IM MÉDICO #43

im MÉDICO | 43 47 El nuestro siempre ha estado reconocido, dentro de lo que es Europa e incluso a nivel mundial, como un país en el cual la en- fermedad se ha tratadomuy bien.“ Anivel de investigaciónclínica, muchos de nuestros centros participan en ensayos clínicos interna- cionales y tenemos figuras reconocidas anivel tantonacional como internacional,conloqueocupamosunabuenaposición ”, dice.Moral ha tenido la oportunidad de ver cómo trabajan en EM en otros países de Europa y de otros continentes, por ejemplo EEUU,“ yno tenemos nada que envidiar aninguno de ellos en cuanto a práctica clínicao investigaciónclínica, aunque sinembargo frecuentemente nos aventajan en investigación básica ”. La prevalencia de la enfermedad en España es de unos 100-125 casos por cada 100.000 habitantes. Por loque aproximadamente habrá, a groso modo, sin cálculo exacto, unas 50.000 personas que la padecen. El diagnóstico precoz es primordial. “ A día de hoy, un diagnóstico precoz, correcto y biendirigido, cambia el pronósticode la enferme- dad ”. ¿Cuál es la necesidadde valorar el deterioro cognitivo en los pacientes conEM?“ Hastahaceunosaños, sedecía incorrectamente queprácticamente laEMsóloprovocabadeteriorocognitivoenfases avanzadas. Sabemos que esto no es así, que realmente el deterioro cognitivo puede producirse en fases incipientes de la enfermedad ”, advierte. Por eso, interesa mucho detectar si existe y que los tratamientos, aparte de tener un impacto en la tasa de brotes, la discapacidad o la calidad de vida, entre otros, “lo tengan también en el ámbito de la atrofia cerebral y la cognición”. Los neurofilamentos Abordamos con Moral el papel de los neurofilamentos como biomarcadores yel valor queda laatrofia cerebral enel pronóstico del paciente con EM. “ Aunque llevamos mucho tiempo intentán- dolo, actualmente todavía no tenemos un marcador bioquímico o radiológico que sea patognomónico de cómo va a evolucionar un paciente. Esdecir, quenosdigasí osí si el paciente, acienciacierta, va aevolucionar bienomal ovaa responder onoaun tratamientoque vayamos a proponerle ”, expone. Añade que, durante todos estos años, en los últimos 15 sobre todo, ha habido variosmarcadores, tanto a nivel analítico como a nivel de resonancia, que han inten- tadopostularse y ningunode ellos ha acabado tomando cuerpo. Comenta que, recientemente, “ parece que los neurofilamentos sí que van tomando cierto cuerpo, aunque aún necesitamos más estudios para ver cuál es exactamente su papel ”. Teniendo en cuenta que son un marcador de daño neuronal, podrían servir para comparar la evolución del propio paciente y para valorar si se está teniendo respuesta al tratamiento. “ Igualmente se ha visto, en investigación, que conalgunos fármacos puede haber una correlaciónentreel tratamiento, lacognicióny losneurofilamentos ”, apunta. Así que, demomento, se postulan“ comounbiomarcador de lomás interesante ”que se ha tenido en los últimos años. Moral se atrevería a decir que, en breve, sí que se va a ir incorporando a la práctica clínica. Enestosmomentos, se siguenutilizandomuchísimo losmarcado- res de resonancia.“ La resonanciasigue siendo fundamental parael diagnóstico y la utilizamos como factor pronóstico, aunque no sea definitiva. Empleamos asimismo el líquido cefalorraquídeo. Hace- “Interesa que los tratamientos tengan también un impacto en el ámbito de la atrofia cerebral que va ligado a la cognición” mos una punción lumbar con análisis de líquido cefalorraquídeo y miramos, entreotras cosas, si haybandasoligoclonalesdediferentes tipos, sobre todo de inmunoglobulina G (IgG), pero también de in- munoglobulina M (IgM), que nos ayudan como factor pronóstico ”, describe. Loque sehacees analizar una seriedeparámetros, tanto clínicos como de los diferentes biomarcadores que se tienen, e intentar efectuar un pronóstico usando la información que todo esto proporciona. Respecto al abordaje de deterioro cognitivo para evitar la disca- pacidad, una vez que tenemos el diagnóstico, ¿de qué forma es posible prevenir y rehabilitar? Moral insiste en que, primero, lo más importanteesprevenir, con loquees esencial queel paciente sea “ diagnosticado a tiempo, detectado el problema y tratado co- rrectamente ”:“ Los fármacos que tenemos, al evitar el daño axonal, actúan de manera colateral previniendo además la afectación de la cognición ”. Una vez que se detecta que hay un cierto daño, lo que recomienda es sobre todo tareas de estimulación. Recuerda que, al igual queenel Alzheimer, la estimulacióncognitiva esmuy importante. Eso sí,“ esunaestimulacióncognitivadiferente, porque son pacientes jóvenes en los que evidentemente el daño es muy diferente y menor del que tiene un paciente con una enfermedad comoel Alzheimer ”. Se aconseja leermucho, hacer ciertas tareas y programas específicosdestinadas aellosparamejorar lamemoria de trabajo o la memoria visual y la capacidad de atención, entre otras facultades. La enfermedad suele debutar entre los 20 y los 45 años. Son pa- cientes que tienen toda su vida por delante y que, “ teniendo en cuenta que la expectativa de vida de unpaciente tratado con EMes prácticamente la misma que la población general ”, van a convivir toda la vida con la enfermedad. Hace relativamente poco, el grupode enfermedades desmielini- zantes de la SociedadEspañoladeNeurología (SEN) hapublicado un consenso de criterios de cambios de tratamiento.“ No ha sido fácil, porque todavía no tenemos un factor concreto que nos diga cuándo un paciente está reaccionando o no está reaccionando a un fármaco. Esto nos ha llevado a un buen número de expertos de los que formamos parte del grupo a discusiones que han sido lar- gas y productivas para intentar llegar en cada caso, dependiendo de la circunstancia del paciente y del tratamiento que estuviera tomando, a una serie de recomendaciones que nos dijeran cuándo consideramos que debemos cambiar a otro fármaco ”, reflexiona. Ha sido algo complejo. Sobre las líneas de investigación en las que están ahora mismo, Moral informa de que la cognición es uno de sus puntos claves. “ Todo el tema de atrofia, cognición, es un tema muy prominente. Cuandounpacienteyanose tienequepreocupar tantopor el hecho

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=