IM MÉDICO #46

im MÉDICO | 46 47 Y olanda Escobar ejerce como especialista en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid donde se ocupa de los tumores de cabeza y cuello. “En un contexto siempre multidisciplinar, el oncólogo utiliza las terapias sistémicas antitumorales (quimioterapia, hormonoterapia, fármacos biológicos, inmunoterapia) y también abarca la prevención y manejo de sus efectos adversos, así como del control de los síntomas propiamente tumorales”. En un centro de tercer nivel como en el que trabaja las terapias están protocolizadas y se actualizan periódicamente. De hecho, hay un comité de tumores multidisciplinar para cada proceso onco- lógico, se hacen ensayos clínicos y hay docencia tanto para los MIR de la especialidad como para los estudiantes de medicina. Entre las ventajas de la especialización que requiere esta labor, permite profundizar en el cono- cimiento de determinadas áreas. En contra, se sitúan la sobrecarga asistencial y recibir pacientes de otros centros sanitarios o de otras CCAA. “Al ser una especialidad eminentemente médica, los principalesavanceshansido farmacológicos. La inmunoterapiaes laúltima incorporación terapéutica. En el apartado del diagnóstico, la biopsia líquida también está suponiendo un avance, así como el uso de las plataformas genéticas con vistas a diseñar tratamientos a la carta basadas en sus hallazgos”. Otros ámbitos de innovación son la IA y los Big Data. “La especialidad se ha complicado mucho al implicar la genética, la inmunología y la biología molecular y los nuevos fármacos se acompañan de nuevas toxicidades y efectos adversos que hemos tenido que aprender a conocer y manejar”. Un campo por descubrir, el de la oncologíamédica, que, sin embargo, tiene unas demandas claras: más plantilla y más recursos. “Además, hay que disminuir el tiempo que destinamos a las actividades burocráticas”. Yesto tienequever precisamentecon lahumanizaciónde la saludnosólodepacientes, sino también del personal sanitario. “Acusamos el poco tiempo que podemos destinar al paciente en la consulta. Junto a ello está la limitada remuneración de los oncólogos españoles”. La instauración de la telemedicina a raíz del Covid-19 ha supuesto cambios estructurales. “Es una forma de trabajar (en mi caso solamente telefónica) que me ha generado inseguridad porque en on- cología la entrada de un paciente por la puerta de la consulta ya es muy informativa; no poder ver los gestos y el lenguaje corporal y, sobre todo, no poder explorar a los pacientes me ha colocado en una situación compleja”. Otra de las consecuencias de la pandemia es la demora de diagnósticos, y por tanto de tratamien- tos, lo cual ha causado una merma de las posibilidades de curación para muchos pacientes. “No solo los oncólogos, todos los médicos que nos relacionamos con el cáncer hemos sentido la angustia de perder un tiempo precioso para nuestros pacientes”. Enamorada de su vocación, Yolanda Escobar apuesta firmemente por la oncología como una es- pecialidad completa que requiere profundos conocimientos de medicina interna, inmunología, genética y, cada vezmás, de ciencias básicas. “Asimismo, necesitadel desarrolloenel personal deuna personalidad empática y asertiva capaz de comunicar seguridad y decisión, y de sostener la angustia y la incertidumbre, tanto la propia como la de los pacientes”. Garantizar la formación continuada, la dotación de ayudas para la investigación, de tiempo labo- ral reservado para tareas no estrictamente asistenciales, son esenciales para el futuro. Todo ello deberá ir acompañado de un salario acorde con la formación, la dificultad, la responsabilidad y los méritos curriculares. “Los oncólogos hemos sentido durante el Covid-19 la angustia de perder un tiempo precioso para nuestros pacientes” YOLANDA ESCOBAR (HOSPITAL UNIVERSITARIO GREGORIO MARAÑÓN, MADRID) Nº COLEGIADA: 282828609

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