IM MÉDICO #46.2 ESPECIAL MEDICINA INTERNA

im MÉDICO | 49.2 23 R ecientemente se publicaba el informe ‘El Hospital del Fu- turo’, un proyecto elaborado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), encolaboracióncon la Fundación IMAS para el Sistema Nacional de Salud. Entre los principales ob- jetivos del mismo, se encuentra “analizar las tendencias y cambios del entornoque influyen sobre las necesidades de asistencia sanita- ria” y “revisar la evidencia disponible sobre aspectos organizativos y de gestión que se asocian con una mayor eficiencia y calidad en la asistencia sanitaria” . Con el fin de dar respuesta a tales necesidades lo más certera- mente posible, la publicación se sustenta en seis pilares. Uno de ellos, el IV, está dedicado a cómo mejorar el funcionamiento del hospital a través de la medicina interna. Para ello, proponen cinco vías de trabajo: analizar las tendencias y cambios del entorno que influyen sobre las necesidades de asistencia sanitaria; reflexionar, analizar ydifundir las experiencias asistenciales para mejorar la eficiencia y calidad de la asistencia prestada en los hospitales; definir el perfil de los médicos in- ternistas en el Hospital del Futuro; proponer las políticas para impulsar los cambios necesarios en la estructura, organización, funcionamiento y estándares de calidad; e identificar el papel a desempeñar por la SEMI en el desarrollo y la implantación de las políticas propuestas. Los internistas, motores de cambio Grossomodo, extrae también el documento varias conclusiones sobre el escenario actual y sus posibilidades de mejora. Indica, primeramente, que poner al paciente en el centro del sistema implica “una revolución” en la forma de concebir la asistencia sanitaria, loque conlleva a introducir importantesmodificaciones en la forma de conceptualizar la medicina interna y el papel del médico internista. Y es que, bajo el punto de vista de los autores, esta es la especialidadmédica holística por excelencia y, por ello, “debería estar en la vanguardia de la asistencia centrada en el pa- ciente”. Pero para que lidere este cambio, apuntan, “ es precisoque elmédico internista interiorice este reto como elmás importante de la especialidad enelmomentoactual”, añadiendo que “unaspecto central de este enfoque es la garantía de la continuidad asistencial, tanto en la asistencia al paciente agudo como crónico”. En este sentido, manifiestan que la garantía de continuidad asis- tencial en la atención al paciente agudo requiere la integración de las unidades de urgencias, de hospitalización polivalente de agudos yde cuidados críticos enelmismoprocesoasistencial. Así pues, lamedicina internadebe, en relacióncon la coordinaciónde la asistencia aguda, liderar el desarrollodel área de “coordinación de la asistencia aguda”, implantar una atención sistemática de calidad, basada en la evidencia, a los pacientes ingresados en sus plantasdehospitalización; y colaborar conel restode las unidades y servicios que participan en el proceso de atención al paciente agudo hospitalizado para que se garantice la continuidad y los estándares de calidad asistencial, entre otras medidas. En cuanto a la coordinación del paciente crónico complejo, ‘El Hospital del Futuro’ propone para los internistas un liderazgo del desarrollo del área, colaborando con Atención Primaria y con los diferentes recursos comunitarios y sociales en la prestación de una atención sistemática al paciente crónico complejo; el desarrollo de nuevos sistemas de trabajo en colaboración con la atención primaria, los servicios sociales, las organizaciones de pacientes, el voluntariado social, etc. y prestar servicios especializados extrahospitalarios; impulsar la generalización de los programas de atención sistemática a pacientes crónicos complejos que deben abarcar, como ámbito de actuación, al conjunto de la población comprendida en cada área de salud; y apoyar la “hospitalización a domicilio” ; desarrollar sistemas estructurados de relación con los equipos de Atención Primaria del área de influencia del hospital, dirigido a la gestión compar- tida de los pacientes crónicos complejos. Del mismo modo, recomiendan que las unidades de medicina interna desarrollen un sistema para la atención de este tipo de pacientes basado en la sectorización; la comunicación entre el médico internista y los profesionales de Atención Primaria, un sistema estructurado de sesiones clínicas e interconsultas entre ambos niveles asistenciales; e integrar en medicina interna las unidades de cuidados paliativos nooncológicas de hospitales de agudos, estableciendo, con los recursosde cuidadospaliativosdel área de influencia del hospital, protocolos de atención conjunta y transición asistencial en las etapas finales de la vida. También dedican un apartado a diseñar un perfil profesional del médico internista. En resumidas cuentas, la edadmedia estimada

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