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Un 5% de los pacientes asmáticos sufre asma grave resistente a los medicamentos actuales

El empleo de los fármacos biológicos debe estar limitado a un subtipo de pacientes con asma grave que sufren exacerbaciones frecuentes y con un fenotipo claramente definido.

30/06/2016

Se calcula que hasta un 50% de pacientes con asma no están bien controlados a pesar de que siguen el tratamiento adecuado. En muchas ocasiones esta falta de “control” se debe a la existencia de factores agravantes y a la coexistencia de otras enfermedades, tales como tabaquismo, alergias, obesidad, etc.; ...

Se calcula que hasta un 50% de pacientes con asma no están bien controlados a pesar de que siguen el tratamiento adecuado. En muchas ocasiones esta falta de “control” se debe a la existencia de factores agravantes y a la coexistencia de otras enfermedades, tales como tabaquismo, alergias, obesidad, etc.; aunque en otros casos es debido a la gravedad intrínseca del asma. De los más 300 millones de personas que padecen asma en todo el mundo, un 5% sufre asma grave resistente a los medicamentos actuales.

En este sentido, dentro de los nuevos tratamientos desarrollados para combatir el asma, las opciones más eficaces y prometedoras son las terapias biológicas. “Estas alternativas constan en tratamientos derivados de organismos vivos que están dirigidos a dianas moleculares específicas. Las terapias biológicas emergen como una solución relevante para los casos de resistencia a los fármacos actuales”, explica la Dra. Eva Martínez Moragón, neumóloga y miembro del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). El asma y la terapia biológica se trató en el simposium Tratamiento del asma: la terapia biológica que viene en el marco de actividades científicas del 49º Congreso Nacional de SEPAR, que se celebró entre los días 10 y 13 de junio en Granada.

En las últimas décadas, se han desarrollado diferentes fármacos biológicos centrados en varias dianas terapéuticas. Estos están mostrando resultados terapéuticos muy esperanzadores en pacientes con asma grave no controlada. En España, algunos de los pacientes candidatos reciben este tipo de tratamiento mediante ensayos clínicos con anticuerpos monoclonales (mepolizumab, reslizumab, benralizumab, lebrikizumab, etc.) administrados por vía subcutánea quincenal o mensualmente.

Estos complementan la terapia inhalada habitual de cada paciente. “El mepolizumab es el primero que será comercializado en España ya que ha sido aprobado por la Agencia Española del Medicamento”, explica la Dra. Martínez Moragón. A lo que añade: “este ha evidenciado una disminución significativa del número de crisis en pacientes con asma grave que no responde al tratamiento convencional. Se espera que esté disponible para su uso en hospitales a finales del presente año. En los próximos 2 o 3 años le seguirán otros biológicos que permitirán un cambio sustancial en el tratamiento y en la calidad de vida de los pacientes asmáticos graves no controlados”.

El primer fármaco biológico diseñado específicamente para tratar el asma, fue un anticuerpo monoclonal anti-IgE (omalizumab) disponible desde el año 2005. Esta terapia se basa en la administración, de forma subcutánea, un anticuerpo monoclonal que actúa contra la IgE, es decir, contra la molécula causante de la cascada alérgica que presentan los pacientes con asma. En la actualidad, su uso está cada vez más extendido en nuestro país. “El uso de esta terapia molecular biológica ha permitido mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes con asma grave alérgica con crisis frecuentes y que precisan altas dosis de corticoides para controlar su condición respiratoria crónica”, afirma la Dra. Martínez.

Los expertos insisten en la importancia de realizar un diagnóstico adecuado así como hacer un correcto cumplimiento y administración de los inhaladores prescritos por los profesionales. A estas beneficiosas conductas, se debe sumar un seguimiento realizado por neumólogos expertos con el fin de prescribir las nuevas terapias biológicas actuales a los pacientes indicados. Estas terapias permiten un mejor control de la enfermedad y, en consecuencia, una mejora en la calidad de vida de muchos pacientes que sufren asma grave. 

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