Del 24 al 30 de abril ha tenido lugar la Semana Europea de Vacunación, cumpliendo su objetivo anual establecido hace una década de aumentar la concienciación sobre el papel que juegan las vacunas en la salud y el bienestar de personas, coincidiendo esta celebración con la Semana Mundial de la Inmunización. En 2016, las ideas principales de estos siete días han sido la voluntad de erradicar enfermedades como el sarampión y la rubeola en el continente, enfatizando también, y sin embargo, que la inmunización de los ciudadanos debe alcanzar todas las etapas de la vida, y no sólo en la edad pediátrica. Como es sabido la semana de la vacunación es una iniciativa global planteada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), promovida a nivel europeo por su sección regional correspondiente.

La referida semana de la Vacunación busca mejorar la educación general sobre la vacunas, reconociendo los éxitos de los programas de vacunación a través de calendarios específicos, imprescindible para la Prevención. Un esfuerzo coordinado que requiere siempre mantener altas las coberturas vacunales. Recordando, por ejemplo, cómo en los años 80 del siglo XX, la OMS pudo comunicar al mundo que por fin se había erradicado la viruela, después de siglos de causar grandes mortandades a la población mundial. En cifras barajadas a nivel mundial, se estima que las vacunas evitan del orden de 2 a 3 millones de defunciones en el mundo. Sin embargo, se calcula igualmente que en el planeta hay entre 18 y 19 millones de lactantes que no tienen acceso a las vacunas básicas, número del aproximadamente 500.000 serían nacidos en suelo europeo.

En este contexto de debate científico y social sobre la conveniencia y necesidad de ampliar la protección vacunando a la población adulta y anciana, la Asociación Española de Vacunología (AEV) se ha posicionado esta semana claramente por una mayor difusión de las ventajas de vacunar en algunas patología como el herpes zóster o las infecciones por neumococo. Concretamente su presidente, el doctor Amós García Rojas, ha venido a recordar este viernes que las vacunas son una herramienta preventiva clásica, capaz de ofrecer los mayores réditos en salud que otras actuaciones sanitarias, no solo en las primeras fases de la vida, sino a lo largo de toda la vida. Siendo de recomendada administración tanto por razones laborales (docentes, profesionales sanitarios), como por motivo de viajes o como dosis de recuerdo de las vacunas recibidas en la primera infancia.

Según el doctor García Rojas, no hay justificación económica o financiera que desaconseje la vacunación, ya que apenas supone el 1,5-2% del gasto farmacéutico total y, por el contrario, su contribución a la salud de los ciudadanos es enorme. Si bien es cierto que para el presidente de la AEV hay que seguir invirtiendo en métodos diagnósticos, tecnologías sanitarias y terapias para primeras patologías, también hay que recordar que ninguno de estos recursos tiene la capacidad de eliminar problemas de salud, propia de las vacunas. Estos productos biológicos, que no son fármacos stricto sensu, si se caracterizan, sin embargo por tener una bajísima incidencia de efectos secundarios. Realidad que no debe invitar nunca al médico prescriptor a dejar de informar sobre esa posibilidad de sufrir algún efecto adverso a los pacientes.

Como informaba esta semana la farmacéutica Sanofi Pasteur-MSD, el 90% de la población española estima, según un estudio realizado por el instituto de investigación Nielsen, que la información solvente sobre vacunación en adultos y mayores es difícil de encontrar. Déficit que debe ser corregido en opinión de la AEV.

Finalmente, García Rojas recalcó que en 2016 la OMS se ha planteado cerrar las brechas de vacunación que pudieran abrirse en determinados tramos de edad y paliar las inequidades que impiden un acceso homogéneo a las vacunas. Recordando igualmente que en Europa se dan anualmente 30.000 de sarampión y 39.000 de rubeola, principalmente en los países de Este, pero cuyo alcance también se registra en países como Alemania o Italia. En el caso español, según reseñó el doctor García Rojas, las vacunas son un inequívoco acto solidario que en el país goza de gran reputación, siempre bajo criterio médico.

PIE DE FOTO:     EL presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), doctor Amós García Rojas