Este martes, 19 de abril, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) celebró en la sede de la Dirección General de Madrid (DGT) una jornada destinada a informar sobre la siniestralidad que padecen los profesionales sanitarios dentro de la circulación rodada y sobre las medidas e iniciativas que instituciones, autoridades y colectivos están aplicando para reducir el número de accidentes. Durante 2015, se produjeron un total de 10.340 accidentes in itinere, es decir, en los desplazamientos que se realizan con destino a los puestos de trabajo y a su salida, arrojando una media de 28 accidentes por jornada laboral. Con estas cifras, los profesionales sanitarios, médicos y enfermeras han padecido 48.000 accidentes en los últimos 5 años, habiéndose experimentado un incremento del 15% entre 2011 y 2015, tal como muestran los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Un lapso de tiempo en el que se han producido 751 accidentes graves, poniendo a la profesión sanitaria en el segundo puesto de las actividades profesionales con mayor siniestralidad viaria. Concretamente, el año pasado tuvieron lugar 10.176 accidentes leves de médicos y enfermeros desplazándose a sus lugares de trabajo o volviendo de ellos, junto a 158 accidentes graves y 6 desgraciadamente fatales. Un precio humano muy alto que, sin embargo, se une a los altos costes sociales y económicos que suponen los accidentes de tráfico en general. Según la directora general de la DGT, María Seguí Gómez, todos esos costes, directos e indirectos, suponen en total el 2% de PIB nacional.

La jornada tuvo múltiples participantes, tanto del ámbito sindical como del de la función pública, incluyendo el Ministerio de Sanidad y el servicio de Inspección de Trabajo. Como representante ministerial, Carlos Jesus Moreno Sánchez, director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, destacó la labor de los médicos que trabajan en el medio rural como una de las causas de la siniestralidad existente. Junto a él director general del MSSSI, la directora del instituto INSHT, Mª Dolores Limón Tamés, directora del INSHT, explicó que la estrategia de seguridad laboral que se ha establecido para los años 2015-2020 da una especial relevancia a la Seguridad Vial.

El acto sirvió, entre otras cosas, para pedir a las administraciones central y autonómicas, dentro de sus competencias, algunas medidas esenciales para reducir la siniestralidad de los médicos al volante. En especial, Miguel Borra, presidente de CSIF pidió que se tenga en cuenta la edad de los profesionales sanitarios y que no se les exponga a esfuerzos que estén más allá de sus posibilidades personales. Junto a esto pidió también que los avisos domiciliarios dispongan de tiempo suficiente y no supongan una carga añadida de estrés. Que se armonicen bien dichos avisos con los horarios de las consultas. Que se evalúen en serio los riesgos laborales que implican los desplazamientos. Que se exima a las profesionales embarazadas en avanzado estado de hacer avisos. Que no se carge sobre el profesional ningún tipo de coste relacionado con los desplazamientos, que siempre deben ir a cuenta de la Administración.Que se velen por las condiciones de accesibilidad en todos los centros de trabajo. Que se flexibilicen los horarios y las zonas de aparcamiento. Que se faciliten las permutas de destino de los profesionales. Que se aumenten las medidas de conciliación familiar y que, por supuesto, se arbitren también los medios necesarios para que los desplazamientos de los médicos sean siempre en buenas condiciones, tanto si van a pie, como en vehículo particular o transporte público. Junto a estas medidas, el doctor Francisco Javier Resa López, coordinador nacional del grupo de trabajo de Ejercicio Privado y del grupo de trabajo de Medicina Preventiva y Salud en Semergen (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), comentó distintos estudios nacionales e internacionales en los que se demuestra que las guardias de 16 horas, extendidas hasta superar muchas veces las 24 horas, merman muchísimo las capacidades de los médicos para conducir. Tal como aseguró, no es casualidad que los médicos tengan una de las profesiones de más alta siniestralidad. Se trata de una actividad sometida a una fuerte carga de estrés, especialmente sufrida por los médicos de Atención Primaria y especialistas de Urgencias.

En resumen, la jornada sirvió para conocer las razones por las que, según CSIF y otros expertos, está aumentando el número de accidentes de médicos y otros profesionales sanitarios. Fudamentalmente estos son la crisis económica, los recortes de personal, los límites establecidos en la tasa de reposición de plazas, el excesivo aumento de la presión asistencial, el desdoblamiento de turnos y el alargamiento de la jornada laboral. Junto a esto también se abusa de la movilidad geográfica de los profesionales y se descuidan muchos vehículos, no solo particulares, sino también los que pertenecen a las flotas de las administraciones sanitarias.

Como curiosidad, el doctor Fernando Molina, presidente del Sector Nacional de Sanidad de CSIF, relató su propia experiencia y los 8 meses de baja con rehabilitación con los que se saldó un grave accidente que tuvo. Un solo ejemplo del valor vocacional de la praxis médica que demasiadas veces se salda con un accidente de tráfico.

PIE DE FOTO: Francisco Javier Resa López (Semergen), Carlos Jesús Moreno Sánchez (MSSSI); Fernando Molina (CSIF) y María Dolores Limón (INSHT)