IM MÉDICO #43

im MÉDICO | 43 53 O tro dato destacable acerca de estas patologías es que un porcentaje elevado de personas con IMID tiene co- ocurrencias de varias de estas patologías: el 8% dos, y más del 1% tres o cuatro de ellas. Además de su notable prevalencia y de la gran carga social, el coste sobre el Sistema Nacional de Salud para los servicios sociales y para el propio paciente es elevado: en 2016 superó los 12.000 millones de euros en España, lo que representa un coste medio anual por paciente de más de 3.000 euros, a los que se debe añadir alrededor de 1.800 euros en costes en los que incurren los pacientes (por ejemplo, para adaptar la vivienda o comprar material ortopédico) como consecuencia de la discapacidad que estas patologías pueden producir. Los avances en genética han contribuido a conocer mejor la base biol gica y las rutas moleculares implicadas en las enfer- medades IMID, lo que ha permitido descubrir dianas terapéu- ticas de amplio espectro, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Así, pacientes con diferentes enfermedades IMID que comparten rutas inflamatorias se pueden beneficiar de un mismo tratamiento. Modelo fragmentado Sin embargo, estas patologías semanifiestanmediante formas clínicas diferentes, lo que conlleva que sean tratadas desde distintas especialidades médicas (dermatología, reumatología, gastroenterología, oftalmología) y requieren intervenci n de profesionales en atenci n psicosocial y de nutricionistas, entre otros. Además, los pacientes con enfermedades IMID presentan con frecuencia comorbilidad de patologías distintas a las IMID, por lo que necesitan la intervenci n de diferentes especialistas en el hospital y la coordinaci n con el médico de Atenci n Primaria o de otros profesionales sanitarios como personal de enfermería y farmacéutico de hospital. Es por ello que, el caso de las enfermedades IMID, es un claro ejemplo de que el modelo tradicional de atenci n hospitalaria (frag- mentado y basado en unidades organizativas dedicadas a un área de conocimiento concreto) dificulta la visi n integral del paciente e interrumpe su continuidad asistencial. De hecho, su proceso de atenci n requiere de una estructura funcional orientada al paciente que integre a los profesionales sanitarios alrededor de las enfermedades IMID de forma coor- dinada, con el objetivo común de hacer un uso eficaz de los recursos disponibles y mejorar la experiencia de los pacientes y los resultados en salud. Dicha atenci n supondría un ahorro en el número de visitas a médicos, así como una disminuci n de bajas laborales y una mejora de la calidad de vida de los pacientes. Por este motivo se ha elaborado la “Guía práctica para la im- plantación de unmodelo asistencial para la atención integral de personas con enfermedades IMID” , publicado por la Universidad Rey Juan Carlos y realizada con la participaci n de 15 profe- sionales de distintos hospitales, asociaciones de pacientes e instituciones. Esta guía es una iniciativa de Abbvie, la Cátedra de Evaluaci n de Resultados en Salud y UNiMiD. Para la elabo- raci n de la misma se han seleccionado nueve enfermedades IMID, aquellas que están más relacionadas entre si desde un punto de vista genético e inmunol gico, responden a trata- mientos inmunomoduladores aprobados en España y tienen prevalencia notable: - Artritis reumatoide - Artritis psoriásica - Espondilitis anquilosante - Uveitis no infecciosas - Colitis ulcerosa - Enfermedad de Crohn - Psoriasis - Hidradenitis supurativa - Lupus Diez recomendaciones Para asegurar el éxito en la implantaci n del nuevoModelo Asistencial para la atenci n integral de los pacientes con enfermedades IMID, la guía práctica ofrece diez recomendaciones que se consideran de gran relevancia: 1. Enfocar el nuevo Modelo Asistencial como un cambio frente a la organizaci n tradicional. 2. Poner al paciente en el centro, implicarle en las decisiones e incorporarlo como parte del equipo. 3. Hacer de la coordinaci n y de la responsabilidad compartida una prioridad. 4. Garantizar una atenci n integral y la continuidad asistencial. 5. Segmentar a los pacientes por su morbilidad y grado de complejidad, y establecer los objetivos y el plan de atenci n de forma individualizada. 6. Apostar por la calidad y la mejora continua. 7. Adaptar el modelo de gobierno al más adecuado. 8. Desarrollar el sistema de informaci n y la tecnología necesaria. 9. Adaptar los recursos en funci n de la demanda potencial. 10. Establecer colaboraciones con otras organizaciones y modelos. El paciente debe participar en la detección de sus necesidades y en la elección de estrategias de tratamiento

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