IM MÉDICO #27

ONCO-HEMATOLOGÍA im MÉDICO | 27 18 Los investi- gadores han logrado crear un mapa en alta resolución de cómo la leucemia trans- forma el fun- cionamiento del ADN Con novedosas y potentes técnicas de secuenciación genómica y bioinformática, los científicos no solo analizaron ese 2% de genoma que tiene genes que codifican proteínas, sino también el restante 97% que conforma el llamado ADN oscuro (otrora conocido comoADNbasura). Los científicos iluminaron también esa parte oscura y descubrieron que ahí también hay regiones importantes que influyen en el funcionamiento del genoma. En total han identificado que el mapa del genoma contiene 12 funciones diferentes. Pero además de estudiar el genoma, que aglutina la co- lección completa de ADN, los científicos han desvelado cómo funcionan todos esos elementos químicos que con- figuran el llamado epigenoma humano, que se pegan al ADN y funcionan como interrupto- res, apagando o activando la actividad de los genes, están condicionados por el entorno y los hábitos de vida de cada individuo. La secuencia del genoma es insuficiente para saber cómo funciona; hay que analizar e integrar la información de múltiples capas epigenéticas para conocer sus funciones. Los científicos encontraron además que, detrás de ese medio millar de alteraciones, están, básicamente, tres familias de pro- teínas que se unen al ADN: son las proteínas NFAT, FOX yTCF-LEF, capaces de cambiar las funciones de los genes en la leucemia, activando zonas que, en una situación normal, deberían estar apagadas o viceversa. Este estudio va a abrir los ojos a grupos de investigación para que desarrollen fármacos moleculares. De hecho, ya hay fármacos que han demostrado, en estudios preclínicos, que pueden funcionar como inhibidores de una de estas proteínas, la NFAT. Con todo, los investigadores avisan que queda camino por recorrer. Ahora existe una visión bidimensional. Queda ver la capa de estructura tridimensional, que explica cómo se pliega el ADN y qué regiones reguladoras interactúan con según qué genes. También han abierto la puerta a profundizar en la caracterización de las células de cada paciente porque dentro del propio paciente también puede haber heterogeneidad. + Linfomas en pacientes inmunodeprimidos a causa del VIH Entre 130.000 y 160.000 personas viven en España con infección por VIH. No representa ni siquiera un 1% de la sociedad española según datos del último informe sobre vigilancia epidemiológica del VIH y Sida en España (2015). El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causa el sida, el cual ataca y debilita el sistema inmunitario del cuerpo. Esto significa que el sistema inmunitario pierde la capacidad de combatir las infecciones y enfermedades. Las personas portadoras del VIH tienen un mayor riesgo de infección y también estánmás expuestos a desarrollar algunos tipos de cáncer. Especialmente, el linfoma, la segunda neoplasiamás frecuente en pacientesVIHpositivos tras el sarcoma de Kaposi, y la principal causa de muerte por cáncer en esta población. Los linfomas son 150 veces más frecuentes en pacientes de sida que en individuos seronegativos. Habitualmente los linfomas que desarrollan pacientes con inmunodepresión por VIH acostumbran a ser linfomas de crecimiento rápido como el linfoma de Burkitt, el linfoma difuso de células B grandes o el linfoma de Hodgkin. Durante este último año, el equipo de investigación del Instituto de Investigación contra la leucemia Josep Carreras ha llevado a cabo por primera vez un estudio de perfiles genéticos en un grupo de enfermos inmunodeprimidos para diferenciar si el linfoma difuso de células B grandes que padecen es del subtipo de célula de centro germinal o de célula linfoide B activada. Las conclusiones de este estudio determinan que sea cual sea el tipo de célula de este linfoma, no hay una implicación directa en el pronóstico, pero en cambio sí que puede haberla en el tratamiento de la enfermedad. Si se trata cada subtipo de forma diferencial se podría disminuir el número de fármacos quimioterápicos que reciben estos pacientes, al realizar un tratamiento más dirigido. Como consecuencia, se disminuiría la toxicidad y lamortalidad debida al tratamiento ymejoraría la supervivencia de estos enfermos. Por otra parte, a muchos de los enfermos que tienen una inmunodepresión por VIH, se les detecta la presencia de otro virus llamado virus de Epstein-Barr (VEB), que en muchos casos se encuentra dentro del linfoma. Este virus tiene seguramente un papel importante en el desarrollo de los linfomas, sobre todo en las personas inmunodeprimidas. En este sentido, el grupo quiere comprobar si el VEB está presente en todos los casos de linfoma, ya que actualmente no se está detectando siempre. Han empezado a hacer estudios demicro RNAs, unas partículas diminutas de material genético, para ver si a este nivel el virus puede estar actuando en el desarrollo del linfoma. El mieloma múltiple, a pesar de los avances terapéuticos en la última década, sigue sien- do incurable para la mayoría de los pacientes

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