IM MÉDICO #18

im MÉDICO | 18 53 un perfil de composición proteico y celular, de cada centrifugado final paraunaaplicaciónmédicadeterminada, queseareproducible por cualquier profesional , lo que permitirá en un futuro el diseño de ensayos clínicos, con unos resultados fiables desde el punto de vista científico” . Por otra parte, el conocimiento de cada tipo de centrifugado, permite generar un medio de cultivo eficiente in vitropara laexpansiónclonal dediferentespoblacionesde células madre pluri y multipotenciales. Actualmente están estudiando sus posibilidades de uso en campos como la neurología o la neurocirugía –para la reparación nerviosaoenprocesos neurológicos conperfil isquémico–, como anestesia en el abordaje del dolor crónico –resistente a terapias analgésicas convencionales–, dermatología, oftalmología y obs- tetricia y ginecología, entre otros. La hematología en nuestro país Mirando el presente, pero también al futuro, Alcaraz cree que “la hematología está de enhorabuena en España”. ¿El motivo? “ La existencia de grupos de trabajo altamente cualificados en las dis- tintas patologías de la sangre, con una capacidad de innovación y producción, cuyos resultados se estánexportandoal restodepaíses delmundo” .Y es que España se está convirtiendo en un referente mundial en esta especialidad. Para Alcaraz es necesario señalar la labor de la Sociedad Española de Hematología y todos sus grupos cooperativos. Además, el hematólogo añade que “ entre el 35-40% de todos los ensayos clínicos que se realizan en España versan sobre enfermedades hematológicas ”, cosa que abre el ca- mino a la curación de patologías de la sangre que hasta ahora no tienen un tratamiento eficaz.“ La generación de nuevasmoléculas terapéuticas contradianas específicas, comoes el casodel desarrollo de anticuerpos monoclonales o la inmunoterapia, como la terapia CART, están permitiendo un tratamiento eficaz de la enfermedad onco-hematológica, minimizando los efectos secundarios para el paciente, a modo de terapia dirigida y particularizada a cada enfermo ”, sentencia. Alcaraz también se lamentaque“ la leucemia, para lamayoríade la población, sigue siendounapalabra tabú, dada lagran repercusión mediática no exenta de excesivos mitos que tiene ”. Para evitarlo, aboga por “acercar la hematología al ciudadano de a pie, que la mayoría de las veces no sabe para qué sirve o qué patologías trata ”. Terapia CART Hablando de la terapia CART, Alcaraz cree que es una oportuni- dad de curación de ciertos tumores, “especialmente aquellos con especial agresividadodonde los tratamientos oncológicos conven- cionales yanotienenéxito” . Apesar deello, creeque “nodesplazará alostratamientosquimio-radioterápicosyaexistentes,sinomásbien seprotocolizarásuusoendeterminadas circunstancias” y serádifícil que todo paciente subsidiario pueda acceder a ella. Alcaraz también hace una reflexión: “La célula tumoral tiene una capacidadextraordinariadeadaptacióna situaciones ambientales extremas adversas, por lo que la falta de evidencia científica sólida para este tipo de terapia abre la duda de, si con el tiempo, una unidad celular tumoral puede evolucionar hacia una clonamucho másagresivaqueacabegenerando resistenciaaeste tipode terapia, como pasa con los antibióticos”. Por eso, el experto hematólogo reclama prudencia. Una prudencia que Alcaraz vuelve a remarcar cuando le pregun- tamos sobre el futuro. Y es que, si bien es cierto que estamos más cerca de diseñar herramientas terapéuticas que o curarán o cronificarán la enfermedad, “hay que tener cuidado con cada paso que damos en este sentido. El ir en contra de la natura, a veces puede darnos un revés en forma de procesos oncológicos mucho más agresivos y por tanto de difícil control”. : La inestabilidad genética constituye uno de los fe- nómenos asociados al inicio y progresión de tumores y de algunas enfermedades hereditarias con predis- posición al cáncer. La hipótesis aceptada del origen de esta inestabilidad, se inicia por el proceso cono- cido como acortamiento de los telómeros (determi- nado por la ausencia de secuencias TTAGGG). Este fenómeno compromete a los extremos terminales de los cromosomas que quedan desprotegidos pro- vocando la formación de anillos y cromosomas di- céntricos. Estas alteraciones cromosómicas pueden originar, en la siguiente división, puentes anafási- cos que darían lugar a nuevas roturas cromosómicas (alteraciones estructurales) y/o inducirían fallos en la cariocinesis como células binucleadas y mitosis multipolares en la siguiente división (alteraciones numéricas). Se inicia así el caos cromosómico que define la inestabilidad cromosómica. Algunas alteraciones cromosómicas adquiridas o heredadas son específicas de tumor y constituyen marcadores de ayuda para confirmar el diagnósti- co y establecer el pronóstico. Estas anomalías son características en leucemias, en ciertos tipos de sín- dromes mielodisplásicos, en algunos linfomas no Hodgkin y de mieloma múltiple, entre otras.

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