IM MÉDICO #46.2 ESPECIAL MEDICINA INTERNA

im MÉDICO | 49.2 26 y facilitar que tengan, dentro de lo posible, una calidad de vida aceptable, que les permita no tener que ingresar sucesivamente en el hospital ”, indica. Es decir, tenerlos en la mejor condición posible, sabiendo que padecen enfermedades crónicas que en principio no son curables. Explica que “ no estamos hablando de pacientes a los quepodamos curar enel sentido clásicodel término, que es hacer desaparecer la enfermedad, sino que la enfermedad les cause los menores síntomas posibles y el menor impacto sobre su calidad de vida ”. “ Un buen internista es un médico y un científico a la vez ”, precisa Lumbreras. “ No hay que confundir la versatilidad con la superficia- lidad. A veces se puede entender que sermuy versátil, y ser capaz de atender diferentes patologías, te hace ser superficial. Eso no es así. Un buen internista es una persona que sabe mucha fisiopatología, que está al día de los conocimientos científicos y que es capaz de enfrentarse a ellos demanera global. El internista no es la negación del resto de las especialidades médicas, más bien lo contrario. El desarrollode las especialidadesmédicashasidomuy importanteen unmejor conocimientoymanejodemuchas enfermedades. Pero, es cierto que el enfermo tipo que, con una sola enfermedad, puede ser visto por un especialista no internista hoy no es mayoritario en los hospitales, entreotras cosasporqueelmismoavancede lamedicina hapermitidoquemuchaspatologíasymuchosprocedimientosdiag- nósticos y terapéuticos, queantes requerían ingresohospitalario, en este momento se manejen de manera ambulatoria ”, reflexiona. El futuro del hospital sería, en la medida de lo posible, tener cada vez menos enfermos ingresados y manejar a los pacientes en modalidades diferentes a la hospitalización convencional. La edadmediade los enfermos enel hospital ha subidodemane- ra muy importante en los últimos años. Cuando Lumbreras hizo la residencia, enfermos mayores de 75-80 años ingresados en el hospital eran excepcionales. En el presente,“ loque es excepcional es tener enfermosmenores de75años,más alládel áreaquirúrgica ”. “ Hay varias líneas de investigaciónenel Servicio. EnCovid, estamos haciendo muchas cosas. Tenemos una investigación potente en enfermedad tromboembólica, en enfermedades minoritarias o en la infección por el virus de la gripe. También tenemos líneas de investigación potentes en colaboración con los oncólogos. “La mayor parte de los enfermos que ingresan en el hospital son pacientes mayores, añosos, frágiles y pluripatológicos” Una especialidad atractiva para los es- tudiantes Según confirma Carlos Lumbreras, “ la especiali- dad de Medicina Interna siempre ha tenido mucho atractivo para los estudiantes, porque la visión glo- bal del paciente es muy atractiva para un médico vocacional ”. Ser capaz de enfrentarte a la mayor parte de las patologías con cierto conocimiento es algo que es muy atrayente para un médico joven, para al que le gusta ver pacientes. Pero, “ es cierto que en los últimos años se ha recuperado el inte- rés de los mejores estudiantes de medicina por la Medicina Interna ”. En el 12 de Octubre, “ tenemos un servicio de Medicina Interna potente, con una tradición docente muy importante. Quiero decir que aquí han venido residentes casi siempre con muy buenos números y disponemos de un programa que ofrece una formación global de gran calidad y es capaz de atraer a residentes con buenas posiciones en el examen MIR ”, expresa. Es una causa doble. Por un lado, la especialidad es más atractiva para los médicos jóvenes de lo que lo era hace diez o 15 años. Y su hospital, en concreto, cuenta con un pro - grama docente que, de acuerdo con sus palabras, “ es bueno, es reconocido como tal y posee una larga tradición de excelencia docente ”. “Aquí hay que hablar de antes o después de Covid” Le preguntamos a Carlos Lumbreras cómo se organiza su Servicio de Medicina Interna. “ Aquí hay que hablar de antes o después de Covid ”, aclara. La pandemia ha trastocado el hospital entero y desde luego el Servicio de Medicina Interna, “ que es el que ve al 80% de los pacientes hospitalizados con Covid-19 ”. Si hablamos de lo que era el Servicio antes de la pandemia, la plantilla estructural está compuesta por 38 médicos adjuntos de plan - tilla y 35 residentes, siete por año de especialidad. Antes del Covid-19, había una media de unos 8.500 ingresos anuales, entre 15 y el 20% de todos los ingresos del hospital, y unas 5.500-6.000 consultas primeras en sus con - sultas externas. Además de eso, veían a unos 1.500-1.800 pacientes en modalidad de interconsulta. El Servicio, en condiciones normales, cuenta con capacidad para 190 camas. En momentos de epidemias invernales de gripe y otros virus respiratorios puede subir a cifras cercanas a las 300. Estas cifras no tienen nada que ver con las que se han tenido durante la pandemia de Covid-19. El año pasado, por ejemplo, superaron los 11.000 ingresos que sólo pudieron atender con contratos de refuerzo y la ayuda de otros especialistas

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