IM MÉDICO #25

AP-ARTRITIS REUMATOIDE im MÉDICO | 25 52 les, loqueprovocaundañoestructural de la articulación irreversi- ble, una desestructuraciónde la articulación y a unapérdida de la capacidad funcional.“ Esunaenfermedadcrónicaqueactualmente no tiene cura y que sin un tratamiento precoz y adecuado conlleva unagravediscapacidadparael pacienteyunmal pronósticoa largo plazo” , matizaMarsal. Noobstante, y gracias a los “extraordinarios avancesen loque respectaasuconocimiento ”, existen tratamientos dirigidos, a través de fármacos muy eficaces, con un muy buen perfil de seguridad, aunque, tal y como matiza Marsal, “ no están exentos de efectos secundarios, lo que en determinadas ocasiones obliga a su retirada a pesar de ser claramente efectivos ”. Tal y como señala la doctora, hasta la fecha,“ no se dispone de bio- marcadoresquenospermitan identificaraquellospacientesquevan onoaresponderaundeterminadotratamientooaquellosotrosque vanadesarrollarefectossecundarios ”, algoqueparaella representa “ un factor limitante más allá de las posibles contraindicaciones de estos fármacos, que sonpocas ”¿Quéhay, asimismo, de la adheren- cia? ParaMarsal se trata“ deun factor que tieneunaclara incidencia en la eficacia de los tratamientos y al que en muchas ocasiones no se le proporciona la debida importancia ”. La falta de adherencia depende de muchos factores, pero Marsal cree “ fundamental llevar a cabo una buena educación al paciente al iniciar cualquier tipo de tratamiento y tener en cuenta sus preferencias ”. Para ella, el hechodedisponer dedistintos tratamientos condistintas vías de administración -oral, subcutánea o intravenosa-,“ facilitaenorme- mente la seleccióndel tratamientomás adecuadoy reduce en parte la falta de adherencia ”. Diagnóstico precoz, la clave Preguntada sobrequé factores sondecisivos a lahoradeprocurar lamayor calidaddevidadel paciente conartritis reumatoide,Mar- sal menciona dos, “ el diagnóstico precoz y el seguimiento estricto por el especialista en reumatología ”. Y prosigue: “ Un diagnóstico precoz nos permite tratar al paciente en las fases iniciales de la en- fermedad, donde estáampliamentedemostradoque cualquier tra- tamientomodificador de la enfermedad tiene unamayor eficacia ”. El pronóstico y la calidad de vida de los pacientes que reciben un tratamiento adecuado al inicio de la enfermedad “ es muy favorable si lo comparamos con los pacientes en los que ha exis- tido un retraso en el diagnóstico” , añade, un hecho que, para la directora del Grupo de Investigación de Reumatología del VHIR, requiere“ queexistaunaestrecha relaciónentreelmédicode familia y el reumatólogo y que se definan rutas asistenciales que permitan una rápida derivación al especialista y una continuidad asistencial entre ambos facultativos ”. El control por parte del reumatólogo es asimismo “ fundamental ” para que el paciente pueda acceder de forma rápida al especialista en caso de reactivación de la enfermedad o desarrollo de efectos secundarios. “ La estrecha relación entre el médico de familia, el reumatólogo y el desarrollo de las unidades de artritis de inicio y las de enfermería altamente especializada, sonaspectos críticosque tienenungran impactoen la calidadasistencial deestospacientes y, por lotanto, ensupronóstico a corto y largo plazo ”, concluye Marsal. : “La adherencia tiene una clara incidencia en la eficacia de los tratamientos, aunque en ocasiones no se le proporcione la debida importancia” “Debe existir una estrecha relación entre médico de familia y reumatólogo, así como definir rutas asistenciales que permitan una rápida derivación al especialista”

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