IM MÉDICO #25

im MÉDICO | 25 85 A pocas semanas de la 38ª edición del Congreso de la So- ciedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), que se celebra del 10 al 12 demayo en Barcelo- na, hemos charlado con la coordinadora del Comité Organizador , Yolanda Ortega , para que nos dé su valoración acerca de los preparativos, las previsiones y los principales novedades del encuentro. De él dice que, como en anteriores ediciones, supone una nueva oportunidad para reivindicar el papel de los médicos de familia comopilares fundamentales de los centros de salud, de las urgencias yde los consultorios rurales, peroconel alicienteeste añodeque “lospropios socios, que son losmédicosdeAP, han tenido vozalparticipar,porsegundoaño,enladefinicióndelaslíneasporlas que quiere que vaya su congreso a nivel científico”. En su desarrollo a lo largo de los años, el congreso “se ha ido adaptando a la crisis, a los entornos menos favorables para el acceso a los congresos de médicos de familia, y en esta edición se ha intentado que sea más práctico, más adaptado a las necesidades del médico de familia”. Mejorar la AP Con esa idea se hamodeladoun encuentroque en su38ª edición gira en torno a tres ejes temáticos. En primer lugar, la mejora de la AP, que implica, en palabras de la doctora, “cómo estar a la última en los avances de esta Medicina y cómo actualizarse y mejorar las habilidades profesionales enuncontextoenel que cada vez son mayores los requerimientos que se les pide a los médicos de familia”. En segundo lugar, la tecnología. En este aspecto sostiene Ortega que “hasta ahora habíamos hablado siempre de las nuevas tecnologías, y en este congreso pretendemos transmitir hechos consumados, es decir, cómo estamos aplicando las nuevas tecnologías en la consulta del día a día”. La situación en la que se encuentra la sanidad actualmente, con una escasez importante de médicos de AP, numerosas jubilaciones y sin previsión de co- bertura, exige ser resolutivos para conseguir llegar al paciente. Al respecto, supropuesta es “buscar cualquiermaneradeacercarnos, seaonline, en laconsultaoa través de las aplicacionesmóviles, pero hemos de ser visibles y aproximarnos al paciente para facilitar ese acceso que muchas veces está un poco más dificultado por la falta de profesionales”. Buenas prácticas Yel últimode los ejes temáticos son lasbuenasprácticas, quepara Ortega supone “dejar de hacer algo porque se entiende que es lo mejor para el paciente”. En este sentido, sostiene que los médicos de familia, a medida que han ido desarrollando su profesión, se hanencontradoconciertas actuaciones “quesehan llevadoacabo siempre y que no tienen una evidencia justificada, o una evidencia científica demostrada, y que pueden causar un perjuicio para los pacientes. Y justo son esas prácticas las que estamos tratando de evitar”. Pone el ejemplo de lo innecesario que es solicitar el PSA a los pacientes varones de más de 50 años con una prueba que tiene un falso positivo muy elevado. “Eso nos obliga a que, si está alterado, debamos hacer más pruebas, lo que, aparte del coste y de la yatrogenia que supone, hace que el paciente lo viva como que tiene cáncer, cuando no es así”, explica la doctora. También pedir radiografías de control tras una neumonía, cuando el paciente ya está curado, “implica una radiación innecesaria”, dice, y añade que “lo importante es que, de cara al paciente hagamos las cosas como debemos. La medicina defensiva es un error”. Por otro lado, apunta que el paciente cada vez es más versado en las informa- ciones que se publican en Internet, tiene más medicaciones y toma más decisiones de prueba, pero hay un concepto que no conoce y es el de lo que le conviene y no le conviene realmente, y eso implica un pacto. Todoeste contenidocientífico sehaplanteadoparaque los socios naveguenpor él según sus intereses. “Nohemoshechounprogra- ma estándar, sino un programa en el que cada uno puede navegar segúnsusnecesidades e irdesde la investigacióna ladocenciaoa las buenas prácticas oal revés” , comenta. Asegura tambiénque se ha procuradoquitar las secciones estanco y sobre todo “tratamosde que semuevaen laactualización, queesmuy importanteennuestro congreso”. Algunos de los temas de actualidad previstos para la ocasión son la hepatitis C, “que es unasuntoque estámuy enboga con el tratamiento que puede erradicar la enfermedad, las nuevas guías y actualizaciones en diabetes, en hipertensión, etcétera ”. Confianza en la propia fuerza A día de hoy, las perspectivas son buenas: “Hemos recibido más de 2.200 comunicaciones, cuenta con más de 200 actividades científicas, tenemos una gran proyección entre los residentes y, de momento, estamos cumpliendo con las expectativas que teníamos a estas alturas de congreso coincidiendo con el cierre de la primera parte de las inscripciones con un coste más reducido”. Como coor- dinadora sostiene que todos se lo han puesto muy fácil y que cuenta conunequipo fantástico. “Estamos trabajandoconmucha ilusión, y los retos son superar las expectativas que tuvimos en2009, que sea un congreso que atraiga a nuestro congresista, que sea un éxito de público y de contenido” . Según apunta, este congreso es una nueva oportunidad para reclamar la importancia que tiene el médico de AP en la sociedad. De hecho, el lema elegido para la ocasión,“ Confiamos en nuestra fuerza ”, se complementa con el símil de “una sanidadque es comounagranpirámidehumanaque requiere la participación de todos para levantarse, desde el médico de familia y la enfermera hasta el neurólogo y el neurocirujano, y cuya fuerza reside en la organización y en el trabajo en equipo que representan los médicos de familia”. Sin embargo, no es oro todo loque reluce. “Nosgustaríaque senos reconocieramás y aún tenemos caminoque recorrer ahí” , comenta . En su opinión, para fortalecer la AP es necesario que “los propios médicos de familia nos creamos nuestro papel fundamental”, así como que las administraciones “no se queden en una declaración de intenciones, sino que enfoquen el presupuesto y el esfuerzo en la AP y no en el hospital”. Y es que el sector aún se enfrenta a grandes desafíos históricos como son lamasificaciónyel tiempode consul- ta, el poder llegar a todos los pacientes y el estar actualizados. + “Es importante que los propios médi- cos de familia nos creamos nuestro papel fundamental en la sanidad”

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