IM MÉDICO #45

im MÉDICO | 45 73 sirve ”, porque se precisa“ capacidad demovimiento ”. En ese sen- tido, hoy se desarrolla una técnica para diagnosticar hepatitis C y, cuando se tiene, se cede al departamento correspondiente para que la use y se cambia a otra investigación. No es el modelo clásico del conocimiento extremadamente profundo, sino el de ser una figura transversal. Se dominan herramientas y se aplican a algunas patologías. Gutiérrez Nicolás indica que muchos investigadores básicos que trabajan en hospitales, en otras líneas de interés, se pusie- ron a principios de la pandemia a disposición del sistema para desarrollar o poner a punto PCR para el diagnóstico. En otros países se tiró de ellos. No sucedió en España. El director de Investigación Aplicada de la SEFH defiende que los hospitales y las sociedades científicas tengan su equipo de investigación. El objetivo de las UIH debe ser “ coordinar ese lenguaje ”. El pro- blema de la farmacia hospitalaria es que, como servicio central, toca muchas áreas. Eso sí, disfruta de la ventaja de una gran visión. Entonces, “ si tú conoces el campo de la investigación y tienes nocionesmedias sobre ciertas patologías, tienes capacidad para identificar puntosdondeundesarrollodeinvestigaciónaplicada puede servir de ayuda a los clínicos ”. Subespecialidades “-ómicas” Desde el punto de vista funcional, las UIH deberían estar organi- zadas en una serie de subespecialidades denominadas “ -ómicas”: Subunidad de Genómica, Subunidad de Proteómica, Subunidad de Celómica, Subunidad de Monitorización, Subunidad de Bio- Una gota de sangre para ayudar a erradicar la hepatitis C Este tipo de investigación con un lenguaje común entre médicos e investigadores permite mejorar los resultados en salud. Un caso particular de la Unidad de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (CHUC) es cuando desarrollaron la manera de diagnosticar hepatitis C con una gota de sangre, tras una petición del Servicio de Digestivo. De esta manera, han conseguido ampliar su radio de acción entre la población canaria, logrando diagnosticar a los pacientes que hasta el momento se les escapaban. La infección no tiene por qué tener asociada sintomatología, por lo que se apostó por realizar cribados en un nicho de población de alta prevalencia como es de los centros de atención al drogodependien- te (CAD). ¿Por qué una gota de sangre? Porque, según Fernando Gutiérrez Nicolás, a pesar de ser exdrogodependientes, son personas que, en general, no suelen estar cómodas con las venopunciones para las extracciones sanguíneas. No suelen ser el perfil idóneo. Sin embargo, tienen menos reticen - cias a que se les pinche en el dedo para sacar una gota de sangre, como con el control de la glucemia. El momento actual en el que nos encontramos sobre la infección por el virus de la hepatitis C, donde tenemos fármacos que permiten la curación, el objetivo, para la erradicación de esta enfermedad, es la identificación de las personas infectadas, muchas de las cuales lo desconocen. Se necesitaba una herramienta para poder hacer el barrido en la calle y eso fue lo que se desarrolló desde la Unidad de Investigación con el apoyo de los biólogos moleculares, una metodología para identificar el ARN viral en una gota seca de sangre sobre un papel. Se puso a punto y se efectuó un pilotaje con más de 100 pacientes. Se mostró su eficiencia, se cedió esa metodología al servicio de análisis del hospital y lo ex - tendieron a toda la isla de Tenerife. Incluso es un modelo que se va a expandir en toda la Comunidad Autónoma de Canarias. pero carente de comunicación fluida que impide una ejecución de acciones comunes. El secreto para que las herramientas que se desarrollan en la básica sirvan de ayuda a la clínica es que puedan hablar el “ mismo lenguaje ”. Por estemotivo, es conveniente laparticipacióndeuna figuraque sepahablar el lenguajede investigaciónbásicayel lenguajeclínico. “ Aquí,posiblemente,unfarmacéuticodehospitalquetengaformación en investigaciónbásicaes lapiezaclave ”, sostieneGutiérrez Nicolás. Se convertiría en una especie de nexo de unión entre los dos. Lo necesario es que posea“ nociones grandes en ambos campos ” y la capacidad de “ humildad ”. Es conocer lo que el médico necesita y lo que el básico le puede dar, y para ello, el farmacéutico hospitalario ha de tener for- mación clínica y formación en investigación. Se requieren las dos. “ No te sirve un farmacéutico que se dedique a investigación. Necesitas un farmacéutico clínico, que trabaje en el hospital día a día y que tenga capacidad de conocimiento en investigación ”, insiste. Es el modelo que ellos tienen en el CHUC. Éste es un enfoque muy diferente a lo que estamos acos- tumbrados; ya que “ llevamos años con el mismo modelo de investigación, sin que parezca que tenga mucha repercusión en el campo de la clínica aplicada del día a día ”. De acuerdo con sus explicaciones, normalmente, cuando alguien se dedica a investigación, se cierra en ese mundo. Empieza a conocer mucho de un tema y a estar más incómodo con otros que no domina. Se profundiza más en uno y se acaba abandonando aquello que no se domina. Pero eso, en la ciencia aplicada, “ no

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