IM MÉDICO #33

im MÉDICO | 33 33 S e han producido grandes avances en la ginecología on- cológica, tanto en el tratamiento quirúrgico como en el tratamiento que se realiza de las pacientes con cáncer. Javier deSantiago , jefedel ServiciodeGinecologíaOncológicade MD Anderson Cancer Center Madrid , así lo confirma. Explica que los ginecólogos están cada vez más formados en el tratamiento quirúrgico y más capacitados para efectuar las cirugías. Hablamos con él de cáncer de ovario, con más de 3.500 casos al año en España, según datos de 2019 de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Es el quinto tumor en frecuencia en mujeres, junto a los cánceres de mama, colon, útero y pulmón. “ Hemosmejoradomuchoenel tratamientoquirúrgico, en lashabili- dades y capacidades quirúrgicas de los ginecólogos yde los equipos multidisciplinaresqueoperancáncer deovario ”, afirma. Lamenta el que aún haya pocos registros de datos. Éste es un tumor muy heterogéneo. “ Hay diversos tipos, con di- versos comportamientos, y cada vez somos más capaces de llevar acabounamedicinapersonalizadaencadapacienteyencada tipo de cáncer ”, subraya. Es lo que se denomina terapia dirigida. En este sentido, se ha avanzado bastante. Se ha logrado seleccionar subtipos de tumores para tratamientos cada vezmás específicos. El punto débil Noobstante, De Santiago admite que el puntodébil se encontra- ría enel diagnósticoprecoz. El 70%de lasmujeres es diagnostica- do en fases avanzadas. Esto afecta especialmente al pronóstico y a la evoluciónde la enfermedad.“ Nodisponemosdeunmétodode diagnósticoprecoz comosí tenemos encáncer demamaodecuello, con lamamografía y la citología. En cáncer de ovario nos basamos en las revisiones periódicas ”, dice. Destaca que los síntomas que produce el cáncer de ovario son inespecíficos. “ No son unos síntomas muy claros ”, insiste. Básica- mente, son molestias digestivas. Son digestiones pesadas. En muchas ocasiones, se confunden con otro tipo de sintomatolo- gía. Expone que “ es importante pensar en esa posibilidad, en una mujer entre55y65años, cuando tengaestos problemas demanera persistente ”. Unabuenanoticiaes que la tasade supervivenciade laspacientes con cáncer de ovario avanzado se ha triplicado en los últimos 20 años. La tasa de supervivencia depende mucho del tipo histo- lógico y del estadio en el que se diagnostique el tumor. Aunque la supervivencia a los cinco años es baja; De Santiago opina que hay que incidir en lo que los profesionales sanitarios pueden hacer: “ Cada vez podemos hacer más, y decir que la esperanza de vida a los cinco años es baja condiciona mucho la predisposición al tratamiento y las expectativas de vida. Es baja la supervivencia de vida en relación con otros tumores ginecológicos como el de endometrio o el de mama ”. Cuando hay diagnóstico precoz, hay más largo-supervivientes. Un mensaje que lanza a sus compañeros médicos es que se va avanzando y les propone que piensen en centros especializados. A su juicio, el cáncer de ovario debe abordarse de una manera multidisciplinar. “ Se tienen las diferentes subespecialidades que tratan el cáncer ginecológico en el mismo sitio y planificamos el tratamiento de forma conjunta, hablamos entre nosotros. Así tiene que funcionar ”, manifiesta. Aconseja remitir al paciente al centro especializado, con tratamiento multidisciplinar. Respecto al uso de marcadores genéticos y proteómicos con un objetivo preventivo, argumenta que éste es “ relativo ”. “ Ahora estamos utilizando este tipodemarcadores enpacientes que consi- deramos de alto riesgo. En la población general, no tendría ningún sentido práctico. Se realizarían pruebas innecesarias. Pero, sí en pacientes de riesgo, con antecedentes familiares, con antecedentes dealteracionesgenéticas conocidasenunmiembrode lafamilia. Ahí sí se debería de aplicar”, justifica. El aplicar marcadores genéticos sistemáticamente en cáncer de ovario condiciona la posibilidad de encontrar otros cánceres y también ayuda a seleccionar de- terminados tipos de tratamiento que en estos tumores son más selectivos. No hay medidas preventivas para evitar el cáncer de ovario, más allá de las generales para prevenir todo tipo de cáncer. De Santiago cita que lo óptimo es hacer una vida sana, con una alimentación sana y con ejercicio. “ Los hábitos de vida son muy importantes en todos los tipos de cáncer ”, expresa. Y sucede lo mismo en el cáncer ginecológico. : Con la idea de tratar el cáncer mejor Tradicionalmente, MD Anderson Cancer Center Madrid ha sido un centro puramente oncológico. Ahora, se ha diversificado en otras áreas como la ginecología. “Siempre hemos sido punteros tanto en investigación como en tratamiento de cáncer gineco- lógico. Más concretamente, en cáncer de ovario, que es una patología difícil de tratar quirúrgicamente y también difícil de planificar una estrategia de trata- mientos de principio” , señala Javier de Santiago. Su jefe del Servicio de Ginecología Oncológica sostiene que MD Anderson es un hospital oncológico que lu- cha por tachar la palabra cáncer desde hace muchos años: “La idea es que podamos tratar el cáncer mejor, que queden menos secuelas y que los tratamientos sean más tolerables”. “Cada vez somos más capaces de llevar a cabo una medicina personalizada en cada paciente y en cada tipo de cáncer” “Hemos mejorado mucho en las habilidades y capacidades quirúrgicas de los ginecólogos que operan cáncer de ovario”

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