IM MÉDICO #38

im MÉDICO | 38 83 “Habrá que aumentar el rigor sobre el gasto y también emprender reformas en el sistema, si de verdad creemos que debe ser sostenible y competitivo” “Corremos el riesgo de perder el tren de la adaptación a los cambios en salud digital y en gestión de nuestros procesos” diendo a los resultados medidos desde la evidencia, “es decir con datos de efectividad clínica, las perspectivas del paciente. Un output más complejo, pero más completo. Propuestas como la de ICHOM, sobre la que hemos celebrado las recientes Jornadas anuales en El Escorial, van en este sentido y realzan la importancia de medir resultados. Vemos con interés como, desde hospitales punteros del país, se apuesta por estas iniciativas”. Reto para la sanidad El cambio social y tecnológico en el que estamos inmersos a todos los niveles de la sociedad es un reto al que no podemos ser ajenos, y en este sentido el presidente considera que es importante afrontar el cambio cultural que conlleva: “Apostar por fijarnos en el valor que aportamos nos debe llevar, en primer lugar, a repensar todos los procesos en nuestras organizaciones para adaptarlos, hacerlos más operativos y más eficientes. Y la consecuencia debería ser un cambio de orientación en la gestión, ahora muy encorsetada para ir a modelos más maduros: trabajo en red, organizacionesmenos verticalizadas, unidades conmayor autonomía, alejarnos del modelo burocrático y otorgar confianza a los profesionales más comprometidos con el sistema sanitario público”. Lograr la continuidad asistencial es otro de los retos que debe enfrentar la sanidad y, para lograrla, son diversas las áreas que deben abordarse, empezando por promover un mayor empo- deramiento del paciente, haciéndolo más partícipe de la toma de decisiones. En segundo lugar, Pomar aboga por “mejorar de forma radical la comunicación entre niveles asistenciales, incentivando el trabajo colaborativo y consolidando el rol de la AtenciónPrimaria, a laquehayquedotar demejores herramientas para navegar en el sistema. Finalmente, usando los instrumentos tecnológicos que tenemos a nuestro alcance como herramientas de comunicación y de toma de decisiones compartidas”. Sostenibilidad Desde la Fundación Signo afirman que existen pocas dudas sobre la limitación de la financiación actual, del mismo modo que se sabe que, en el futuro inmediato, los costes de los nuevos tratamientos y de las exigencias sociales nos pueden situar en escenarios de crecimiento que pueden ser difíciles de soportar. “Habrá que aumentar el rigor sobre el gasto y también emprender reformas en el sistema, si de verdad creemos que debe ser soste- nible y competitivo. Es muy difícil que el marco administrativo actual pueda dar las respuestas que el sistema sanitario público necesita, sin reformas será más complejo encajar el coste futuro. En cuanto a vincular financiación a resultados, es una línea sobre la que la Fundación Signo ha trabajado conjuntamente con la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada”, manifiesta el presidente. La eficiencia, en ese sentido, debe buscarse por un camino en el que hay que perder el miedo a las reformas, y que Pomar insiste en que es algo que se lleva poniendo sobre la mesa desde los años noventa, y en lo que se ha avanzado poco. También insiste en que “las políticas de recursos humanos no son incentivadoras, y son un importante freno a la eficiencia”. En un país como el nuestro, tan necesitado de crecimiento en I+D+i, el sector salud puede ser clave en la apuesta por la innovación. En ese sentido, Pomar apunta que “hay algunos brotes verdes, en comunidades autónomas y a nivel nacional, pero se requiere de un mayor impulso. En cuanto a la tecnolo- gía, también debemos poner la vista en su uso y ubicación más adecuados, asegurando en todos los casos no perder el tren de la modernización”. En un escenario de innovación y tecnología, el Big Data y la Inteligencia Artificial probablemente van a resultar revolu- cionarios, indica el presidente. “En el primer caso nos aportará informaciónmuy valiosa sobre resultados, los estudios actuales se vana vermuy superados. La inteligencia artificial puedemodificar muchos de nuestros procesos, acelerar y aligerar diagnósticos, permitir seguimientos y monitorización más sencillos. En una década la medicina va a cambiar de forma muy radical, por esto necesitamos adecuar nuestras estructuras”. Posición Pomar no quiere pasar por alto que en España tenemos uno de los mejores sistemas en cuanto a resultados medidos en esperanza de vida con unos costes moderados. Además, señala que nuestro modelo de formación especializada es de los me- jores, y hemos tenido un gran sistema de Atención Primaria. Sin embargo, “esta posición esmás crítica cuando se baja a datos específicos, en accesibilidad, en longitudinalidad o en resultados en algunas patologías oncológicas. Corremos, además, el riesgo de perder el tren de la adaptación a los cambios en salud digital y en gestión de nuestros procesos. Las características peculiares de nuestro sistema, tan dependiente de los cambios políticos y de la administración, entorpecen su evolución”, lamenta . Antes de despedirnos, quiere dejar clara la importancia de avanzar en la comunicación y en los equipos multidisciplinares como el camino para la sanidad del futuro. “En el futuro no va a ser tantoque losmédicos o enfermeras aprendande todo, sinoque aprendan a compartir su trabajo con otros profesionales mejor formados para nuevas tareas. Se deben incorporar nuevos actores al sistema sanitario: ingenieros, biotecnólogos, matemáticos, científicos de datos, biólogos, tecnólogos de la información, etc.”

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