IM MÉDICO #46

im MÉDICO | 46 83 de su juventud, ya que sólo cuenta 36 años, ha conseguido dos contratos públicos competitivos del Instituto de Salud Carlos III (ISCiii), dentrode los programas RíoHortega y JuanRodés , además de contar con la autoría de 60 artículos científicos y una patente en explotación. Además, suma el acierto de ser investigador principal de siete proyectos de investigacióndentrodel Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), entidad en la que forma parte del grupo de Farmacología Clínica. Una frontera traslacional y sutil Fernández Ferreiro, que también es Facultativo Especialista de Área (FEA) del servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Clí- nico Universitario Santiago de Compostela (CHUS) desde 2014, estima que la línea que separa la investigación traslacional de las labores asistenciales es muchas veces difícil de establecer, “ al tener que existir el mínimo espacio posible entre la una y las otras, a la hora de transferir los resultados del trabajo ”. Unos resultados que, a su juicio, deben repercutir favorablemente en el paciente dentro de un periodo de tiempo relativamente corto. Si se tieneencuentaque, enmuchas ocasiones,“ el resultado satisfactorioobtenidoenel laboratorionosecumplecuando llegaal paciente. De manera que optar a una evidencia suficiente requiere de la realización de ensayos clínicos ”. Sin embargo, el doctor afirma que “ es de vital importancia que la investigación traslacional no se quede en la mera aplicación en el paciente ”. Al tener que realizarse después estudios prospectivos o, preferiblemente, los citados ensayos clínicos. Admite Fernández Ferreiro que esto, obviamente, no es tarea sencilla, porque los recursos y los tiempos siempre suelen ser limitados, al igual que cumplir todos los propósitos iniciales, en ocasiones, resulta una misión imposible. Desde la experiencia de los cinco desarrollos realizados por su grupo con efectos positivos sobre los pacientes, informa que cuatro tuvieron seguimiento prospectivo observacional y, sola- mente, uno dio el salto a ensayo clínico. En su caso de fase 2, por tratarse de una formula antiinfecciosa destinada a combatir el SARS-CoV-2, para lo cual ya hay 80 pacientes reclutados, según cifra, a lavezque califica todaesa investigaciónemprendida como una magnífica experiencia. Farmacéuticos, hospitalarios e investigadores Para Fernández Ferreiro, no hay duda de que los resultados en salud constituyenel principal retoque tieneplanteadoel Sistema Nacional de Salud (SNS). A lo que atribuye una naturaleza de “ interés sanitariogeneral yque trasciendemuchomás alláde loque es la investigación traslacional ”. En ese sentido, estima que ser incluido enprogramas específicos decapacitacióncomoel RíoHortega es importante, aunque loque realmente resulta esencial paraun farmacéuticohospitalario, que además es investigador traslacional, es dotarse de los mayores niveles de entusiasmo, perseverancia y, como no, también de enormes dosis de pasión por los proyectos y las metas diarias. Entrandopor la sendade los proyectos desarrollados hasta ahora, y enpalabras del entrevistado,“ la investigación traslacional permi- tea laFHgenerar fórmulasmagistrales ymedicamentosnuevosque inclusopueden ser huérfanos paracubrir gaps de saludenpersonas conenfermedades raras ”. En ese sentido estima que,“ enel entorno de la biomedicina, se desarrollan acciones novedosas que generan cadavezmayorconocimiento, tannecesarioparaaportar soluciones a los problemas sanitarios, trasladando la investigación básica a la clínica de forma aplicada ”. Dentro de esta perspectiva, el entrevistado entiende que la in- tegración de facultativos con formación sanitaria especializada es de vital importancia, ya que puede aportar“ una coordinación- reorientación de todas las posibilidades que ofrecen estas infraes- tructurasdemaneraaislada, hacía labúsquedadeaccionesglobales y sinérgicas destinadas a ofrecer un servicio asistencial ”. Investigación independiente En relación con todo lo anterior, Fernández Ferreiroexplica que el hechode emplear formulas oftálmicas enpacientes, por ejemplo, puede ser vistocomouna actividad tanasistencial comode inves- tigación. Momento en que el doctor se pregunta, “ si desarrollar métodos crómatográficos para realizar farmacocinética clínica, o paraestablecer el periododevalidezdeunmedicamento/perfusión, puede verse de una forma unívoca como algo asistencial o como una acción investigadora ”. Expresa así su preocupación e interés profesional por las pato- logías poco frecuentes. Habida cuenta de que las enfermedades raras afectan a menos de cinco de cada 10.000 habitantes y su- peran los 7.000 tipos, de lo que redunda en que, en su conjunto, afectan a gran población de pacientes que, en España, suben a los 3 millones de personas. En este contexto, agradece con toda sinceridad que, en los últi- mos años, la concienciación social haya ganado terreno. Porque, a partir de unamayor presencia en losmedios de comunicación, la sociedad reconoce el trabajo de los investigadores a la hora de intentar ocupar esos espacios terapéuticos aúnnodesarrollados. Lamenta Fernández Ferreiro que ese creciente interés de la opi- nión pública no vaya paralelo a mayores esfuerzos inversores por parte de la industria farmacéutica, debido a que el reducido número de pacientes resta rentabilidad a posibles fármacos. Razónpor laqueveen la investigación traslacional independiente un papel clave para el avance terapéutico y diagnóstico en el

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