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Un potencial cardioprotector para niños que reciben quimioterapia

Un ensayo indica que el dexrazoxano previene la cardiotoxicidad inducida por la doxorubicina.

15/03/2016

Científicos de diferentes centros de investigación de los EE.UU. han llevado a cabo un ensayo cuyos resultados podrían contribuir a mejorar la seguridad de la quimioterapia. El estudio ha sido realizado en 537 niños y adolescentes con leucemia linfoblástica aguda y linfoma no Hodgkin avanzado que recibieron aleatoriamente un bolo ...

Científicos de diferentes centros de investigación de los EE.UU. han llevado a cabo un ensayo cuyos resultados podrían contribuir a mejorar la seguridad de la quimioterapia. El estudio ha sido realizado en 537 niños y adolescentes con leucemia linfoblástica aguda y linfoma no Hodgkin avanzado que recibieron aleatoriamente un bolo intravenoso de dexrazoxano antes de la doxorubicina.

A los 3 años, el grupo que recibió dexrazoxano mostró menor grado de toxicidad cardíaca, evaluada en función del acortamiento fraccional ventricular izquierdo y del grosor de la pared ventricular, entre otros parámetros. Las infusiones de dexrazoxano no comprometieron la eficacia de la quimioterapia, ya que la supervivencia a los 5 años fue similar en ambos grupos. Tampoco se observaron diferencias en términos de toxicidad hematológica de grados 3 o 4, frecuencia de infecciones y de daño en el sistema nervioso central, muertes relacionadas con toxicidad o incidencia de tumores secundarios. Aunque el mecanismo por el que el dexrazoxano media la cardioprotección es desconocido, se cree que podría inhibir la producción de especies reactivas del oxígeno, disminuyendo así la apoptosis de los cadiomiocitos.

En las conclusiones del estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Oncology, los autores abogan por el uso del dexrazoxano en la población pediátrica y adolescente que se encuentra en tratamiento con antraciclinas.

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