muy “electrónica” que sea. Para tener información a tiempo real, para analizar, para investigar… tenemos que aprender a ser más cuadri- culados”. “Las herramientas telemáticas fueron una excelente alternativa y creo que debemos mantenerlas” Por tanto, concluye Canora, “creo que el reto más importante es diseminar esta cultura por todos los médicos, internistas o no. Vivimos en un mundo en el que las mejoras en la prestación sanitaria no pueden pasar por un incremento del gasto. Lo que sí debemos hacer es gestionar de forma diferente, apostando por un sistema basado en el valor. Reorganizar la atención en base a las necesidades de los pacientes, creando unidades de atención por procesos, en la que intervengan profesionales de distintos niveles asistenciales, evitando la fragmentación. Potenciar los sistemas de información para obtener información a tiempo real de resul- tados en salud y costes, y poder establecer medidas de corrección. En definitiva, y siguiendo a Michael Porter, pasar de un modelo de cuidados basado en el individuo a otro basado en el equipo. Siempre desde la perspectiva del paciente”.

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